lunes julio 22 de 2024

Un policía muerto y siete heridos, deja un procedimiento de desalojo en Cauca

14 octubre, 2016 Generales, Judiciales

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 Popayán, 14 de octubre_ RAM_ Es el segundo policía que muere en el transcurso de este año en la Hacienda La Emperatriz del municipio de Caloto.

Durante los hechos de hoy, otros siete policías más resultaron heridos con arma de fuego y armas contundentes.

La policía nacional informó que desafortunadamente el Patrullero Pablo Fernández Rojas falleció cuando era trasladado a recibir atención médica en el Hospital de Santander de Quilichao.

El uniformado recibió un impacto de arma de fuego disparado supuestamente por comunidades indígenas, que le atravesó el pecho a la altura del corazón. Las comunidades indígenas del Cauca habían anunciado esta semana que continuarían su proceso de recuperación de la madre tierra y a partir del 12 de este mes, su propósito era apoderarse de mil hectáreas, que según ellos están manos de industriales y terratenientes, a quienes acusan de despojo.

La situación en el norte del Cauca sigue siendo tensa, mientras una comisión de investigadores de la Fiscalía llegará al lugar para encontrar a los responsables del asesinato del policía adscrito al Esmad.

La institución lamenta y condena la muerte del patrullero Pablo Julián Fernández Rojas, ocurrida en medio de un procedimiento de desalojo a un predio rural del municipio de Caloto (Cauca).

La familia Fernández Rojas está de luto, al igual que la Policía Nacional de todos los colombianos. En un nuevo acto de barbarie, el destacado patrullero Pablo Julián Fernández Rojas fue asesinado en Caloto (Cauca).

La muerte del uniformado, adscrito al Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD), se produjo durante un procedimiento de desalojo ordenado en la hacienda La Emperatriz, de donde los uniformados trataban de retirar a las comunidades indígenas que acampan en ese sitio desde hace más de seis meses.

El patrullero, de 26 años y oriundo de Villavicencio (Meta), recibió un impacto de proyectil de arma de fuego en la región pectoral. Gravemente herido, el uniformado fue trasladado a la clínica Valle de Lili, de la ciudad de Cali, donde infortunadamente falleció.

“Es un repudiable acto de barbarie que enluta a una familia y a toda una institución. Esa no es la manera de protestar, ni de reclamar”, sostuvo el director general de la Policía Nacional, general Jorge Hernando Nieto Rojas. “Toda nuestra solidaridad y acompañamiento a la familia de nuestro valiente policía”.

El patrullero Fernández era un hombre de hogar, con 29 felicitaciones en su brillante hoja de vida, producto de su incansable servicio a la comunidad. Era técnico profesional en servicio de policía, con diplomado en derechos humanos y experto en control de multitudes.

En la revuelta también resultaron heridos al menos otros siete uniformados, los cuales son atendidos en el hospital La Niña María, de Caloto, y en Santander de Quilichao.

La Policía Nacional dispuso de un equipo interdisciplinario para iniciar la investigación tendiente a identificar y capturar a los responsables, quienes tendrán que responder por los delitos de homicidio agravado, ataque a empleado público, porte ilegal de armas y hasta concierto para delinquir.  A su vez, pondrá en conocimiento de la comunidad internacional los pormenores de este lamentable hecho.

En el procedimiento policial se han destruido 20 cambuches edificados por los indígenas y se han recuperado 30 de las 60 hectáreas que las autoridades buscan desalojar para regresarlas a sus legítimos propietarios.

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