miércoles julio 31 de 2024

“Reforma política no refleja espíritu del acuerdo de paz y no debe ser aprobada”: Farc

28 noviembre, 2017 Política

 

“Las imposiciones de la clase política en medio del sabotaje parlamentario, hacen hoy que éste proyecto lejos de aportar en el cumplimiento del Acuerdo de Paz, vaya en contravía de lo pactado en La Habana, de la apertura democrática y de la imperiosa necesidad de dignificar la política electoral en Colombia ”, dijo este lunes el componente de la Farc en la Comisión de Seguimiento y Verificación a través de un comunicado.

Y agrega la comunicación que: “no solo se ignoraron las disposiciones de la Misión Electoral, sino que la Reforma Política se ha convertido en un proyecto hecho a la medida de exigencias y urgencias electorales particulares con miras a la contienda de 2018, y carente de cualquier restructuración de fondo a este maltrecho sistema político”.

Las Farc señalaron además que: “las mutilaciones, dilaciones y alteraciones sufridas por la Reforma Política en Camára, el Senado ha continuado su desfiguración. Hoy es un Frankenstein irreconocible: una reforma para legalizar el transfuguismo de los enemigos de la paz, aprobar puerta giratoria para congresistas, coaliciones para las grandes maquinarias y favorecimiento constitucional sin ningún control las candidaturas por firmas ”.

Por lo que consideran que el proyecto de Acto Legislativo de Reforma Política no debe ser aprobado:“no contribuye a resolver los canceres que carcomen la política nacional y el sistema electoral. La clase política tradicional que ha usufructuado hasta ahora las reglas del juego electoral, solo ha permitido modificarlas pero para su propio beneficio, dándoles la espalda a las amplias mayoría que exigen una apertura democrática”.

Según el partido político de Farc, hay que detener detenga el: “embeleco de Reforma Política” y que “el Acuerdo de Paz no sea utilizado para agudizar la ausencia de garantía democráticas y el ventajismo electoral de las grandes clientelas, y que desde ya se retome el debate de las verdaderas reformas institucionales estructurales por las que clama la ciudadanía, para volver a creer en este sistema político”.

Y también indica que: “nada de reformas a la organización electoral para ganar independencia, ni de desligar realmente la personería jurídica de los partidos del umbral de votación, ni de otros aspectos derivados del Acuerdo”.

El movimiento puntualizó que: “progresos sustanciales para el control de los dineros privados en las campañas, los recursos judiciales para la celeridad en las decisiones electorales, las medidas de democratización interna de los partidos y la lista cerrada, entre otros contenidos. Se han echado por la borda más de un año de sesudas discusiones, elaboraciones técnicas y esfuerzos de consensos políticos”.

Ya la Misión de Observación Electoral, MOE, bajo el argumento de que tal y como está planteada, pone en riesgo los avances que se han logrado en las últimas enmiendas, le solicitó al presidente Juan Manuel Santos retirar el apoyo del ejecutivo a la Reforma Política que está finalizando su trámite en el Congreso de la República.

En carta al primer mandatario la MOE señala que la aprobación de esta reforma constitucional, pone en riesgo lo logrado en el pasado en torno al fortalecimiento de los partidos políticos; la responsabilidad política de partidos y candidatos; la transparencia del sistema electoral, y la actuación en bancadas, entre otros.

La Misión de Observación Electoral subraya que el propósito de esta reforma, que era el de asegurar una mayor autonomía e independencia de la organización electoral; fortalecer, modernizar y hacer más transparente el sistema electoral; ampliar la participación ciudadana y mejorar la representación de los territorios, terminó convirtiéndose en una iniciativa que únicamente pretende resolver las premuras partidistas y electorales de las próximas elecciones, careciendo completamente de una visión a largo plazo.

Comunicado FARC

«Consideramos que el proyecto de Acto Legislativo de Reforma Política no debe ser aprobado, no contribuye a resolver los cánceres que carcomen la política nacional y el sistema electoral». Comunicado del componente Farc en la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementación del Acuerdo Final (CSIVI).

Desde la misma Agenda de la Mesa de Diálogos de La Habana firmada en 2012, se identificó que la Participación Política había sido un componente histórico del conflicto y que se requería una apertura democrática para construir la paz. Dentro del punto 2 del Acuerdo Final, se contemplaron medidas claras en pos de realizar una Reforma Política Electoral, que contribuyera a sacar al sistema político colombiano de la profunda crisis de legitimidad en que se encuentra sumergido en medio de carteles de la toga, escándalos de financiación de campañas, corrupción galopante, ausencia de garantías, desinstitucionalización de los partidos y una abstención sistemática de más del 50%.

Se acordó la conformación de una Misión Electoral Especial, compuesta por expertos independientes que cumplieron su labor, entregando un informe y una propuesta de articulado de reforma constitucional, que recogiendo aportes de los mismos partidos políticos y de la CSIVI, inició su trámite legislativo en el pasado mes de mayo. Hoy debemos decir, que de las recomendaciones de la Misión Electoral y de las disposiciones expresamente mencionadas en el punto 2 del Acuerdo de Paz, no queda prácticamente nada en el proyecto de Acto Legislativo 07 de Senado/ 012 de Cámara, que está agendado para ser votado este lunes 27 de noviembre.

Las imposiciones de la clase política en medio del sabotaje parlamentario, hacen hoy que este proyecto lejos de aportar en el cumplimiento del Acuerdo de Paz, vaya en contravía de lo pactado en La Habana, de la apertura democrática y de la imperiosa necesidad de dignificar la política electoral en Colombia. No solo se ignoraron las disposiciones de la Misión Electoral, sino que la Reforma Política se ha convertido en un proyecto hecho a la medida de exigencias y urgencias electorales particulares con miras a la contienda de 2018, y carente de cualquier reestructuración de fondo a este maltrecho sistema político.

Luego de las mutilaciones, dilaciones y alteraciones sufridas por la Reforma Política en Cámara, el Senado ha continuado su desfiguración. Hoy es un Frankenstein irreconocible: una reforma para legalizar el transfuguismo de los enemigos de la paz, aprobar puerta giratoria para congresistas, coaliciones para las grandes maquinarias y favorecimiento constitucional sin ningún control las candidaturas por firmas. Nada de reformas a la organización electoral para ganar independencia, ni de desligar realmente la personería jurídica de los partidos del umbral de votación, ni de otros aspectos derivados del Acuerdo.

Si bien el actual proyecto aún mantiene algunos aspectos positivos -aunque bastante modestos-, relacionados con la financiación de los partidos o el régimen de transición de 8 años, en términos generales se retrocede en todos los aspectos en los que se pensaba avanzar. Han desaparecido progresos sustanciales para el control de los dineros privados en las campañas, así como los recursos judiciales para la celeridad en las decisiones electorales, las medidas de democratización interna de los partidos y la lista cerrada, entre otros contenidos. Se han echado por la borda más de un año de sesudas discusiones, elaboraciones técnicas y esfuerzos de consensos políticos.

Por estas razones consideramos que el proyecto de Acto Legislativo de Reforma Política no debe ser aprobado. No contribuye a resolver los cánceres que carcomen la política nacional y el sistema electoral. La clase política tradicional que ha usufructuado hasta ahora las reglas del juego electoral, solo ha permitido modificarlas pero para su propio beneficio, dándoles la espalda a las amplias mayorías que exigen una apertura democrática. Pedimos se detenga este embeleco de Reforma Política: que el Acuerdo de Paz no sea utilizado para agudizar la ausencia de garantías democráticas y el ventajismo electoral de las grandes clientelas, y que desde ya se retome el debate de las verdaderas reformas institucionales estructurales por las que clama la ciudadanía, para volver a creer en este sistema político.

Componente FARC en la CSIVI

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