viernes julio 19 de 2024

Gobierno y ELN instalaron en Quito, Ecuador, mesa pública de conversaciones

07 febrero, 2017 Política

QUITO, 07 de febrero _ RAM_ El gobierno abrió este martes diálogos de paz con su último grupo guerrillero activo, el ELN, buscando superar más de medio siglo de guerra interna y alcanzar la “paz completa” tras el histórico acuerdo con la guerrilla Farc.

Después de tres años de contactos secretos y varios meses de demora, delegados del gobierno de Juan Manuel Santos y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) instalaron la mesa de negociaciones en una ceremonia en Sangoloquí, a unos 30 km de Quito ante representantes de los garantes Ecuador, Brasil, Chile, Cuba, Noruega y Venezuela.

“Estamos ante la oportunidad de, por fin, pasar la página de la guerra”, dijo el jefe negociador del gobierno, Juan Camilo Restrepo.

Con la firma de la paz en noviembre con las Farc el ELN, alzado en armas desde 1964, es la única guerrilla activa del país, con unos 1.500 combatientes y varios miles de milicianos, según cifras oficiales.

“Asistimos a estas conversaciones con la convicción que debemos cambiar lo que haya que cambiar, con tal que se abran las puertas a una democratización del país que brinde a Colombia una vida digna”, apuntó por su parte Pablo Beltrán, jefe negociador de la delegación del ELN.

Las partes se sentarán a debatir a partir del miércoles a puerta cerrada, según fuentes de la cancillería de Ecuador, donde se celebrarán la primera y la última ronda de negociaciones. El resto se prevé en los otros países garantes.

El gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista) , la última guerrilla activa de ese país, abrieron el martes, 7 de febrero, en Ecuador diálogos de paz para poner fin a un conflicto armado de más de medio siglo. “La mesa de negociaciones entre el gobierno nacional de la república de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional se instala en Ecuador”, dijo el representante de Quito, Juan Meriguet, al inaugurar las conversaciones con las que se busca la “paz completa”, tras el acuerdo alcanzado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) . En el acto protocolario, que se cumple en una hacienda de los jesuitas en las afueras de la capital ecuatoriana, participan los jefes negociadores del gobierno colombiano, Juan Camilo Restrepo, y del ELN, Pablo Beltrán, así como el canciller de Ecuador, Guillaume Long. También asisten representantes de Brasil, Chile, Cuba, Ecuador, Noruega y Venezuela, garantes de las pláticas, que se iniciaron hace tres años de manera secreta en varios países. Los debates se desarrollarán a puerta cerrada en la hacienda jesuita Cashapamba, según fuentes de la cancillería ecuatoriana, donde se celebrarán la primera y la última ronda de negociaciones. El resto se prevé en las otras naciones garantes. Con las pláticas con el ELN, Colombia, que implementa el pacto firmado con las FARC en noviembre, busca superar una conflagración interna que ha involucrado, además de guerrillas, a paramilitares y fuerzas del Estado, con saldo de 260 000 muertos, 60 000 desparecidos y 6,9 millones de desplazados.

Palabras del Jefe de la Delegación del Gobierno de Colombia, Juan Camilo Restrepo, en la ceremonia inaugural de la Mesa Pública de Conversaciones con el ELN

Colombia hoy no es el mismo país que hemos conocido en las últimas décadas. El de hoy, es un país con renovadas esperanzas de futuro, de unidad, de progreso; con desafiantes mandatos y expectativas de la sociedad. Nuestra nación hoy es un laboratorio universal de construcción de la paz, quizás el más vanguardista de esta época.

A lo largo de toda su vida republicana, Colombia ha enfrentado múltiples conflictos y expresiones de violencia; ha vivido grandes frustraciones y barbaries vergonzantes. Ha acumulado dolor y resentimiento. Sin embargo, ha continuado su camino hacia delante. Hoy estamos ante la oportunidad de, por fin, terminar el conflicto armado y pasar la página de la guerra.

Por años, Colombia, gobierno tras gobierno, emprendió la difícil tarea de conseguir la paz; por diferentes caminos, con resultados muy disimiles. Es una historia valiosa que nos ha dejado experiencias y aprendizajes invaluables.

Hemos aprendido a ponernos objetivos y a definir rutas concretas para avanzar en la dirección que el país necesita.

Hemos aprendido que tenemos visiones muy diferentes acerca de la naturaleza del conflicto y que las mesas de conversaciones, como esta que hoy se inicia, no son para ahondar en ellas, sino para encontrar los caminos para superar las heridas del conflicto y crear las condiciones para que no se repitan.

Hemos aprendido la trascendencia del papel de la ciudadanía al acompañar estos procesos, y cómo su interés, su conocimiento, y sabiduría pueden facilitarnos la tarea de llegar a acuerdos.

Hemos aprendido, también, que una mesa de diálogos tiene la enorme tarea de acordar el fin del conflicto armado, pero en ningún caso reemplazar las instituciones.

Construyendo sobre estos aprendizajes, de una manera franca, seria, realista, respetuosa y con un claro objetivo en mente, adelantaremos este proceso con el ELN.

Nos convoca para estas conversaciones la grandeza para poner la paz por encima de nuestras diferencias y para entender que son precisamente esas diferencias las que nos enriquecen como nación.

Unas conversaciones que materialicen el mandato constitucional de que “la paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento”.

¡Los colombianos tenemos derecho a la paz!

El acuerdo de diálogos de marzo de 2016: nuestra carta de navegación

Seremos fieles al texto y al espíritu del acuerdo suscrito en marzo de 2016; las agendas temáticas escogidas, su filosofía, sus principios y procedimientos serán nuestra carta de navegación.

De esta agenda quiero comenzar por rescatar dos elementos: la decisión de las partes de ejecutar los temas con la mayor “celeridad y rigurosidad”, así deice el acuerdo, criterios estos que quedaron expresamente consignados allí, por lo tanto, esto que hoy comenzamos no debe confundirse con una paz exprés.

Pero sí quiere decir, y quiero recordarlo en esta ocasión, que las partes nos hemos comprometido, a avanzar. Avanzar con tanta celeridad como la prudencia lo permita.

No venimos a esta mesa a explorar; ya la fase exploratoria quedó atrás. El objetivo de esta mesa –cito nuevamente el texto de marzo del año pasado- es “subscribir un Acuerdo Final para terminar el conflicto armado y acordar transformaciones en búsqueda de una Colombia en paz y equidad.” Esa es nuestra misión.

En esta fase pública, y en ella, nuestro espíritu es el de lograr un proceso creativo, innovador y pragmático que nos permita cumplir con los objetivos trazados. Venimos con una actitud propositiva para lograrlo.

Evitaremos caer en discusiones interminables, en un marasmo de conversaciones, o en un permanente estado dialogante. Estamos ya en un camino, debemos seguirlo recorriendo y estamos decididos a hacerlo.

Colombia y el mundo reconocen que esta oportunidad que hoy tenemos para terminar el conflicto armado y sentar las bases para la construcción de la paz muy difícilmente se nos volverá a presentar en el futuro. Esperamos que el ELN también valore y comprenda que éste es el momento de la paz.

El proceso que hoy inicia es un proceso independiente de otros, y por lo tanto merece un tratamiento único, particular; las discusiones serán autónomas y con esto pretendemos llegar a los acuerdos que respondan a la naturaleza de esta mesa. Reconocemos al ELN como una organización con su identidad e historia propias.

Claro, deberemos tener la madurez para incorporar del Acuerdo de La Habana aquellos aspectos que convengamos necesarios, siempre con una mirada constructiva y realista de los grandes avances que éste incorpora.

Tal como está consignado en nuestra carta de navegación, cito de nuevo, “Una vez hecho público este proceso”, es decir, a partir de este momento, “se establecerán mecanismos con la mesa de La Habana para identificar temas en que se requiera coordinación y sincronía”, hasta allí el texto. Este también será un elemento esencial que nos guiará en estas conversaciones.

Terminar el conflicto para construir la paz

A lo largo de los últimos años hemos enfatizado la importancia de llegar al fin del conflicto. Es decir, superar la etapa de la confrontación armada, y permitirnos empezar otra, marcada por las transformaciones necesarias para alcanzar la paz. Como indica nuestra carta de navegación, el objetivo de este ejercicio en uno de sus puntos es: “ponerle fin al conflicto armado para erradicar la violencia y propiciar el tránsito del ELN a la política legal”.

Cada dilación innecesaria en la búsqueda de la paz, significa el sacrificio de vidas y es tiempo que se pierde para sembrar las bases de la reconciliación nacional.

No es posible realizar los cambios que Colombia necesita, y sobretodo atender aquellas regiones más afectadas por la guerra si no somos capaces de detener la violencia.

Por supuesto que debemos cerrar las brechas en las condiciones económicas y sociales de que adolece el país. Que todos los colombianos, indistintamente del lugar donde vivan, tengan acceso a las mismas oportunidades. Que los derechos de todos se garanticen de la misma manera.

Queremos también profundizar nuestra democracia; alcanzar plenas garantías para la libre expresión de las ideas, que nadie sea estigmatizado por la forma como piensa, y así como decimos que el tiempo de la paz ha llegado, decimos también con la misma convicción, que el tiempo de la política con armas debe terminarse en Colombia.

Entendemos que modernizar nuestro Estado pasa por asegurar una mayor participación de la ciudadanía en los asuntos que la afectan directamente; promover una ciudadanía activa que contribuya a la toma de decisiones y al ejercicio del control político, como ha sido el espíritu de nuestra Constitución vigente y lo han reiterado nuestras Cortes.

Ejercicios de deliberación democrática sobre problemas como la educación, la pobreza, la exclusión social, la corrupción y la degradación ambiental, todos ellos incluidos en la agenda pactada con el ELN para estos diálogos, pueden beneficiar de manera notable a departamentos como Arauca, Norte de Santander, Cauca o Chocó, por solo mencionar algunos.

Hace pocos días en el departamento de Arauca, sus habitantes nos señalaron su deseo de emprender proyectos para las comunidades, y la urgencia apremiante de tener oportunidades económicas y opciones productivas. Pero también señalaron que esto debe hacerse en un ambiente sin la coacción armada que les pone tantas limitaciones y les viola sus derechos.

De eso se trata este proceso: de reconocer a las comunidades, entenderlas, saber escucharlas para acordar planes y programas que mejoren su calidad de vida.

La prioridad son las regiones. Poner en marcha la construcción de la paz supone respetar sus necesidades, su vocación, su propia historia, y su cultura. Una paz desde los territorios.

Las víctimas

Colombia honra a las víctimas de este conflicto. Insistiremos, como lo hemos hecho sin cesar, en que los derechos de las victimas están en el centro de estas conversaciones. La verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición son las raíces profundas y reales de la reconciliación. Estamos aquí para garantizar y defender esos derechos.

Las victimas juzgarán si estuvimos a la altura de este enorme reto.

Fin de la violencia. No más secuestro

De todo esto se trata este proceso, y fundamentalmente, que se termine la violencia que se traduce en la amenaza de las armas.

La ciudadanía no quiere más enfrentamientos en los que mueran nuestros jóvenes, los ataques contra la infraestructura que afectan a la población; la intranquilidad de vivir acosados e intimidados por la violencia diaria y de la inaceptable práctica del secuestro.

Quiero aprovechar esta ocasión para invitar al ELN a darle, ojalá pronto, la mejor noticia a los colombianos con una renuncia pública al secuestro. No es aceptable en ningún caso, ni en el plano humanitario, ni en el plano ético, ni en el político, ni el jurídico; el secuestro fue, ha sido y será injustificable.

Sin esta decisión por parte del ELN será muy difícil avanzar en la construcción de acuerdos y garantizar mejores niveles de credibilidad de esta mesa de diálogo. Colombia, la comunidad internacional aquí presente y las familias de quienes aún continúan secuestrados por el ELN esperan prontamente este anuncio.

Temas con los que inicia la mesa

Empezamos estas conversaciones con dos temas de manera simultánea o mejor con dos mesas:

Las dinámicas y acciones humanitarias: Lo humanitario y la construcción de gestos de confianza serán preminentes en el proceso que hoy inicia. Esto debe generar mejores condiciones para la discusión de otros temas de la agenda.

Y la segunda, es la participación de la sociedad en la construcción de la paz: Para que ésta sea útil, debe ser ordenada; para que sea provechosa debe acotarse en tiempos determinados, y para que sea relevante, debe enmarcarse en el espíritu participativo de la Carta del 91.

Este propósito de la Constitución del 91 ya cuenta con un desarrollo institucional para lograr la participación y sin duda será un soporte básico para cumplir los propósitos ya mencionados: una participación útil, provechosa y relevante.

Leo textualmente el acuerdo de marzo de 2016, “Las delegaciones definirán la metodología de trabajo y las formas en que estas iniciativas se considerarán, así como los mecanismos y formas de participación de la sociedad.”

Esta es la primera tarea a la que debemos abocarnos en esta mesa.

Teniendo una metodología clara, confiamos en que las propuestas de la sociedad, sin tener un carácter vinculante, serán de vital importancia en esta mesa.

Sabemos que estas propuestas, sumadas a aquellas que lleven a dicha mesa Gobierno y ELN, nos permitirán enriquecer el análisis de los temas que vamos a discutir.

Ese es el espíritu y el texto de lo ya acordado, y sobre el que empezamos a trabajar desde hoy.

Hacia una Colombia en Paz

La paz es para todos los colombianos; es la paz de la región, y una luz de esperanza para el resto de la humanidad.

Las nuevas generaciones, las víctimas del conflicto y el mundo entero están esperando que tengamos la sabiduría y la grandeza para superar esta guerra inútil.

Creemos en la importancia que tiene el paso que damos hoy. Un paso firme hacia esos ideales supremos de la nación.

Nuestro agradecimiento al Gobierno de la República del Ecuador por la generosa hospitalidad que le brinda a este encuentro por la paz y a la Universidad Católica por esta magnífica sede para que aquí tengan lugar estas conversaciones.

Agradecimientos también a todos países garantes: Brasil, Chile, Cuba, Noruega y Venezuela, que con dedicación y profesionalismo vienen acompañando este proceso. Y a los demás países que acompañan y lo apoyan.

Agradecimiento también, y muy especial, a la Iglesia Católica que con su acompañamiento desinteresado y sincero viene prestando un apoyo invaluable a este proceso.

No podemos ser inferiores al mandato que por la dignidad y la paz le reclaman a estas negociaciones los colombianos. Queremos responder a ese llamado.

Queremos dar pasos firmes hacia una Colombia en paz.

Muchas gracias.

Definidos negociadores del Gobierno en los diálogos con el ELN 

El Presidente Juan Manuel Santos expidió la resolución 047 del 6 de febrero de 2017, a través de la cual nombra de manera oficial a los negociadores que representarán al Gobierno Nacional en los diálogos con el ELN. Estas conversaciones tendrán una dinámica diferente. Por eso los negociadores entrarán y saldrán de la mesa constantemente, dependiendo del tema que se esté discutiendo.

Después de haber culminado exitosamente las conversaciones de paz con las Farc, se dio el siguiente paso al iniciar negociaciones con la guerrilla del ELN, la última guerrilla de Colombia y Latinoamérica. A través del diálogo terminará una guerra que lleva más de 50 años y al fin todos los colombianos podrán disfrutar de un país en paz.

Miembros de la Delegación de Gobierno 

Juan Camilo Restrepo

Es el jefe de la delegación de gobierno para los diálogos de paz con el ELN. Ha sido Ministro de Minas, Ministro de Hacienda, Embajador de Colombia en Francia y Ministro de Agricultura durante el Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos. Se ha desempeñado como Superintendente Bancario, Presidente de la Comisión Nacional de Valores, Gerente Comercial de la Federación Nacional de Cafeteros y Presidente de Acerías Paz del Río.

Juan Fernando Cristo Bustos

Actualmente es el Ministro del Interior del Presidente Juan Manuel Santos. Fue codirector del Partido Liberal y cuatro veces senador, en donde asumió la presidencia del Congreso. Fue autor de la Ley de Víctimas y Reparación de Tierras de 2011, que reconoció los derechos de las víctimas del conflicto y que permitió crear un ambiente propicio para la negociación de paz. También se desempeñó como viceministro de Relaciones Exteriores y fue embajador en Grecia. Durante su vida pública siempre ha creído en el diálogo como la mejor forma para solucionar el conflicto armado.

Clara López Obregón

Actualmente es la Ministra de Trabajo del Presidente Juan Manuel Santos. Fue asesora de la presidencia de la Asamblea Constituyente y asesora del Ministerio de Desarrollo en temas legislativos entre 1995 y 1999. Asimismo, coordinó el comité técnico de la Comisión Nacional de Regalías y luego fue asesora del Ministerio de Trabajo y de la Superbancaria. Ha sido candidata presidencial en varias ocasiones y candidata a la alcaldía de Bogotá. Es una defensora de la lucha por la justicia social y la equidad. Se ha  caracterizado por ser una lideresa entusiasta, independiente, por pensar diferente. Su gestión frente a la cartera laboral, le ha  permitido impulsar el diálogo social y aportar a la pedagogía de paz.

Roy Barreras Montealegre

Actualmente es Senador de la República. En 2016 fue nombrado por el Presidente Juan Manuel Santos como negociador plenipotenciario en el proceso de paz con las Farc, siendo el único negociador de La Habana que participará con el mismo cargo en los diálogos con el ELN. Es médico de profesión y escritor. Considera que cada día es un regalo y por eso hay que ayudar a los demás para que puedan vivir sus días y sus vidas en paz.

Germán Varón Cotrino

Es abogado especialista en derecho administrativo. Actualmente es Senador de la República, cargo que desempeña desde 2014. Aquí ha trabajado en importantes proyectos legislativos como el Código de Policía vigente, del cual fue ponente. Dentro de su ejercicio público fue elegido Representante a la Cámara en 2002, en donde asumió la presidencia de dicha corporación. Asimismo, se desempeñó como Secretario General de la Personería Distrital  y Personero  de Bogotá.

Juan Mayr

Es fotógrafo y ambientalista. Fue exministro de Ambiente entre 1998 y 2002 durante el gobierno del Presidente Andrés Pastrana. A lo largo de las últimas cuatro décadas ha dedicado gran parte de su tiempo a la defensa de las comunidades indígenas. Fue el fundador y Director Ejecutivo de la Fundación Pro-Sierra Nevada de Santa Marta por más de 13 años y actualmente es miembro de la Comisión de Conciliación Nacional. Es un convencido de que Colombia es un país lleno de oportunidades y que este momento que está viviendo el país permitirá voltear la página y ver la importancia del respeto a la vida, a la naturaleza y a la diversidad cultural.

Luz Helena Sarmiento Villamizar

Fue Ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible desde 2013 y hasta el final del primer mandato del Presidente Juan Manuel Santos. Ha impulsado programas de ordenamiento territorial y de desarrollo sostenible, tanto desde el sector público como privado. Considera que el conocimiento de los territorios y las vocaciones de los mismos garantiza el éxito de los procesos de construcción de paz.

Mónica Cifuentes

Es abogada penalista con amplia experiencia en el ejercicio del litigio y en el diseño y formulación de políticas públicas en materia de política criminal, estrategia anticorrupción, políticas de seguridad, defensa y justicia transicional. Hizo parte del equipo negociador del Gobierno Nacional en las conversaciones con las Farc y además conformó la Subcomisión técnica del fin del conflicto, en donde se discutieron todos los asuntos relacionados con el desarme, la desmovilización y la reintegración (DDR). En 2016 conformó la terna para Fiscal General de la Nación, junto con Néstor Humberto Martínez y Yesid Reyes Alvarado.

General (r) Freddy Padilla de León

Fue Comandante del Ejército Nacional entre 2006 y 2010, durante el Gobierno del presidente Álvaro Uribe, quien lo ascendió a General de cuatro soles. Bajo su mando se realizaron las operaciones ‘Jaque’, ‘Fénix’ y ‘Camaleón’. En 2009 Padilla fue designado Ministro de Defensa encargado y posteriormente fue embajador en Viena. Impulsó las principales reformas en las Fuerzas Militares, en áreas de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario.

General (r) Eduardo Herrera Berbel

Perteneció al Ejercito Nacional por 36 años, en donde fue oficial del Ejército en el grado de Mayor General. Fue miembro del Estado Mayor de Coordinación y Director de la Escuela Superior de Guerra. En 1997 fue Jefe del Comité de Desminado para Centroamérica de la OEA y entre 2000 y 2001 fue asesor del equipo negociador de paz durante el Gobierno del Presidente Andrés Pastrana. Es un convencido de que la victoria de las Fuerzas Militares es la paz, pues sin conflicto armado es posible construir una Colombia reconciliada y justa.

Alberto Fergusson

Es médico psiquiatra y psicoanalista. Actualmente se desempeña como vicepresidente de la Asociación Mundial de Rehabilitación Psicosocial (Warp). Ha sido activista en pro de la defensa de los derechos del enfermo mental, y autor de más de 70 artículos y 8 libros. Es famoso por desarrollar la teoría del Autoanálisis Acompañado, que trabaja especialmente para que las comunidades encuentren formas de valorar la diversidad y la inclusión de los sectores socialmente excluidos.

Juan Sebastián Betancur

Entre 2013 y 2016 fue embajador ante la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el  Fondo Internacional de Desarrollo Agrario (FIDA). Así mismo, fue embajador de Colombia en Italia. Durante 9 años ejerció la Presidencia de Proantioquia en Medellín, entidad del sector empresarial que tiene como misión apoyar políticas públicas de innovación, educación y salud. Es un convencido de que la participación de sector empresarial es fundamental en la construcción de paz.

José Noé Ríos

Actualmente es asesor del Presidente Juan Manuel Santos en temas de convivencia y diálogo social. Tiene una amplia experiencia en temas de conflicto, convivencia, reinserción y negociaciones de paz. Participó en los procesos que permitieron el reintegro a la vida civil del M-19, el Ejército Popular de Liberación (EPL), el Quintín Lame y la Corriente de Renovación Socialista; así mismo, fue asesor durante los diálogos de Tlaxcala (México).

María Alejandra Villamizar

Desde 2015 es la directora de ‘La Conversación más Grande del Mundo’, un proyecto de participación ciudadana y de pedagogía para la paz, que busca incentivar la participación y deliberación pública durante la transición hacia el postconflicto. Es periodista y ha trabajado en los procesos de paz de tres gobiernos diferentes como asesora de comunicaciones.

Jaime Avendaño

Fue director del Centro de Coordinación de Acción Integral (CCAI). Es experto en asuntos de convivencia, reinserción y acciones integrales en zonas de conflicto. Esta experticia llevó a que fuera designado por el Presidente Juan Manuel Santos como negociador alterno en la mesa de diálogo con miembros representantes de las Farc en Cuba y gestor en las reuniones exploratorias con delegados del ELN.

Asesores de la Mesa 

Julián Arévalo

Es economista de la Universidad Externado y doctor en Ciencia Política de la Universidad de Boston. Se encuentra vinculado al equipo de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz desde septiembre de 2012, donde ha participado de los recientes procesos de conversaciones con las Farc y con el ELN.

Hugo Peñafort Sarmiento

Fue Miembro de la Delegación Gubernamental de la Comisión para la Prevención del Crimen y la Justicia Criminal en Viena entre 2001 y 2003. Ha sido asesor de la Fiscalía General de la Nación, el Ministerio de Defensa y la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, en donde ha trabajo en temas de atención humanitaria y programas contra la corrupción. Es docente y académico.

ELN no descarta seguir secuestrando en medio de diálogos de paz 

Para el ELN, última guerrilla activa de Colombia tras la paz con las Farc, la lucha armada revolucionaria “tiene plena vigencia”, a días del inicio previsto de diálogos con el gobierno para terminar más de medio siglo de conflicto.

“Mientras existan las necesidades que dieron origen a esta insurgencia, habrá que seguir luchando”, dijo a la AFP Danilo Hernández, comandante del Frente de Guerra Occidental Resistencia Cimarrón, mando medio del ELN en el departamento del Chocó, fronterizo con Panamá.

El jefe rebelde destacó la unidad del ELN para afrontar la negociación, que se abrirá en Quito el 7 de febrero si la guerrila libera antes al excongresista por Chocó Odín Sánchez, en su poder desde abril pasado, y tras el indulto a dos guerrilleros por parte del gobierno y la designación de otros dos como facilitadores de paz.

A continuación, la entrevista realizada en la región selvática del río Baudó, donde el ELN tiene fuerte presencia:

¿Cómo va el proceso de entrega de Odín Sánchez?

Está en curso. El 2 de febrero sería la liberación, si el gobierno no cambia las condiciones a última hora.

¿Hay más retenidos?

Es probable, estamos en un conflicto.

¿Y hay menores de edad en sus filas?

Si se toma en cuenta a los de 16, 17 años, sí. El Derecho Internacional Humanitario permite que mayores de 15 años participen en un conflicto. No reclutamos a la fuerza.

¿El ELN tiene voluntad de paz?

Siempre la hemos tenido. Pero el gobierno ha trazado unas líneas rojas, que son las que dieron origen al conflicto. Y mientras no se les busque solución, la paz se ve cada vez más difícil.

¿Cuáles son?

El gobierno ha dicho que no se toca la propiedad privada, que es la que empobrece más a los pobres, ni la doctrina militar. Pero de los homicidios en Colombia, un gran porcentaje es cometido por las fuerzas militares, la policía, aliadas con el paramilitarismo, el brazo derecho del Estado.

La desmovilización de paramilitares en Colombia terminó en 2006. ¿El fenómeno sigue vigente?

Sigue vigente y fortaleciéndose.

¿Los diálogos permitirán sortear esas líneas rojas?

La sociedad es la que tiene que resolver las necesidades y eso es lo que va a buscar el ELN.

¿El ELN llega unido a este proceso de paz?

Totalmente. Es una organización cohesionada. Es falso que haya divisiones internas.

Rehenes para pagar la guerra

¿Seguirán reteniendo personas durante la negociación?

El gobierno colocó la condición de dialogar en medio del conflicto, y si la guerra implica las retenciones es un tema que se estaría discutiendo también en la mesa.

¿Por qué toma rehenes el ELN?

Es un método de financiación.

¿Qué otros hay?

En las zonas donde hay narcotráfico, la guerrilla cobra un impuesto a quien vaya a comprar la coca. El ELN no tiene ninguna relación directa con cultivos. No tenemos ningún otro vínculo con el narcotráfico.

¿Están a favor de una tregua bilateral?

Bueno sería. No comprendemos cómo vamos a hacer la paz en medio del conflicto, que es lo que ha pedido (el presidente) Juan Manuel Santos.

¿Con la paz con las Farc aumentará la ofensiva contra el ELN?

Siempre ha habido. Incluso hace unos días hubo un bombardeo en el Chocó. De pronto aumenta un poco más la persecución.

El gobierno dice que el ELN tiene unos 1.500 combatientes.

Somos muchos más.

¿El proceso con el ELN será como el de las Farc?

Tratamos de que sean diferentes. Respetamos las negociaciones de las FARC, pero no las compartimos, pensamos que no se trató a fondo los temas, todo fue muy superficial.

¿Se firmará la paz antes de que Santos deje el gobierno en agosto de 2018?

No tenemos afán por terminar.

¿Por qué el ELN quiere llevar la negociación en Ecuador, Brasil, Chile, Cuba y Venezuela, garantes de los diálogos junto con Noruega?

Es una obligación que tenemos con el mundo. El gobierno tiene miedo de que nos demos a conocer.

El ELN es la única guerrilla del continente. ¿No es un modelo agotado?

La lucha armada revolucionaria tiene plena vigencia. Mientras existan las necesidades que dieron origen a esta insurgencia, habrá que seguir luchando.

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