Hablemos de el muro y el metro bogotano
Por: Jorge Giraldo Acevedo.
Un especial amigo me insinuó recientemente que escribiera sobre la propuesta de la construcción de un muro en la frontera entre México y los Estados Unidos y las añejas gestiones para realizar el metro para la capital colombiana.
Efectivamente y a menos de un mes de posesionado el nuevo mandatario Donald Trump ha insistido en su propuesta de campaña electoral en el sentido de construir un muro en la frontera entre México y los Estados Unidos.
Con el poder económico, político y social de esa nación no existe ninguna duda que esa obra se haga pero anhelamos que su costo lo asuma el gobierno norteamericano y que el gobernante mexicano, ante la construcción del muro de la discordia, tendría la oportunidad para abrir sus fronteras a empresas y ciudadanos que quieran invertir en el país azteca con una muy especial ventaja que está a la vista y es el bajo costo de la mano de obra.
No nos digamos mentiras el gobierno de México, si se lo propone, puede afectar la economía de los Estados Unidos de América con una política de apertura y de paso acabar con el mito del llamado «sueño americano».
Claro que no hay que desconocer que en la presente época tanto México como Estados Unidos se benefician mutuamente con sus relaciones económicas, comerciales y sociales.
Ahora bien si por decisión de Donald Trump se construye el muro de la discordia, será un clarìsimo ejemplo para Colombia y muy especialmente para la capital, Bogotá, donde las diferentes administraciones aún gastan enormes cantidades de dinero en estudios de factibilidad para la construcción del metro que es el proyecto más estudiado del mundo; lleva más de 70 años.
La capital colombiana, Bogotá, con más de 9 millones de habitantes carece del sistema de metro para el transporte, obra que sí tienen, entre otras ciudades, Medellín, México, Madrid, Buenos Aires, Santiago, Caracas, Lima y Panamá…
Es una situación inexplicable debido a que el día 28 de junio del año 2010 el entonces presidente, Álvaro Uribe Vélez, y el alcalde, Samuel Moreno Rojas, suscribieron el acuerdo financiero para el metro.
El sistema metro para los bogotanos, valga la repetición, es el más estudiado del planeta; en el año 1947, hace 70 años, durante el gobierno conservador de Mariano Ospina Pérez y la primera administración como alcalde de Bogotá de Fernando Mazuera Villegas se hizo el primer estudio sobre su viabilidad.
A estas alturas uno no se explica las razones para otros estudios de factibilidad cuando administrativamente se debe poner en práctica el referido acuerdo financiero firmado hace cerca de siete años.
Por lo tanto, la ejecución de esta obra es una decisión que no admite más estudios de factibilidad o falsos anuncios sobre renovaciones de acuerdos; es una obra prioritaria, un clamor popular.
Si el metro bogotano fuera una gestión del gobierno de los Estados Unidos o China, seguro que se hubiera hecho hace muchos años pero, la verdad sea dicha, ha faltado una concreta decisión del Gobierno Nacional y la Alcaldía de Bogotá.