miércoles diciembre 18 de 2024

ElJodario LAS CÁRCELES

Gustavo Álvarez Gardeazábal

Hace 15 dias el Juez Astaiza  consiguió ganarle una tutela al director del Inpec por medio de la cual lo obligaba a dotar completamente la nueva y costosísima cárcel que construyeron en mi pueblo, donde él ejerce su profesión de impartir justicia y ha podido verificar, con sus propios ojos,que a la voz de que en Tuluá había ccárecl nueva, comenzaron a llegarle presos de una y otra parte, trasladados sin comprobar las verdaderas especificaciones del centro de reclusión. Como era de esperarse, el director del Inpec no cumplió el mandato de la tutela y el pantalonudo juez Astaiza lo acusó de desacato y al flamante funcionario lo condenaron a una semana de arresto porque no tiene, materialmente, como dotar la nueva y costosa cárcel para ponerla en funcionamiento.

El pasado martes en la noche, los presos hacinados en condiciones infrahumanas, se rebotaron. Aprovecharon que un torrencial aguacero había hecho estallar un transformador y la energía se fue del área del centro carcelario.Y como una de las fallas que el Inpec no ha suplido es la planta de emergencia para la nueva edificación, armaron el motín,y con la disculpa de la falta de materiales o el deseo latente de usar la oscuridad para enfrentarse entre los de la Inmaculada con los de la Trinidad,armaron la guachafita.

En muchas cárceles del país el problema de hacinamiento y de violación permanente de los derechos humanos aumenta desproporcionadamente. El tráfico de estupefacientes, las prebendas y la compra venta de espacios, protecciones ,hamacas y colchones, ha vuelto las cárceles un mercado persa. Es un cuento viejo, pero agravado por la desidia conque congresistas y gobernantes  quieren solucionar todo  aumentando las penas.El motín de Tuluá, es el primer aviso de lo que puede pasar en esas bombas de tiempo armadas  para estallar en las otras cárceles colombianas.Ojo.

@eljodario

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Publicado en Diario ADN, octubre 12 2018

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