Hecho Religioso y Sociedad: Relevancia nacional e internacional
Por: Carlos Alberto Baena López
@Baena
Desde hace dos años, el 4 de julio ha servido en Colombia de escenario para la difusión de conocimiento, socialización, diálogo y construcción colectiva en torno a la Libertad Religiosa y de Cultos; no obstante, en virtud de la magnitud, relevancia e incidencia del Hecho Religioso, destinar un solo día para estos efectos comienza a ser poco. Diversas congregaciones, confesiones, actores sociales y entidades gubernamentales, experimentaron dificultades para unirse a la conmemoración.
El Día Nacional de la Libertad Religiosa y de Cultos, invita al trabajo entre Gobierno Nacional, autoridades regionales y confesiones religiosas e iglesias, orientado a difundir “en todos los ámbitos de la vida social, cultural y política, el efectivo disfrute de las garantías del ejercicio de la libertad religiosa y de cultos”.
En el Partido Político MIRA, consideramos que el 4 de julio en Colombia se constituye además, en una fecha clave para resaltar la trascendencia del diálogo interreligioso, la equidad, la cooperación y las acciones humanitarias. Una ocasión propicia para el Hecho Religioso y sus innumerables aportes positivos a la construcción de la Cultura de Paz y la Convivencia con Respeto.
En ese marco, siempre hemos promovido acciones constantes, consistentes y coherentes, a favor de la Libertad Religiosa. Algunos ejemplos, son la inclusión de la Libertad Religiosa como Política Pública en los planes de Desarrollo Nacional y de diversas entidades territoriales; la creación de comités dedicados a este tema en localidades, municipios, distritos y departamentos; el establecimiento de oficinas, direcciones y responsables institucionales de la libertad fundamental; o el trabajo coordinado con entidades religiosas, organizaciones vinculadas a ellas, Estado y Sociedad Civil, en múltiples ámbitos.
Sin embargo, hablar de Libertad Religiosa, de su protagonismo en la cohesión social, de su incidencia favorable en las esferas privada y pública, o de los valores que promueve, no obedece a una tesis local caprichosa, ni a intereses minoritarios específicos. Es suficiente un ejemplo para mostrar su relevancia internacional: Desde el 2010 la Asamblea General de la ONU, proclamó la primera semana del mes de febrero de cada año, como la Semana Mundial de la Armonía Interconfesional. Allí se reconoce que “los imperativos morales de todas las religiones, convicciones y creencias, incluyen la paz, la tolerancia y la comprensión mutua”; razones suficientes que demuestran la importancia, vigencia y pertinencia del Hecho Religioso en nuestra sociedad.