El Jodario LLEGÓ EL AGUA
Por Gustavo Álvarez Gardeazábal
Hace unos meses conté aquí que los reclusos de la cárcel de Ipiales solo tenían el servicio de agua una hora al dia, cuando se las llevaba un carrotanque, por culpa de un lío jurídico con la Diócesis de Ipiales y Empobando sobre el derecho a pasar una tubería por un lote propiedad de los curas. Finalmente Empobando, por fallo judicial, pudo pasar la tubería y el agua potable está a las puertas de la cárcel de Ia ciudad fronteriza en tubería de 4 pulgadas. Sin embargo, como lo dije proféticamente en aquella columna,pasó lo que tenía que pasar :
“ Pero lo grave no es eso.Es que si el agua llega por fin al centro carcelario,como llevan tantos años sin servicio continuo, sus inodoros no tienen flotadores,no hay llaves de paso ni instalaciones hidráulicas de manera que se volverá al régimen de solo una hora diaria de agua,como lo tienen establecido desde tiempos inmemoriales.»
El Director de la Cárcel de Ipiales, Mayor Bermudez, reitera que no es función de él, sino de la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios USPEC, realizar los arreglos locativos de tuberías y grifos,que hace 5 meses era evidente que debía actualizar ante la llegada del agua. Y como la USPEC tiene su sede en Bogotá y ni el alcalde de Ipiales ni el gobernador de Nariño ni ningún congresista nariñense tiene poder suficiente para mover la estructura burocrática bogotana o el atrevimiento de irle a tirar las orejas al ministro de Justicia por descuidado, el problema está ahí, solucionado a medias por un estado ineficiente.
Habrá que denunciar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos este descuido sin limite y, esperar que allá fallen dentro de unos años, para que el USPEC compre los grifos, los flotadores y las chupas de los inodoros.
@eljodario
Publicado en Diario ADN,junio 14 2018