martes julio 23 de 2024

Consejo de Seguridad ONU se reúne por crisis en Venezuela a petición de EE.UU.

26 febrero, 2019 Internacionales

 Nueva York, 26 de enero_ RAM_ Elliott Abrams, encargado por el Departamento de Estado de EE.UU. para la crisis en Venezuela, el martes 26 de febrero de 2019 en el Consejo de Seguridad de la ONU solicitó el apoyo al presidente interino, Juan Guaidó.

Elliott Abrams, encargado por el Departamento de Estado de EE.UU. para la crisis en Venezuela, el martes 26 de febrero de 2019 en el Consejo de Seguridad de la ONU solicitó el apoyo al presidente interino, Juan Guaidó.

El Representante Especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, dijo el martes que espera que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU) vote esta semana una resolución que exija a Venezuela permitir el ingreso de ayuda humanitaria al país.

Su declaración llegó poco antes del inicio el martes de la reunión de los 15 países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, en la que Abrams reiteró la exigencia del gobierno estadounidense, -que comparten otros países del mundo-, para que se realicen elecciones libres en Venezuela que pongan fin a la grave crisis política que vive la nación.

El encuentro del Consejo de Seguridad de la ONU fue convocado por Estados Unidos, cuyo gobierno ha sido clave en conseguir el respaldo internacional para aislar al gobierno en disputa de Nicolás Maduro y el respaldar al presidente interino Juan Guaidó.

Abrams también aprovechó para rechazar la acusación de Rusia de que Estados Unidos está preparando una intervención militar en Venezuela.

Estados Unidos anunció el martes que pedirá en la ONU el ingreso de ayuda humanitaria extranjera en Venezuela, al aumentar su apuesta diplomática para forzar la caída del gobierno «corrupto» e «incompetente» de Nicolás Maduro.

«Mientras los venezolanos eran baleados y golpeados y asesinados cuando intentaban ingresar alimentos y medicinas a su país, Maduro literalmente bailaba en Caracas», dijo el representante estadounidense para Venezuela, Elliott Abrams, en una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU convocada por Washington.

Abrams dijo que el gobierno de Maduro es «corrupto, fraudulento e incompetente» y pidió a los Estados miembro de la ONU que lo presionen «para que salga del poder de manera pacífica».

Sin evocar la posibilidad de una opción militar, informó a la prensa que Estados Unidos piensa someter a votación esta semana en el Consejo un proyecto de resolución que exige «admitir la ayuda humanitaria en Venezuela», aunque posiblemente sea vetado por Rusia y China, que apoyan a Maduro.

«Sería vergonzoso que se vetara una resolución que pide ayuda humanitaria», dijo Abrams.

Las resoluciones del Consejo, que son vinculantes, deben obtener nueve votos para ser aprobadas y ningún veto de los cinco miembros permanentes (Gran Bretaña, China, Francia, Rusia y Estados Unidos).

Maduro denuncia que la ayuda humanitaria extranjera representa el inicio de una intervención armada para derrocarlo, «pero está muy claro: solo el régimen de Maduro está usando la violencia» contra los venezolanos, afirmó Abrams.

Cuatro personas murieron y cientos resultaron heridas el fin de semana en violentos choques entre fuerzas de Maduro y manifestantes que defendían el ingreso de ayuda humanitaria en las fronteras de Venezuela con Colombia y Brasil, según la ONG Foro Penal.

El canciller venezolano, Jorge Arreaza, dijo que lo que ocurrió el fin de semana fue «un golpe de Estado bien orquestado» por Estados Unidos y Colombia, «todo un espectáculo, un show» para culpar a Maduro si había un baño de sangre.

«Le dije a Abrams en Nueva York ‘¡Fracasó! It failed!'», exclamó el canciller al recordar que la enorme mayoría de las fuerzas armadas permanecen leales a Maduro.

Arreaza llamó al Consejo de Seguridad a aprobar un proyecto de resolución preparado por Rusia que condene el eventual uso de la fuerza en Venezuela, un texto que por ahora no dispone de los votos necesarios para ser aprobado.

Estados Unidos quiere crear «un espectáculo en torno a Venezuela» y «derrocar un régimen que no le conviene», denunció el embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia.

El embajador chino, Ma Zhaoxu, dijo por su lado que su gobierno se opone a la injerencia externa en asuntos internos de los países, a la intervención militar y a una «denominada asistencia humanitaria con fines políticos para provocar inestabilidad o incluso turbulencia en Venezuela y en regiones vecinas».

El Grupo de Lima descartó el lunes el uso de la fuerza para derribar a Maduro, pero el vicepresidente estadounidense Mike Pence, que asistió a la reunión del grupo en Bogotá, dijo que para Washington «todas las opciones están sobre la mesa.

«Hay que permitir que la ayuda humanitaria ingrese al país», coincidieron ocho países europeos, incluidos cinco que integran el Consejo de Seguridad (Gran Bretaña, Alemania, Francia, Bélgica y Polonia), en una declaración divulgada en la ONU este martes.

Los europeos llamaron a organizar elecciones presidenciales «libres, transparentes y creíbles» en Venezuela, y evitar el recurso a la fuerza.

«El mundo no puede ignorar esta crisis», dijo al Consejo el diplomático británico Stephen Hickey, que lamentó el colapso de la economía venezolana causado por «años de mal gobierno y corrupción». «El pueblo venezolano ha sufrido ya demasiado. La única solución son elecciones presidenciales libres y justas».

En Bogotá, Pence se reunió con el opositor venezolano Juan Guaidó, reconocido como presidente interino por Estados Unidos y medio centenar de países, y quien también asistió a la reunión del Grupo de Lima en Bogotá. Y le dio un fuerte espaldarazo: «Estamos con usted 100%».

Guaidó, presidente del Parlamento, anunció que regresará a Venezuela esta semana, tras haber burlado una orden de la justicia que le impedía salir del país. «Mi deber es estar en Caracas a pesar de los riesgos», dijo este martes desde Bogotá.

Estados Unidos y Colombia dijeron estar seriamente preocupados por la seguridad de Guaidó cuando regrese a Venezuela.

En Caracas, un equipo de la cadena Univisión fue retenido el lunes por más de dos horas en la sede de la presidencia venezolana durante una entrevista a Maduro, que se enojó cuando el periodista Jorge Ramos le mostró un video de jóvenes hurgando comida en la basura.

Univisión dijo que Maduro «ordenó detener la grabación, decomisar los equipos y retener a los periodistas», y denunció que fueron deportados este martes, sin que les devolvieran el equipamiento.

Venezuela atraviesa la peor crisis de su historia moderna, con hiperinflación y escasez de alimentos y medicamentos.

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