La dupla samaria en el banquillo tolimense
Ibagué, 22 de mayo_ RAM_ Orlando Rojas ha acompañado a Alberto Gamero en todos los procesos del ‘sonero’ como asistente técnico y se entienden de la mejor manera, trabajan hace más de 12 años.
Gamero le imprime una identidad de trabajo a sus dirigidos, tienen posesión de balón y proyecta un juego ofensivo con futbolistas muy veloces por las bandas sin desconocer una zona defensiva segura. Este estilo bastante activo desde la línea se complementa con apreciaciones tácticas que Rojas le puntualiza para que corrija o revise.
“Game-Ro” en el banquillo pijao ya conquistó la Copa Águila 2014 y el subcampeonato de la Liga Águila II – 2016. También los recuerdan por entregarle la primera estrella de su historia a Boyacá Chico, derrotando a América de Cali en junio de 2008 y siendo finalistas de la Copa Águila 2011. Dos profesionales que ofrecen lo mejor de cada uno en su labor y mantienen contacto debido al trabajo que el fútbol y los clubes exigen. Pasaron por Boyacá Chico, Rionegro Águilas, Deportes Tolima, Junior de Barranquilla y volvieron al vinotinto en agosto de 2017.
Los dos son nacidos en el departamento del Magdalena, 194 km entre Pedraza y Santa Marta los separaron al llegar a este mundo, pero el balón los unió, su afinidad de ver el fútbol desde la raya los llevó a cultivar lazos de amistad. Contemporáneos, 54 años cada uno, quieren acceder a la final de la Liga Águila I – 2018 aunque tendrán que enfrentar en semifinales a Independiente Medellín e ir en búsqueda de la clasificación.