EmPápate. . FÓRMULA DEL PAPA FRANCISCO CONTRA LOS PROBLEMAS
Por Guillermo Romero Salamanca
_ El Papa Francisco parece no agotarse, pero también se cansa. Siente, como pocos, los continuos problemas de mundo como la falta de fe, la desesperanza y la ausencia de misericordia. Además, debe atender miles de dificultades de toda índole de la Iglesia, la sociedad, los medios de comunicación y las personas en general.
A veces, los propios periodistas se dan cuenta de su cansancio físico y lo anuncian. Así lo narró la Agencia AP el 28 de junio del 2014: “El papa Francisco pasó una ajetreada mañana repleta de audiencias, a pesar de las nuevas preocupaciones con respecto a su salud, que se dispararon tras verse obligado a cancelar una de sus salidas oficiales”
Y agregó: “Francisco, de 77 años, parecía cansado pero sonrió con frecuencia durante una más corta de lo habitual audiencia de diez minutos con el presidente de Madagascar. Además el papa pronunció sin problemas un discurso ante una delegación ortodoxa que también tenía concertada una visita y se reunió con dos cardenales del Vaticano”
Y dio un punto sobre su estado de salud: “En el último momento Francisco canceló el viernes una visita a un hospital de Roma, la tercera vez que lo hace por encontrarse cansado o enfermo durante el mes de junio”.
EL LARGO CAMINAR
El Papa Francisco mantiene una agenda llena de reuniones, conversaciones, saludos, audiencias, celebraciones litúrgicas y atender las múltiples invitaciones para visitar hospitales, centros educativos, enfermos, reclusos y familias pobres.
El periodista Julián Fernández escribía el 16 de julio del 2015 que el Papa Francisco le había dicho a un guardia de una cárcel en Paraguay, “no puedo más”.
En ese momento, los voceros del Vaticano señalaron que el efecto el Pontífice “está cansado, por lo que ha decidido no dar más audiencias públicas en Roma, al menos hasta mediados del próximo mes”.
A pesar del trajín, del clima de verano o de los inviernos, cada domingo reza el Ángelus y envía un pequeño mensaje al mundo.
El Papa Francisco mantiene su trabajo con alegría. Decía san Josemaría que la tristeza es aliada del enemigo y en su libro “Camino” lo apuntaba más claro: “comenzar es de todos, perseverar, de santos”.
¿QUÉ HACER CON EL CANSANCIO?
El Papa Francisco, en su predicación después del Ángelus del 9 de julio del 2017, exhortó diciendo: “En el Evangelio de hoy Jesús dice: “Vengan a mí, todo ustedes que están cansados y oprimidos, y yo les daré descanso”. El Señor no reserva esta frase a alguien, sino que la dirige a “todos” lo que están cansados y oprimidos por la vida. ¿Y quién puede sentirse excluido de esta invitación? Jesús sabe cuán pesada puede ser la vida. Sabe que muchas cosas fatigan el corazón: desilusiones y heridas del pasado, pesos que llevar y disgustos que soportar en el presente, incertidumbres y preocupaciones por el futuro”.
Y agregaba: “Pero así, cerrados en nosotros mismos, lo vemos todo negro. Entonces se llega incluso a familiarizarse con la tristeza, que se vuelve de casa. Jesús en cambio quiere sacarnos de estas “arenas movedizas” y por eso nos dice a cada uno “!Ven!”. El camino de salida está en la relación, en tender la mano y alzar la mira a quien nos ama de verdad”.
Un mes antes, en la Misa en la Casa Santa Marta, había dado una fórmula perfecta contra los momentos difíciles y de oscuridad: “rezar y tener paciencia”.
A eso vendrá a Colombia, a rezarle a Dios, a saludar a su amiga, la Virgen de Chiquinquirá, a predicar en 4 misas y en sus encuentros y a tener paciencia, mucha paciencia, con la intransigencia de nosotros, los colombianos.