El candidato…
Por Esteban Jaramillo Osorio
No será plácida la vida para el nuevo técnico de la selección Colombia. Se fortalecerán ante él las plataformas críticas, será intenso y hasta perverso el paralelo con el saliente y estará en el centro de un feroz enfrentamiento entre quienes lo apoyen y lo rehacen.
La salida de Pékerman no puede simplificarse y difícil será olvidarlo y relevarlo. Para contratar su reemplazo, se debe trabajar con diligencia, análisis, sin impulsos ni arrebatos. Cuestión de método.
Un golpe de opinión en tiempos de crisis es elegir sin tardanzas y el mejor, para calmar las tribunas calientes por los últimos episodios.
Queda claro que no eligen los periodistas, aunque la libre expresión permite la diversidad y pluralidad de la opinión como también la tienen los hinchas. Siempre cuestión de gustos.
Básico será que el nuevo comisario técnico este atado a principios de ética y sienta una necesidad imperiosa de trabajar, seleccionar y potenciar a los jóvenes valores que piden pista, al lado de los consagrados, para encontrar un equipo. Cuanto futbol hay en Colombia, a la espera de una buena dinámica de gestión especialmente ante la inevitable proyección, brillo y, porque no, caída de las estrellas.
Un líder que respete un estilo, el nuestro, y marque tendencias en el juego, con modelos adecuados a los tiempos modernos. Que desarrolle, si es extranjero, un veloz aprendizaje del medio, de la idiosincrasia nuestra, obsesivo con el triunfo y sin charlatanería. Si es colombiano, que pase con carácter por la lupa critica, siempre en acoso. Que rechace intromisiones de agentes externos y respete la vida del vestuario, sin concesiones amistosas con los periodistas, sin sectarismos o manipulaciones. La selección no es de la prensa, de los empresarios, de los dirigentes o del técnico de turno. Es de Colombia.
Ese es mi candidato… Ni este o aquel. Solo el mejor.