La fórmula imperfecta
Por Esteban Jaramillo Osorio.
Incapaz de marcar su territorio, ha permitido el periodismo deportivo la irrupción de ex futbolistas y entrenadores en sus plataformas de emisión. Son tantos, algunos sin habilidad para argumentarse, llenos de códigos secretos, vacíos y comprometidos por su falta de ética. Hablan por el instinto y no por la reflexión.
Provienen de camerinos donde con sudores acumularon triunfos y fracasos, forjaron sólidas amistades, pero también incubaron hipocresías, deslealtades y silencios cómplices.
Respecto a la ética, asignatura que tantos de estos comentadores improvisados desconocen, una grata lección dio recientemente el nuevo presidente del Bucaramanga, Héctor García, quien días antes de asumir su cargo renunció a su condición de empresario activo de futbolistas.
En contraste, varios de los panelistas aludidos trabajan al tiempo dentro del fútbol, participan en los medios y fungen de representantes de jugadores.
Uno de ellos, no hace mucho, amenazó a reconocido entrenador con destrozarlo desde los micrófonos si no contrataba uno de sus protegidos, lo que en efecto hizo.
Otro , agredió a un hincha después de un partido y amenazó periodistas que se atrevían a controvertir su comportamiento; uno mas, quiso zanjar diferencias con su compañero, este si comunicador graduado, con un puñetazo.
Fueron tantos los casos en los que estos flamantes e improvisados oradores, activos en el fútbol, chocaron bruscamente con representantes de los medios, cuando estos requerían sus conceptos. Con grosería respondían, abusaban de monosílabos en frases vacías y se escondían en sus silencios, fomentando una tensión recíproca.
En este festival de advenedizos, que buscan los altavoces de radio y tv, el perjuicio mayor es para los jóvenes reporteros, obsesionados con su evolución profesional, con el sueño cada vez mas difícil de enfundarse el traje de comentaristas.
Injusto es desconocer, que varios ex jugadores, hacen diferencia positiva en sus labores actuales, porque fluyen en sus frases las ideas, se preparan, se animan a opinar desde sus conocimientos, lo hacen sin broncas, están al margen del fútbol activo y entienden que su rol esta en el concepto. ¡Que bien por ellos!