lunes noviembre 18 de 2024

Mueren los Tratados Internacionales

 Por: Mario Ramírez Arbeláez

  Sin duda alguna, porque los hechos son tozudos, podemos afirmar que la diplomacia, las organizaciones mundiales y los representantes de los países, llamados Embajadores están en plena decadencia. Ya ni la OEA, ni la ONU, son atendidas en sus decisiones o peticiones, por los países signatarios de esos acuerdos. No tienen dientes, son entidades eunucas.

Desde el ascenso del Presidente Trump en los Estados Unidos, han dado marcha atrás en los grandes consensos mundiales. Por eso se amplía día a día, la lista de tratados internacionales que han abandonado tras dos años de mandato en la Casa Blanca.

Además, se ha desvinculado, del multilateralismo y de los grandes consensos mundiales y le está apostando a lo que les gusta, el bilateralismo, que le permite imponer sus criterios y sus propios intereses, por encima de todo, política internacional que se enmarca en el cumplimiento de su gran lema «America First».

Estados Unidos suspendió su participación en el Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF) con Rusia, que firmaron Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov en 1987 y que prohibía los misiles nucleares de medio y corto alcance.

Además, los Estados Unidos se han retirado: del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica. El TPP (por sus siglas en inglés) fue suscrito en febrero de 2016 por 12 países que, en su conjunto, representan el 40% de la economía mundial y casi un tercio de todo el flujo del comercio internacional.

Del Acuerdo de París contra el cambio climático, firmado en abril de 2016 por 195 países de todo el mundo y que establecía el compromiso de la reducción de gases de efecto invernadero y el mantenimiento del calentamiento global por debajo de los 2 grados centígrados , siendo el segundo país emisor de contaminantes.

También se retiró de la Unesco, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, alegando un presunto sesgo antiisraelí. Se retiró del  Pacto Mundial de la ONU sobre Migración y Refugiados en diciembre de 2017, a quien siguieron Hungría, Austria, República Checa, Israel y Australia entre otros países.

Donald Trump rompió con el acuerdo nuclear con Irán en mayo de 2018 y firmó una orden ejecutiva con la que reimponía su primera tanda de sanciones contra Teherán. Las medidas tenían el objetivo de aplicar la «máxima presión económica» sobre la nación persa, buscando su aislamiento económico y forzando a compañías extranjeras a reducir o cerrar sus negocios en el país.

También se retiran del Tratado de Amistad, Relaciones Económicas y Derechos Consulares pactado con Irán en 1955 bajo el argumento de que éste ha sido utilizado por el gobierno iraní para distintas violaciones por parte del gobierno estadounidense en la relación bilateral.

En junio de 2018 anuncio su salida del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, al que Trump ha criticado duramente, por lo que considera un sesgo en lo relativo a Israel, utilizando así el mismo argumento que usó para retirarse de la Unesco.

También cortaron los fondos que concedía a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en agosto de 2018.

Estados Unidos firmó en noviembre de 2018 un nuevo tratado de libre comercio con México y Canadá , esta vez llamado T-MEC en español o USMCA en inglés, que sustituyó el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN), conocido como NAFTA (por su siglas en inglés) y vigente desde 1994.

Posteriormente, suspendió sus obligaciones en el Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio, un pacto clave que ayudó a poner fin a la Guerra Fría. Con la salida de este acuerdo, existe el peligro de una posible carrera armamentística entre Rusia y Estados Unidos. El anuncio da comienzo a un proceso de seis meses, tras los cuales el país se retirará definitivamente del Tratado.

Ya también anunció la retirada de las tropas estadounidenses de Siria al considerar que el Estado Islámico había sido derrotado y empezó el repliegue de los 2.000 soldados que tenía desplegados en el territorio. En la misma línea decidió reducir el contingente estadounidense desplegado en Afganistán.

Por otro lado, el presidente estadounidense y el líder norcoreano Kim Jong firmaron en junio de 2018 un acuerdo para la desnuclearización de Corea del Norte. Hace pocos días, se produjo el encuentro entre los dos mandatarios, pero se rompió abruptamente porque Estados Unidos, no levantaba las sanciones a Corea del Norte.

Trump, además, también ha amenazado con salir de la Organización Mundial del Comercio (OMC) si Estados Unidos no recibe un mejor trato por parte de la organización.

Los Estados Unidos se han retirado constantemente del sistema de tratados internacionales de desarme, socavando durante decenios el sistema de estabilidad estratégica y disuasión.

Recientemente, la política de la administración D. Trump se ha manifestado más claramente en la decisión de abandonar el tratado de eliminación de misiles de alcance medio y menor (Intermediate Nuclear Forces Treaty – INF, por sus siglas en inglés).

El Gobierno Norteamericano sostiene  que este acuerdo INF restringe el desarrollo de las compañías militares americanas y por lo tanto se retiraron del acuerdo. El presidente de los Estados Unidos, a principios de enero del año en curso, declaró abiertamente que «Washington no reconocerá, de ahora en adelante, ninguna limitación para el desarrollo y el despliegue de sus sistemas de defensa contra misiles», que se entiende por cualquier sistema de armas. Por lo tanto, los Estados Unidos no ratifican el Tratado de prohibición completa de los ensayos nucleares, se niegan a debatir el Tratado sobre la prevención del emplazamiento de armas en el espacio ultraterrestre e ignoran la posibilidad de entablar un diálogo sobre otros acuerdos «prohibitivos».

Para salvar INF Rusia demostró a los agregados militares extranjeros invitados un misil de crucero basado en tierra 9M729 problemático para Washington. A su vez, los Estados Unidos se negaron tanto a presencia la demostración rusa como a realizar similares acciones abiertas en relación con sus sistemas de defensa antiaérea ubicados en Rumania y Polonia.

La retirada de los Estados Unidos de INF constituye ante todo una amenaza para los estados de la UE, que, además de la «obligación» de colocar en su territorio instalaciones militares de los Estados Unidos, serán los objetivos de los sistemas de armas rusas debido a la necesidad natural de la Federación de Rusia de defenderse de la amenaza.

Washington, bajo diferentes pretextos vistos desde su óptica interna, decide retirarse de los acuerdos bilaterales y multilaterales. Ante estos hechos, hay que preocuparse porque estamos ante unos sistemas de relacionales internacionales impuestas bajo la amenaza y el poder, la presión comercial y la imposición de los intereses personales y políticos y de las naciones por encima del bienestar del mundo entero- Es la diplomacia de la zanahoria y el garrote

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