El Ojo del Halkón Divide y reinarás
Por Rubén Darío Mejía Sánchez
Se ha hablado de la existencia del bien y del mal, de lo blanco y de lo oscuro, de los buenos y de los malos, pero creo que alguien dijo una gran verdad, “divide y reinarás”.
Es más que cierto, cuando se ponen intereses negativos o positivos en favor de alguien el asunto da resultados para bien o para mal, pero muchas veces encontramos que hay personas que son expertas en sembrar cizaña en los corazones y en las mentes de los demás para sacar su propio beneficio, es decir, son ventajosos y para colmo en más de una oportunidad logran su objetivo dejando en entredicho los comportamientos de los demás.
No se puede decir que el ser humano es bueno o malo porque el ser humano puede ser de un momento al otro muy bueno o muy malo y no hay seguridad que siempre sea tan bueno o tan malo.
En una de esas charlas que tuve la oportunidad de tener con mi abuelo, le oí decir que el comportamiento del ser humano era el más difícil de analizar y era difícil de analizar porque era cambiante de un momento a otro y por eso era que él no estaba de acuerdo que alguien se atreviera a recomendar a nadie y tenía razón porque muchas veces somos buenos hoy y podemos cambiar a ser los peores el día de mañana y después de analizar todo esto me atrevo a hablar de lo que puede ser el gran reto para Colombia en las próximas elecciones a pesar que no se sabe nada faltando escaso un año para ir a las urnas y elegir el sucesor de Juan Manuel Santos Calderón.
Todo es confuso, en este momento los asuntos de la paz, los escándalos de Odebretch y los de Reficar son los que ocupan todos los primeros lugares y son centro de atención para la opinión pública, dejando regado lo que tiene que ver con las próximas elecciones, o si se puede ver desde otro punto de vista es la manera de desviar la atención para ocuparse de los ataques mutuos por parte de los diferentes partidos y así demostrar que todos son malos, menos el que está atacando y por ende quiere quedarse con la torta de los comicios del 2018.
Eso de hacer tanta alharaca por la llegada de las FARC a la política quiere decir que hay temores de ser derrotados por los representantes del grupo terrorista, cosa que no me parece a mí muy acertado porque debía de darse la oportunidad, sin pensar en el pasado y en vez de estar de acusación en acusación mostrar que se tiene capacidad para solucionar los problemas del país, hasta el momento se habla de precandidatos a la presidencia que por cómo están las cosas probablemente no estén en el partidor final porque sigue la incógnita de cómo quedará la veta de partida en el momento que se defina la llegada de Germán Vargas Lleras y los candidatos por parte de los demás partidos políticos. Hay partidos independientes que pueden unirse a las grandes coaliciones para reforzar así los planes del Gobierno o de la oposición y sería muy triste que las elecciones del 2018 fueran simple y llanamente las elecciones de la revancha o simplemente de cobrar venganzas de uno o de otro sector de la política colombiana.
Estamos seguros que el Gobierno se la va a jugar toda y va a buscar la coalición de lo que queda de la Unidad Nacional para hacer respetar los acuerdos de La Habana que según los entendidos quedarían vueltos añicos en caso de ganar los contrincantes que están en contra de los mismos, cosa que sería muy triste ya que no hay confianza en nadie y se cree que eso sucede no solo en los partidos sino en la misma FARC que están viendo con mucho cuidado el comportamiento de los otros partidos y del mismo Gobierno para el cumplimiento de los acuerdos firmados.
Se puede decir que el asunto está bien delicado y que el ciudadano de a pie, que es el que define no debe quedarse dormido ante las propuestas del uno o del otro sino analizar qué es lo mejor para el país tanto en la economía como en el sector político pues de lo contrario podemos estar a puertas de una violencia más fuerte e indiscriminada en donde por lo general pierden los menos favorecidos y quienes no tienen que ver nada en el asunto, principalmente los campesinos y las gentes que viven en los barrios marginados en las diferentes zonas del país.
Uno puede decir que las cosas andan mal pero también debe ser consciente que todos debemos de poner de nuestro lado para poder obtener los resultados que deseamos para el bien del país.
Es bueno que los ciudadanos tengan conciencia y que no se dejen engañar mientras que los políticos sean honestos, presentando propuestas y soluciones a las necesidades del país.
Es el momento en que no se sabe si el país está pasando por un buen momento o está pasando por una crisis, y eso a raíz que nadie le cree a nadie, lo que da tristeza porque de esa manera no se va a llegar a ninguna parte, o como decía el adagio popular “así no vamos a llegar a ningún Pereira”.
Sería bueno que se obrara de manera seria para evitar que la contienda política no se base únicamente en un enfrentamiento entre Uribe y Santos, entre los que quieren la paz o el castigo fuerte para los que cometieron grandes errores y llamados de lesa humanidad para las FARC, porque se espera que haya vencedores y vencidos y en eso están muy equivocados por que en los procesos de paz eso nunca se da. Y eso nunca se da simplemente porque es un acuerdo y no un triunfo del uno sobre el otro.
Mientras que sigamos tan cerrados como hasta el momento, por parte de los diferentes partidos no se va a lograr nada y este tiempo que fue de tranquilidad y de esperanza, porque disminuyeron los ataques y ya no hay tantas víctimas de soldados y policías heridos solo van a quedar en el recuerdo y eso si da pesar porque no tendremos nada bueno para dejarle escrito a nuestros nietos y herederos en lo que tiene que ver con la historia del país.
Nos damos cuenta que a muchos políticos no les importa para nada lo que está sucediendo en el país y solo luchan por el poder y de esa manera hacer que sus egos queden de la forma que ellos quieren para sus intereses sin contar que es lo mejor para el pueblo.
Colombia es muy buena para perder la memoria y en más de una oportunidad se le olvidan las cosas malas que le pasan, se le olvida que hubo mucho muerto, que hubo mucho herido, mucho desplazado, muchos huérfanos y muchas madres que vieron morir a sus hijos por una lucha que de verdad no vale la pena.
El que se crea más inteligente es el que va a lograr a dividir para reinar, pero debía de ganar el que se atreva a presentar mejores propuestas, para la economía, para la salud, para la educación y para el bien de todos los habitantes no solo en las ciudades sino en todo el país, en donde desaparezcan los asesinatos de los campesinos que son por lo general las víctimas de esta guerra fratricida que ha dejado tanta sangre en más de cincuenta años.
Sensatez es la palabra, propuestas y no insultos y mentiras, lo que necesita el pueblo colombiano en la campaña política que se avecina y donde debe elegir un mandatario con programas de gobierno para llevar al país adelante y cumplir con las labores que se adelantan o corregir los errores que se hayan cometido hasta el momento.
No importa los colores políticos, interesan las ideas y las buenas propuestas, porque desde hace mucho tiempo desapareció la pelea por un trapo de x o y color y donde la gente más consciente se da cuenta de que es lo que le sirve en determinado momento.
Finalizo pidiéndole a los políticos que no se aprovechen de las personas analfabetas suministrándoles información errada para de esa manera obtener buenos resultados en los comicios electorales, creo que lo dijo alguien con mucha seguridad y responsabilidad, que había que luchar por la libertad, porque solo la verdad haría libre a todos los seres humanos.