Un plebiscito de excesos con ganancia de minorías
Por: Jorge Giraldo Acevedo.
De todas maneras, la mayoría de los votos por el NO en la jornada electoral plebiscitaria, representa una decisión negativa a los textos del acuerdo de pacificación con las FARC por parte de la minoría de los nacionales colombianos, situación que desdibuja la tan mencionada participación democrática por parte del poder primario.
Las causas para la mayoría de votos por el NO a los acuerdos de La Habana son innumerables. Creemos que el poco poder del elector primario sufragó y se impuso en contra de un Gobierno que pierde en logros sociales importantes, para rechazar a la clase política nacional colombiana, también por los excesos desmedidos en publicidad al plebiscito y la suntuaria inversión en los actos de la firma del acuerdo de pacificación con las FARC realizados en Cartagena; además el elector primario también ejerció el derecho al voto, en contra de una reforma tributaria que, según los anuncios oficiales, contemplará aumentos al Impuesto al Valor Agregado, I V A.
Pese a los anuncios negativos sobre el regreso a la mesa de diálogos, se deben replantear los términos del acuerdo de pacificación con las FARC y que el Gobierno Nacional se preocupe más por la problemática social de este país comenzando por la salud de los colombianos por parte de las E P S y cuyo caos se encuentran en el nivel más grave.
Ahora bien, así sea con una minoría democrática mediante el poder electoral, se demostró que los colombianos sí queremos y anhelamos la paz.
Este Gobierno gastó o invirtió en tiempo más de 4 años para lograr un acuerdo de pacificación con el movimiento de alzados en armas como lo es las FARC pero es muy lamentable que no haya logrado disminuir los problemas sociales como los de los desarraigados o llamados también desplazados, ( ya pasan de 7 millones ) ; la inseguridad ciudadana en todas las modalidades y en toco el país; el desempleo; la educación, incluida la que se ofrece en la Universidad Nacional, centro de estudios superiores del estado que dejó de ser económico hace muchos años y se volvió un negocio igual que las privadas.
Donde a los médicos y funcionarios de los hospitales no se les pagan sus sueldos cumplidamente…
Donde los jueces acomodan sus sentencias a los intereses de los gremios económicos y bancarios y trabajan como gregarios del ejecutivo…
Donde usted es severamente condenado si se atreve a defenderse contra un atracador…
Donde miles de profesionales para sobrevivir deben conducir un vehiculo de servicio público…
Donde se condenan como contrabandistas a personas que se ganan la vida vendiendo baratijas en pequeños negocios en la calle, se las persigue y se les incautan sus artículos privándolos del único medio de sustento para sus familias, mientras los grandes emporios industriales y comerciales se dan el lujo de usufructuar contrabandos de cientos de miles de millones de pesos sin ser tocados para nada…
Donde se condena a un campesino por robarse una gallina o un racimo de plátanos para calmar el hambre de su familia o a un habitante de la calle por apropiarse de un sobre de sopa en un supermercado pero se declara la libertad a congresistas, ejecutivos o administradores que han despilfarrado los dineros públicos, etc. etc.
llamados desigualdades.