VALLECAUCANOS
Gustavo Álvarez Gardeazábal
La gobernadora del Valle, Dilliam Francisca Toro, ha emprendido una campaña feroz pero muy simpática para revivir las raíces de quienes hemos nacido en el valle geográfico del rio Cauca. Para aunar visiones y producir seguramente una serie televisiva,convocó a muchos propios y extranjeros a hablar del sentimiento regional. Ayer acudí a la cita junto con el pintor Pedro Alcántara,el poeta Pepe Zuleta y el periodista Martinez Lloreda a conversar sobre qué es ser vallecaucano. Confieso que a mi no me fue fácil. El hecho de que el Valle del Cauca acuse tres fenotipos cada vez más diferenciados y, de pronto, cada vez más combinados en la olla sancochera que ha terminado siendo Cali,impide que se hable de un solo carácter para los nacidos o criados en mi tierra. Hay un vallecaucano del Pacífico, de predominante raza y costumbres afrodescendientes y que no encaja ni con las fronteras geopolíticas ni con la manera de mirar la realidad.Giran alrededor de Buenaventura y de la esperanza de llegar a Cali a vivir en el Distrito de Aguablanca.Su música es la que se refleja en el Festival Petronio Alvarez cada año y sus fronteras pueden ir desde el rio Mira en Nariño hasta el San Juan en el Chocó.
Hay otro vallecaucano, el del centro norte, que son los que vivimos desde Cartago hasta Tuluá y coincidimos con la colonización antioqueña,la altivez en la respuesta y la agresividad en el trato.La música predominante es la guascacarrilera . Y un tercer vallecaucano es el del centro sur, desde Buga hasta Jamundí, que concentra en Cali la diversidad cultural y etnológica de las otras dos regiones en una mezcla variopinta,una cadencia lentísima al hablar y una identidad con la salsa. Hay empero una diferenciación más fuerte con la comida pero todas tres coinciden en el plátano,verde o maduro o asado, en tostadas o en patacones.
@eljodario
Publicado en Diario ADN marzo 15 2019
Audio: https://www.spreaker.com/user/8676384/2019-03-14-20-07-53-computer-record
