En los 25 años de la partida de GOG
Por: Orlando Cadavid
Cuando un fulminante ataque cardíaco se llevó hace 25 años, en Bogotá (el 12 de mayo de 1992) al polifacético maestro del idioma, filósofo y humanista Gonzalo González (GOG), su compañero de redacción en El Espectador, (don José Salgar, (El Mono), resumió el luctuoso episodio en ocho palabras: “otro costeño que hubiera podido llegar al Nobel”.Para don José, “por muchos años quien sobresalió en nuestras cuatro paredes fue Gonzalo González GOG. Todos le reconocíamos el título de maestro en lenguaje y periodismo”.
Aracataca no solo fue la cuna que meció a Gabriel García Márquez -el colombiano más famoso del mundo- sino también al doctor GOG, toda una biblia del periodismo, la jurisprudencia, la intelectualidad, la docencia y la filantropía.
En la pestaña de su libro póstumo ‘Laberintos del lenguaje’ sus editores resumieron así el currículum de este colombiano ejemplar:
Gonzalo González GOG, Aracataca, Colombia, 1920. Bogotá, 1992. Abogado, periodista, intelectual, filántropo, filólogo, maestro del idioma, humanista, deportista, catedrático y promotor de escritores.
Ejerció el periodismo durante 55 años. Editorialista de El Tiempo y El Espectador. Utilizó el seudónimo de GOG como comentarista de problemas humanos y problemas sicológicos del lenguaje. Autor del libro “El Estado de Sitio y el Dinamismo Jurídico del Orden Público”.
Maestro de varias generaciones de periodistas y abogados en más de diez universidades del país.
Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad del Atlántico y de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de América.
Director del Magazín Dominical, del Suplemento Literario y del Dominical de El Espectador.
Autor de las siguientes columnas periodísticas: Preguntas y respuestas; Día a día; Trampas del lenguaje; GOG; La Duda metódica; Puntos cardinales; Lenguaje y Tablero de ajedrez.
Obtuvo estos galardones: Maestro nacional de Ajedrez, en 1952, Premio Nemqueteba al mejor libretista de la Televisora Nacional, en 1955 y Panelista del programa radial Los Catedráticos informan.
Jugó papel clave en estas campañas periodísticas: Los municipios olvidados, Las colonizaciones del Caquetá y del Alto Baudó, La Literatura compro-metida, León de Greiff, Divulgación del Esperanto, Divulgación del Sicoanálisis de Sigmund Freud y Recuerdos de La Cueva barranquillera.
Así escribía el cataqueño que vivió en Bogotá por espacio de 50 años:
“La filología es emotiva, es filosofía del diario instrumento de comunicación entre los hombres. A la filología le interesa no solamente el lenguaje que se habla; también el hombre que lo habla. La gramática es puro pretérito pluscuamperfecto. La filosofía no. Le interesa el pasado, el presente y el porvenir del lenguaje”.
La apostilla: Su biógrafo, Gustavo Páez Escobar, pinceló este perfil del coterráneo de García Márquez: “GOG hizo impacto en el país. Su talento le conquista un puesto de honor en las letras, en la docencia y en el periodismo. Como artista de la palabra fue severo, medido, intransigente, armonioso, perfeccionista. Un intelectual auténtico, un poeta y un pensador. Con un grado de excelencia: formador de escritores”.