Ospina y una actuación que vale unos octavos
Por Alejandra Rueda
Tensión. Así se vivió el Senegal-Colombia, un partido que, de principio a fin, fue cerrado. No había un claro dominador y, con el empate sin goles, Senegal tenía el billete para los octavos de final de esta Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018 y los Cafeteros dependían de la suerte del Polonia-Japón. Fue así hasta que un gol de Yerry Mina de cabeza, en el minuto 74, hizo que ese billete cambiara de manos.
Mina volvía a ser protagonista, pero no fue el único. Con el 0-0, y más aún con el 0-1 -que despertó a los Leones de la Teranga-, David Ospina gritó presente. Dos atajadas suyas en la primera mitad ahogaron el grito de gol de los africanos. Pero su figura se agigantó aún más sobre el final, cuando dos valiosas acciones en apenas dos minutos levantaron los aplausos en el Samara Arena.
Primero Mbaye Niang sacó un potente derechazo que el arquero colombiano supo recortar (77′). Enseguida vino un tiro de esquina y Ospina, atento a la jugada, le seguía la trayectoria al balón y reaccionó para frenar la pelota sobre la línea de gol después de que el testarazo de Sadio Mané se envenenara tras rebotar en un defensor colombiano.
“Hoy Senegal hizo todo hasta el final para conseguir su clasificación, pero afortunadamente para nosotros, lo pudimos conseguir”, contaba el arquero colombiano, ya en frío, a FIFA.
En un partido a todo o nada para los Cafeteros, desde el fondo lideraba y organizaba, pero también sufría. “Desde atrás se sufre bastante, y además en esos partidos tan cerrados”, comentaba Ospina. “Los que estamos atrás, los cuatro con Carlitos (Sánchez), mantenemos esa atención para poder ayudar al equipo a mantener ese cero. En estos campeonatos es fundamental”.
Pese a la inmensa responsabilidad, el arquero no dejó que la presión afectara su estupenda actuación. “Teníamos que seguir creyendo en nuestro plan, que en cualquier momento podíamos marcar”, declaró el número uno de Colombia.
El gol de Mina llegó justo a tiempo para que la euforia de los colombianos, que se había visto opacada por el nerviosismo, se prendiera de nuevo y la hinchada volviera a animar a los suyos en los últimos minutos. Mientras los jugadores de campo cafeteros lo celebraban ante su público, David lo hacía en solitario desde su arco, ese que cuida con recelo y que mantuvo cerrado hasta el final.
Ospina no podía ocultar que estaba contento por haber alcanzado el objetivo. “(Estoy) feliz por la actitud, las ganas que siempre demuestra esta selección”, contaba antes de despedirse.
Inglaterra, con el goleador Harry Kane a la cabeza, espera ahora a Colombia en los octavos de final, pero el arco cafetero tiene un guardián dispuesto a protegerlo con todo.