martes noviembre 26 de 2024

Ahora que avanzamos con el ELN, la paz será completa: Santos

10 octubre, 2016 Política
Durante la alocución sobre el inicio de la fase pública de los diálogos con el ELN, el Presidente mostró la carta que le entregó la niña Camila, a nombre de los niños de Pogue (Bojayá), en la que expresan su deseo de paz.

Durante la alocución sobre el inicio de la fase pública de los diálogos con el ELN, el Presidente mostró la carta que le entregó la niña Camila, a nombre de los niños de Pogue (Bojayá), en la que expresan su deseo de paz.

_ El presidente Juan Manuel Santos celebró el anuncio oficial del inicio de los diálogos entre el Gobierno y el ELN y manifestó que fue fundamental que hubiera comenzado el proceso de liberaciones en esa guerrilla.

El próximo 27 de octubre comenzará, en Ecuador, la fase pública de la negociación con el ELN, sobre la agenda que se había dado a conocer el pasado 30 de marzo.

“Para que esto se pudiera dar, fue fundamental que se hubiera iniciado el proceso de liberaciones, de forma que no haya nunca más secuestrados por el ELN en Colombia”, dijo el mandatario.

Santos afirmó que se decidió iniciar las negociaciones discutiendo simultáneamente dos puntos de la agenda: “el de la participación ciudadana y el de las acciones y gestos humanitarios que se deben dar para ayudar a construir la paz”.

El presidente agradeció a Rafael Correa y al Gobierno ecuatoriano por su “permanente disposición para servir como anfitriones para el inicio de esta fase pública de negociaciones”.

“Doy las gracias, también, a los demás países que nos han acompañado hasta ahora y continuarán haciéndolo en la fase pública: Noruega, Chile, Cuba y Brasil”, añadió.

También agradeció a Venezuela, “que facilitó las reuniones para acordar la apertura de la Mesa de Conversaciones”.

Este fue el discurso completo del presidente Santos:

Antes que nada, quiero agradecer –de todo corazón– a tantos compatriotas y a tantas personas de la comunidad internacional que me han expresado sus felicitaciones por el Premio Nobel de Paz.

Como ya lo dije, este premio es de todos los colombianos, de millones y millones de hombres y mujeres que trabajan todos los días para construir paz en su entorno y en nuestro país.

Pero, sobre todo, este premio es de las víctimas del conflicto, de ese conflicto absurdo que estamos empeñados en terminar.

Por las víctimas –por quienes han perdido a sus seres queridos, su salud, sus tierras, su tranquilidad– tenemos que perseverar, ¡y vamos a perseverar!

Así lo aseguré ayer mismo a los habitantes de Bojayá, en el Chocó, ese pueblo que sufrió como ninguno el embate de la violencia, y donde más están comprometidos con la reconciliación y la búsqueda de la paz.

¡Qué ejemplo de grandeza nos dan las víctimas! Por eso –repito– este premio es de ellas.

Y este reconocimiento lo considero también como un mandato para encontrar una solución rápida a la situación originada por el resultado del plebiscito.

Hoy tenemos –más que un problema– una gran oportunidad para lograr una paz no solo estable y duradera, sino más amplia y más profunda.

Lo importante ahora es que salgamos pronto de la incertidumbre.

Para eso –como ustedes saben–, estamos escuchando las posiciones de los que votaron NO y también de los que votaron SÍ.

Los negociadores del Gobierno y de las FARC ya declararon su disposición a escuchar y entender las distintas preocupaciones, y a buscar una salida entre las alternativas que nos ofrecen nuestras leyes y nuestra Constitución –incluidas, por supuesto, las sentencias de la Corte Constitucional–.

Las propuestas que surjan de este diálogo serán analizadas y discutidas entre el Gobierno nacional y las FARC.

Otro compromiso muy importante de ambas partes es el de mantener el Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo, que está vigente desde el pasado 29 de agosto.

Desde ese día no ha habido un solo muerto, un solo herido, un solo ataque, por cuenta del conflicto con las FARC, ¡y así tenemos que mantenerlo!

Por supuesto, somos conscientes de que tenemos que obrar con presteza, con rapidez, porque el mayor enemigo que tenemos ahora es el tiempo.

Esta misma semana el Gobierno seguirá escuchando a los diversos voceros del NO y recibirá sus propuestas.

En las reuniones que se han tenido hasta ahora se ha podido constatar que hay temas u objeciones donde, más que diferencias, existen malentendidos, y así –hablando– podemos aclarar muchos de ellos.

Y quiero hacer un llamado para que este diálogo sea fructífero:

Primero: que NO se presenten PROPUESTAS IMPOSIBLES.

Segundo: ayúdennos a avanzar con sentido de urgencia, es decir, NO DILATAR.

 Y tercero: el diálogo debe establecerse partiendo de dos bases fundamentales, REALISMO y VERDAD.

Los colombianos pueden tener la tranquilidad de que estamos haciendo todo lo posible –todo, ¡todo lo posible! – para que el inmenso esfuerzo que se ha hecho durante tantos años no se pierda… Para que podamos implementar los acuerdos a la mayor brevedad, como lo están pidiendo los jóvenes, las víctimas, los empresarios, la comunidad internacional, las crecientes multitudes en las calles y plazas del país, cuando gritan “¡NUEVO ACUERDO YA!”

Compatriotas:

Con la guerrilla del ELN hemos venido buscando, desde hace cerca de 3 años, una negociación para acabar también el conflicto armado con ellos.

Y hoy tenemos una buena noticia.

Hace unos minutos se anunció –desde Caracas– que el próximo 27 de octubre comenzará, en Ecuador, la fase pública de la negociación con el ELN, sobre la agenda que se había dado a conocer el pasado 30 de marzo.

Para que esto se pudiera dar, fue fundamental que se hubiera iniciado el proceso de liberaciones, de forma que no haya nunca más secuestrados por el ELN en Colombia.

Hoy mismo se liberó a un arrocero que estaba en manos de este grupo guerrillero.

También se debe resaltar que se decidió iniciar las negociaciones discutiendo simultáneamente dos puntos de la agenda: el de la participación ciudadana y el de las acciones y gestos humanitarios que se deben dar para ayudar a construir la paz.

Quiero agradecer al presidente Correa y al Gobierno ecuatoriano por su permanente disposición para servir como anfitriones para el inicio de esta fase pública de negociaciones.

Doy las gracias, también, a los demás países que nos han acompañado hasta ahora y continuarán haciéndolo en la fase pública: Noruega, Chile, Cuba y Brasil.

Y agradezco mucho a Venezuela, que facilitó las reuniones para acordar la apertura de la Mesa de Conversaciones.

Muchas gracias, finalmente, a todas las personas que participaron para hacer posible esta transición desde la aprobación de la agenda hasta el inicio de la fase pública que hoy se anuncia.

En los próximos días se dará a conocer la conformación de los equipos negociadores para esta fase.

Queridos colombianos:

Somos una nación especial, que se crece ante las adversidades y sabe aprovecharlas para encontrar oportunidades.

Y eso es lo que vamos a hacer ahora para conseguir que la paz –que hemos anhelado tanto, por la que hemos luchado tanto– no se nos escape de las manos.

Por el contrario, saldrá fortalecida y –ahora que avanzamos con el ELN– será completa. ¡Será una PAZ COMPLETA!

Los ojos del mundo nos observan y esperan lo mejor.

Todos los colombianos –los del SÍ, los del NO, los que no votaron– tienen la esperanza de que logremos salvar las dificultades y seguir adelante.

Ayer domingo, en Bojayá, una niña me entregó una carta de su puño y letra que me emocionó muchísimo –Camila se llama–:

“Señor Presidente: nosotros los niños y niñas del corregimiento de Pogue (Bojayá) NO queremos más violencia; queremos una buena salud, educación, viviendas dignas para vivir en paz con nuestras familias, porque la violencia ha marcado nuestras vidas ¡Queremos paz!”

Por ella –por Camila–… Por los niños de Bojayá… Por nuestros hijos y nuestros nietos… Por un mejor futuro para nuestra nación…

¡Tenemos que lograr la paz! ¡Y hacerlo YA!

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