Gobernador (e) de Caldas y alcalde de Manizales enfrentados por dinero de regalías
Caracol Manizales / Magda Jimena Ríos / Cristian Zuluaga
Un cruce de palabras tiene disgustados al gobernador (e) de Caldas, Ricardo Gómez Giraldo y al alcalde de Manizales, Octavio Cardona León, por la asignación de recursos de regalías para la atención de la emergencia por las lluvias en la capital caldense.
La situación empezó cuando el gobernador expresó su preocupación por el intento de destinación inconsulta de los recursos de regalías que le corresponden a Caldas del bienio 2017-2018, para atender los daños ocasionados por la emergencia invernal en Manizales, acción en la que ya se llevan varias reuniones por parte del Departamento Nacional de Planeación, con funcionarios de la alcaldía de Manizales, sin la participación del gobierno departamental.
El alcalde Octavio Cardona León calificó esta declaración como una “pifia” del mandatario departamental, dijo que el “gobernador hizo mal el mandado” y afirmó que la orden de destinar las regalías de Caldas para la atención de la emergencia fue dada por el propio Presidente de la República el día 25 de abril durante su visita a Manizales.
Además trató de irrespetuoso y mentiroso a Gómez Giraldo y de no terne argumentos para decir que estos recursos no se pueden tomar. Lo invitó a decirles a las familias afectadas en Manizales que ya no hay recursos para ellos
El gobernador por su parte le pidió a Cardona León “que se calme” y que no ponga en su boca palabras que no ha dicho y aclaró que la preocupación del gobierno seccional radica en que Manizales no fue el único municipio afectado por el invierno; las necesidades de La Dorada y Villamaría, por ejemplo, más 300 puntos críticos que generan riesgo en las vías departamentales, son ingentes.
El alcalde señaló que durante la emergencia al Gobernador (e) sólo le gustaban las fotos en el Puesto de Mando Unificado y aparecer en las imágenes con el Presidente de la República. Además dijo que había un exceso de vanidad y que el gobernador se incomodó porque el ministro de Transporte, Jorge Eduardo Rojas, y él no lo invitaron a tomar tinto.