Cumplir los acuerdos de paz, es cumplirle a Colombia Destacado
Autoría de la Agencia Reporteros Sin Fronteras – Colombia
Bogotá, 06 de febrero _ RAM_ “Si el incumplimiento hubiese sido de las FARC, los enemigos de la paz y algunos medios de comunicación lo estarían gritando al mundo, el que incumple es el gobierno y todos asumen un silencio cómplice”.
Los acuerdos de paz firmados entre el gobierno colombiano en cabeza del presidente Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC, es uno de los hechos más importantes acaecidos en Colombia en el último medio siglo, y se convirtió en la esperanza del pueblo colombiano de poder acabar con la guerra interna vivida por más de 52 años, y así lograr que las nuevas generaciones nazcan y vivan en medio de una vida digna, incluyente y en paz con justicia social y duradera.
Estos acuerdos tienen tiempos, condiciones y responsabilidades compartidas por las partes que los firmaron, y queda claro que cumplir los acuerdos parcialmente y en su totalidad, es cumplirle a Colombia. En los últimos días, se ha observado que, desde diferentes puntos del territorio nacional, miles de hombres y mujeres pertenecientes a las FARC, han iniciado su última marcha en condición de organización político militar hacia las Zonas Veredales Transitorias de Normalización, la misma marcha que los guerrilleros consideran como la primera de la esperanza hacia la concreción de la paz.
Muchos de los frentes, comisiones y bloques guerrilleros se han movilizado durante días por tierra, agua, a pie, en camiones o camionetas 4×4 debido a las difíciles condiciones de acceso a los lugares donde estarán concentrados por seis meses según se lee en los acuerdos firmados, estos lugares denominados Zonas Veredales de Transitorias de Normalización, deberían convertirse en lugares donde la guerrillerada como ellos la denominan, continuara su formación política, económica, cultural y social, con miras a enfrentar su reincorporación a la vida civil. Formación que no ha sido posible llevar adelante y se complicará porque las aproximadas 5000 unidades de la guerrilla más antigua de América Latina, se encontraron con la sorpresa que los lugares a donde llegaron a cumplir su compromiso con el gobierno, pero en especial para con el país, no contaban con la mínima condición de vida digna, el gobierno no cumplió con su parte, y lo único que tenía listo era el terreno, aunque en ninguno existieran condiciones de habitabilidad, la mayoría únicamente fue descapotado, pero lógicamente carecen de alojamientos, baños, del servicio de agua y también de energía, aunque los acuerdos indican que las ZVTN tendrían incluso centros médicos, lugares como canchas de futbol, en conclusión condiciones suficientes para la estadía de las personas que allí se concentraran, no solamente de la guerrilla, sino de las comisiones de verificación.
A estos lugares determinados conjuntamente entre el gobierno y las FARC, han llegado comandantes guerrilleros que pertenecen al Secretariado, entre ellos Joaquín Gómez y Pablo Catatumbo, quienes indicaron que las FARC están cumpliendo su palabra haciendo presencia en las ZVTN, pero que se encuentran en medio del desconcierto por que no existen condiciones en las zonas para que permanezca una tropa numerosa, “las FARC cumplimos nuestra palabra, aquí no se trata de creer o no, es que firmamos un pacto, firmamos un acuerdo de paz ante el país y la comunidad internacional, y estamos obligados a cumplir, y estamos diciendo, las FARC cumplen como queda demostrado hoy, y vamos a exigir al gobierno que cumpla la parte que le corresponde” manifestó el comandante Catatumbo al llegar a la Elvira en el Cauca.
Aunque funcionarios del alto gobierno hablan de que las obras en las Zonas Verdales se encuentran ejecutadas en un 80 por ciento, los diferentes medios de comunicación que han acompañado las movilizaciones de los guerrilleros y guerrilleras de las FARC, han podido constatar que la situación es realmente precaria y en la mayoría de lugares destinados para la concentración, las obras no tienen un 20 por ciento de ejecución. Situación que causa desconcierto y más que eso preocupación, porque si el gobierno colombiano no cumple con esto, que se podría pensar en referencia al resto de compromisos adquiridos en el acuerdo de paz firmado en el teatro Colón de Bogotá.
Es justo el momento para que el presidente Juan Manuel Santos se ponga al frente de esta situación, o exija a quienes delego para esta tarea que se agilice y se ejecute en realidad, porque el incumplimiento puede entorpecer los tiempos y alargar el proceso de desarme y reincorporación de los alzados en armas, e igualmente dar alientos a quienes no creen en la paz para insistir en que el proceso es tan frágil que si ellos llegan al poder en el 2018 podrían tumbarlo o cambiar abismalmente las condiciones.
Esta situación donde las FARC se trasladan y concentran es un momento histórico no sólo para Colombia, sino para el mundo entero como quedó confirmado en la 16 Cumbre de premios Nobel de Paz, sin embargo no ha sido posible que se visibilice de una manera masiva, pero es seguro que si el incumplimiento hubiese sido por parte de las FARC, los enemigos de la paz y algunos medios de comunicación lo estarían gritando al mundo y llenarían las primeras páginas y abrirían sus noticieros con los titulares en contra del proceso de paz, pero como el que incumple es el gobierno, todos asumen un silencio cómplice.
Le está llegando la hora a la sociedad civil, para que, así como salió a las calles masivamente luego del 2 de octubre para reclamar que se firmara el acuerdo de paz a pesar del triunfo del No en el plebiscito, ahora le exija al gobierno que cumpla con lo acordado porque está en juego el sueño que han tenido los colombianos durante muchos años, vivir en paz. Cumplir los acuerdos es cumplirle al país, y a la comunidad internacional que brindó su apoyo a los diálogos, y hoy lo brinda al proceso de reincorporación y posconflicto.