lunes noviembre 25 de 2024

El Ojo del Halkón Proceso de paz y corrupción

Por Rubén Darío Mejía Sánchez

A partir de este martes 21 de marzo se inicia en firme la campaña presidencial 2018 que sin lugar a dudas será uno de los tiempos más delicados en la situación actual, política, económica y social del país, y es cuando encontramos que dos puntos fundamentales serán la base o como se llama caballito de batalla, que expondrá quien aspire a la Primera Magistratura.

Hace algunos años hubo campañas políticas bastante sui generis, unas que buscaban tener un presidente que de verdad hiciera algo, porque el que estaba en el poder había estado totalmente nulo, por tener que defenderse a todo momento ante la justicia y los grandes escándalos que tuvo que enfrentar y hablamos precisamente de Ernesto Samper Pizano, quien para muchos no gobernó sino que hizo algo parecido a Gustavo Petro, defendiéndose durante todo el periodo, del elefante que se le entró a sus espaldas sin que se diera cuenta; llegó Pastrana, que no fue uno de los mejores gobiernos y fue por eso que cuando apareció Álvaro Uribe fue considerado el gran salvador, quien hizo un excelente periodo y con su seguridad democrática dio oportunidad a los colombianos de volver a viajar por las diferentes regiones del país, porque vale la pena destacar que dio duro y a la cabeza arrinconando a los grupos terroristas y guerrilleros, especialmente a las FARC, lo que hizo que en este momento ya sin tanta fuerza se hayan tenido que acoger al proceso de paz que se adelanta.

El segundo mandato de Uribe no fue tan positivo, porque se habla que en la parte social las cosas no salieron muy bien, pero hay que destacar que bajo su sombra salió electo el presidente Juan Manuel Santos, quien no estuvo de acuerdo de seguir las directrices del ex gobernante, quien se vio casi que obligado para seguir figurando dejar de un lado ser ex presidente para aspirar al Congreso de la República, desde donde ha ejercido la más grande oposición a su protegido políticamente.

Juan Manuel Santos se la ha jugado con toda al Proceso de Paz, aunque ha tenido buenos resultados en algunos sectores como la educación y muy regulares en lo que tiene que ver con orden público y en la parte económica, que lo único que lo ha salvado es la confianza de los empresarios nacionales e internacionales en lo que puede ser un mejor futuro para el país, en caso de quedar en firme el Proceso de Paz, con el desarme y los cumplimientos del resto de acuerdos de La Habana.

A pesar de la unidad nacional, las cosas no han sido muy fáciles para Santos, porque el ex presidente Uribe ha sido su piedra de tropiezo y con sus directivos del Centro Democrático, ha tratado de mostrarle al país que nada de lo que ha hecho el presidente Santos, lo ha hecho bien y es que Uribe tiene razón, cuando él quería que se le tuviera en cuenta por su colaboración para llegar a la Presidencia de la República, Santos olímpicamente lo ignoró y eso de verdad tiene un precio que se debe pagar.

No se entiende si ese grupo de opositores al Gobierno Santos están más interesados en sus asuntos personales que en los asuntos del país, pero de lo que si debemos de estar seguros es que la polarización y el odio se vieron de manera tal cuando la votación del Plebiscito por el Si o por el No y que ganó el No; a pesar que se adelantaron reuniones y se trató de llegar a acuerdos, nada de lo que se hizo le gustó a los que iban por el No, quienes han seguido tratando de decir que hay que esperar a ver quién llega a la Presidencia en el 2018, para hacer los cambios a los temas con los que no están de acuerdo en los Acuerdos de Paz.

Se dice que la paz es para todos y de todos, pero vemos que este es un país guerreristas en donde hay muchos intereses creados y en donde muchos van a perder poder político y económico, cuando las armas definitivamente se silencien y las cosas vuelvan a su normalidad, lo que es de entender porque ya nos hemos enseñado a vivir en guerra por más de sesenta años.

Ha intervenido todo personaje importante en el mundo, para que hayan unos verdaderos acuerdos y para tratar de limar asperezas entre los directivos políticos, lo que no ha dado resultados, porque ni siquiera el papa Francisco fue capaz de ayudar a que se terminaran las diferencias y llegaran a acuerdos el Presidente Santos y el Ex presidente – Senador Uribe.

Y como si esto fuera poco, se habla de impunidad sin darle importancia a la Justicia Especial para la Paz, y lo peor de todo es que volvemos a lo mismo que es la desinformación, como sucedió cuando la campaña del Sí y del No, y aquí tenemos que ver mucho quienes estamos o pertenecemos a los medios de comunicación, porque hay muchos de mis colegas que en vez de informar desinforman, haciendo que las personas de menor educación a la hora de la verdad no sepan para dónde coger y yo nada más he tenido que sufrir que mis propios colegas me hayan censurado en la manera de escribir, por intereses de unos o de otros sectores, lo que me duele en un país en donde se habla de libertad de prensa y donde he ejercido la profesión por más de cuarenta años.

Caballito de batalla, la validez o no validez del Proceso de Paz, pero ahora se destapa el gran escándalo de la corrupción, y es el caso de Odebrecht el que le pone el cascabel al gato, lo que considero bastante delicado, porque como van las cosas va a resultar untado todo el mundo, en casos de corrupción y cuando menos pensemos no vamos a tener candidatos que  estén en condiciones para la contienda electoral, porque de un lado o de otro han recibido coimas o simplemente porque los contendores los van a señalar, van a hacer que se les adelanten investigaciones y mientras todo se aclara el tiempo ha pasado.

Seha hablado de tomar medidas para el financiamiento de las campañas políticas, pero unos no están de acuerdo que sea el Estado el responsable de los gastos que se presenten al respecto, otros que la empresa privada no meta la mano, para que no se sientan comprometidos en el momento de llegar a los cargos públicos y como decía mi abuelo, hay mucha gente que no raja ni presta el hacha y por los intereses personales trata que el país se vaya a la banca rota o al desastre político, porque las cosas no les favorecen a ellos.

La responsabilidad política es de todos en este momento y el partidor electoral apenas se abre y ya vemos como Oscar Iván Zuluaga e Iván duque están en la picota pública por las reuniones de Odebrecht, y así como ellos otros tantos llegaran, mientras que los partidos políticos, por sus divisiones internas aun no toman decisiones de cómo se presentarán a las elecciones del 2018, si en coaliciones o con candidatos propios.

El negociador del Proceso de Paz, Humberto de la Calle Lombana dijo al final de la semana que era necesaria una gran coalición para blindar los acuerdos de La Habana, pues de lo contrario con los anuncios hechos por el Centro Democrático se corría peligro que cinco años de grandes trabajos y sacrificios se quedaran en nada y eso por el solo hecho de querer conseguir el poder de la manera que sea.

Hay miedo que el Gobierno no le pueda o no le cumpla a las FARC, quienes bien o mal han cumplido en parte los acuerdos, como la dejación de armas, la entrega de menores en las filas y la desmovilización y es así como llevamos algunos meses de una paz en donde se han silenciado los fusiles y pareciera que todas las cosas tomaran su rumbo, a pesar de la improvisación de los campamentos y de la burocracia existente en el Estado que no ha dejado que las cosas progresen rápidamente.

Estos comicios electorales son una gran papa caliente y es el momento de desarmar los corazones y de pensar en el verdadero pueblo colombiano, no solo el que vive en las ciudades, sino en el principal que es el del campo, de donde vienen los alimentos y el sustento para toda la población. Dejando de un lado los intereses personales y los colombianos bien informados pueden elegir unos excelentes mandatarios, porque a pesar de todo el país tiene aún gente buena en los diferentes sectores, políticos, económicos y sociales.

NOTA: No puedo dejar de protestar y de poner el grito en el cielo contra los que informan mal y que han echado a rodar bolas de mentiras y se han satanizado por la visita del papa Francisco, hasta el punto de decir que no saben cuánto tendrá que  pagarle el Gobierno Colombiano al Jefe de la Iglesia Católica por venir esos cuatro días al país, hasta el punto de vista que han dicho que eso dineros son necesarios para la educación, la salud y las carreteras en el país, sin darse cuenta que la mayor parte de gastos de una visita de un Jefe de Estado como lo es el papa Francisco por lo general lo cubre el estado que representa, que en este caso es el Estado Vaticano y los que profesan la religión católica.

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