lunes julio 29 de 2024

Juan Frenando Cristo anunció su renuncia al partido Liberal

12 junio, 2018 Política

 

Juan Fernando Cristo, uno de los más conocidos líderes del liberalismo renunció al partido, desde hoy, 11 de junio, Cristo sostiene que no acepta la persecución que ha montado César Gaviria contra quienes no aceptan sus órdenes, entre otras la de votar por el candidato de Centro Democrático.

Confirma cristo que deja las toldas liberales y con otros dirigentes liberales formaran casa aparte para buscar entrar en el cambio político del país.

En una columna publicada este Domingo en el diario el tiempo Cristo  bajo el título “NO APRENDEN” Dijo:

La entrevista de Iván Duque en EL TIEMPO el domingo es coherente con la actitud que el Centro Democrático adoptó durante el proceso de paz, en la campaña del plebiscito y en la implementación legislativa del acuerdo final. De manera clara y contundente, el candidato presidencial advirtió que llevará al Congreso un proyecto de acto legislativo para modificar aspectos sustanciales del acuerdo de paz suscrito por el Estado con las Farc. Suave en las formas y duro en el fondo. Así podría calificarse la posición de Duque frente a la paz. No la compartimos más del 60% de los colombianos que no votamos por él en la primera vuelta. Pero es coherente.

Los incoherentes son los partidos que acompañaron el acuerdo de paz hasta hace pocos días y que ahora, en una carrera desesperada salen con absoluta desfachatez a apoyar el candidato del partido que hasta hace pocos días cuestionaban. No sorprende el oportunismo de los políticos en vísperas electorales, pero sí es curioso que a las pocas horas de una derrota monumental, los partidos no hagan un alto en el camino, una reflexión sensata, una consulta a sus bases regionales para comenzar un verdadero proceso de reinvención, sino que decidan que la mejor manera de afrontar la crisis es acomodándose de afán y sin vergüenza alguna con el que creen será el ganador. Es decir, frente a la derrota seguir en las mismas. Ni una sola muestra de arrepentimiento por las decisiones políticas que generaron el rechazo de los colombianos, como cuando hundieron la reforma política, por ejemplo.

No se percatan de que la votación del domingo constituye un grito desesperado de los colombianos para exigir un cambio de actitud. Que la votación de Petro no se da por el crecimiento de la izquierda sino por el de la indignación ciudadana. Que el domingo se produjo un terremoto político que cambió la política en Colombia, no un simple temblor pasajero. Que, de seguir así, los partidos estarán condenados no solo a la posición marginal que tienen hoy en la segunda vuelta, sino a su desaparición.

Que el voto presidencial ya no es endosable y no pueden orientar su militancia solo a cambio de unos puestos sin ningún acuerdo programático. Que su indolencia e indiferencia ante al anhelo de cambio de las costumbres políticas que demostraron estos años, cuando se negaron a tramitar las necesarias reformas, produjeron la votación del domingo anterior. No aprenden. Viven en un país virtual encerrados en sus propios intereses y transacciones, de espaldas a los colombianos.

Esa humillante entrada por la puerta de la cocina a respaldar a Iván Duque sin foto, sin acuerdos programáticos de ninguna naturaleza, sin que el candidato se pudiera dejar ver con los jefes y los congresistas de los partidos porque ese apoyo y esa foto lo afectan, es la mayor demostración de la crisis. Son los mismos que ahora consideran que los acuerdos sí se deben ajustar. Ninguna responsabilidad ante la derrota. La negación absurda de la realidad. Ningún acto de contrición o autocrítica. Solo la búsqueda de puestos y prebendas. No se percatan del ridículo que hacen hoy frente a una ciudadanía activa, informada y deliberante que ya no traga entero.

Y, entre los que no aprenden, el rey es el jefe del liberalismo cuya entrevista del jueves pasado en La W será galardonada con toda seguridad con los premios de periodismo de este año. A través de los 55 minutos de duración, los oyentes, especialmente los liberales, pasamos de la indignación a la rabia y el dolor, y de allí a la carcajada frente a tanta incoherencia y desvergüenza que simbolizan la decadencia de la política hoy. A ese Partido Liberal es al que millones de compatriotas liberales de pensamiento y convicción no quieren pertenecer más. Yo tampoco.

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