El Papa agradeció a Peñalosa y le ofreció excusas por despedida que no estaba prevista
Los bogotanos tuvieron la oportunidad de despedirse del papa. ¡Viva el papa!, ¡Viva el papa!, era la consigna que gritaban al unísono miles de personas que salieron a darle el adiós al sumo pontífice en la Avenida Calle 26.
Francisco les dio su bendición en un último recorrido que no estaba previsto, pero que él mismo decidió hacer en agradecimiento por todo el amor que recibió en la ciudad.
Los bogotanos madrugaron para formar un camino humano a lo largo de los 15 kilómetros que separan a la Nunciatura de la base aérea de Catam, anexa al aeropuerto internacional El Dorado de Bogotá.
Lágrimas, gritos y sonrisas salieron a flote una vez la gente veía la sonrisa y las manos del sumo pontífice dando la bendición a los feligreses. El sol acompañó la caravana que atravesaba esta importante zona de la ciudad.
En Catam lo esperaba el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, única autoridad de Gobierno que estuvo presente en la base aérea para despedir al santo padre.
Una vez bajó del Papamóvil, en plena pista, Francisco le expresó al mandatario todos sus agradecimientos por el recibimiento que tuvo en la capital del país y le ofreció disculpas porque puso al mandatario a correr para permitir su último paseo por la Calle 26.
«Anoche a las 8:30 nos dijeron que el papa había decidido que quería salir en Papamóvil para hacer una despedida especial a los bogotanos. Y obviamente a correr toda la noche para organizar. El papa muy amablemente me dijo que ofrecía disculpas por haber decidido a última hora hacer ese recorrido. Me dijo que ofrecía disculpas por los líos en que nos había metido anoche», contó el Alcalde.
Fue un extenso apretón de manos en el cual el papa felicitó a través del Alcalde a todos los bogotanos, que con mucho entusiasmo y espiritualidad le demostraron su cariño durante las 4 noches en las que estuvo hospedado en la ciudad.
«Infinitamente agradecido con el papa por la inspiración, por la motivación, y con todos los ciudadanos por su comportamiento, como una gran familia, ejemplar. El equipo del Vaticano nos dijo que lo había vivido en Bogotá era ejemplar a nivel internacional», agregó Peñalosa
Y mientras esto ocurría en Catam, la Calle 26 regresaba a la normalidad. El entusiasmo quedó entre la gente, que fue regresando a sus hogares con la satisfacción de haber visto una vez más, o algunos por primera vez, al Obispo de Roma.
“El papa es lo mejor. Desde las 5 de la mañana llegué aquí con mis dos hijitos para recibir la bendición y que suceda un milagro en nuestras vidas. Estoy convencida que después de haberlo visto mi vida no será la misma”, aseguró Martha Peña, una de las personas que desde el andén despidió a Francisco.
Según Alberto Martínez, otro asistente, la presencia de Dios, la humildad y alegría es lo que transmite el santo padre. “Cuando pasó, lloré de felicidad y emoción, sentí algo sobrenatural. Sé que seré sanado de las epilepsias que he sufrido. Vine aquí con fe y sé que me voy sano”, dijo entre lágrimas.
En el recorrido hubo una escena que captó la atención. Eugenia Quintero, una mujer que en charla posterior con Canal Capital contó estar enferma de cáncer, intentó acercarse al Papamóvil para saludar al santo padre. El esquema de seguridad del sumo pontífice le facilitó a Eugenia subirse unos segundos al vehículo, y así tuvo la oportunidad de un encuentro cercano con Francisco.
Para el recorrido, la Policía desplegó unos 7 mil agentes a pie y en motocicletas para mantener el orden en la ruta y evitar incidentes.
“Gracias, gracias, a nuestra Policía, al Ejército, a todo el equipo de la Alcaldía, tantas personas, y sobre todo a los ciudadanos. Actuamos como esa gran familia que somos. Creo que fueron unos días maravillosos que nos van a servir para ser una mejor ciudad hacia el futuro”, concluyó el Alcalde Peñalosa.