Eduardo Halfon: un escritor entre varios mundos
El reconocido escritor guatemalteco, ganador del más reciente Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias, estará conversando en la FILBo 2019 sobre la memoria, la construcción de los recuerdos y la familia como universo narrativo.
Bogotá, 25 de abril_ RAM_ La vida del escritor Eduardo Halfon ha sido un tránsito constante entre distintos mundos. Nacido en Guatemala en 1971, a los diez años se mudó con su familia a Estados Unidos para huir del conflicto armado de su país. Estudió ingeniería industrial en la Universidad Estatal de Carolina del Norte, pero a los 28 años decidió ser escritor. Antes de escribir en español intentó hacerlo en inglés. Es latinoamericano de nacimiento, judío polaco por ascendencia y un habitante de los Estados Unidos. Así es Eduardo Halfon: muchos mundos conviviendo en él.
Halfon es considerado uno de los escritores más destacados en el panorama literario de Latinoamérica. En 2007 fue seleccionado por el Hay Festival como uno de los escritores jóvenes más importantes de la región, en la primera edición de Bogotá39.
Su obra (compuesta por cinco novelas, nueve libros de cuentos, dos de ensayos y uno de crónicas literarias) ha sido premiada en diversas ocasiones, recibiendo reconocimientos como el Premio de Novela Corta ‘José María Pereda’ (2009), la Beca Guggenheim (2011), el Prix Roger Callois de Literatura Latinoamericana (2015) y el Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias (2018).
Eduardo Halfon participará junto al escritor chileno Diego Zúñiga en el conversatorio Los fantasmas del pasado. En este encuentro, ambos autores dialogarán sobre la invención de la memoria para construir relatos y la manera en la que el pasado nunca es transparente ni lineal. Este evento se llevará a cabo el viernes 26 de abril a las 5:00 p.m., en el Gran Salón Ecopetrol – Sala FILBo C.
Además de la temática del pasado, Eduardo Halfon estará reflexionando durante la FILBo sobre el rol de la familia en el universo narrativo de un escritor. O, por lo menos, en el suyo en el que ha explorado los dobleces de su historia familiar en la que las raíces polacas, libanesas y judías se entremezclan para producir relatos.
Por eso, Halfon conversará con Valentín Ortiz (Colombia) sobre las Épicas familiares contemporáneas: la manera en la que la literatura se construye a partir de preguntas sobre el pasado familiar para construir épicas contemporáneas, en pleno siglo XXI. El encuentro entre estos dos autores será el sábado 27 de abril a las 5:00 p.m. en la sala Madre Josefa del Castillo. Algunos de los libros más
emblemáticos del autor guatemalteco son Esto no es una pipa (2003), El ángel literario (2004, finalista Premio Herralde de Novela), Signor Hoffman (2015, finalista Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez) y Duelo (2017, Premio Librerías de Navarra).
Fragmentos de algunas de sus obras
“Se llamaba Salomón. Murió cuando tenía cinco años, ahogado en el lago Amatitlán. Así me decían de niño, en Guatemala. Que el hermano mayor de mi padre, el hijo primogénito de mis abuelos, el que hubiera sido mi tío Salomón, había muerto ahogado en el lago Amatitlán, en un accidente, cuando tenía mi misma edad, y que jamás habían encontrado su cuerpo”. Fragmento de Duelo.
“Tel Aviv era un horno. Nunca supe si en el aeropuerto Ben Gurión no había aire acondicionado o si de ese día no estaba funcionando o si tal vez alguien había decidido no encenderlo para que así los turistas nos adaptáramos rápido a la pastosa humedad del Mediterráneo”. Fragmento de Monasterio.
“No me gusta ir al mar, ni nadar entre las olas, ni caminar en la playa, ni mucho menos salir en barco. Me gusta el mar como imagen. Como idea. Como pensamiento. Como parábola de algo misterioso y a la vez evidente; de algo que al mismo tiempo promete salvarnos y amenaza matarnos. El mar, en fin, como una vecina desnuda y relumbrante en su ventana nocturna: desde lejos”. Fragmento de Signor Hoffman.
Consulte la programación de la FILBo en www.feriadellibro.com
Colombia narrada a través de los discos
- No sólo en los libros está contada la historia del país. También está cantada en sus bambucos, cumbias, pasillos, vallenatos y demás géneros musicales oriundos de esta nación. Un trío de expertos abordará este recorrido en una de las charlas de la FILBo.
Bogotá, 25 de abril_ RAM_ Aquí, en Colombia, se le canta hasta a una cucharita que se perdió. Una pollera que se mueve «pallá y pacá» pone a bailar al más rígido. ¿Yernos indeseables? Pues se le hace una casa en el aire a la hija para que no la molesten más. Un preso alegra sus días enrejados a fuerza de salsa arrebatada y las flautas de una guabina recrean el frío y la nostalgia andina e invitan a usar una ruana.
Esta es Colombia narrada a través de los discos, una charla de dos autoridades en el tema durante la FILBo 2019. Se trata de los melómanos Santiago Rivas, presentador del programa televisivo Los puros criollos, y Javier Beltrán, disc jockey de la fiesta itinerante La Recontra, un evento musical que se realiza cada dos meses en Bogotá y que recupera gran parte de la herencia musical colombiana.
Rivas y Beltrán le contaron a la audiencia algunos de los secretos del panorama musical colombiano. Por ejemplo, hablarán de la pelea que hubo entre el bambuco, un ritmo de élites, y la cumbia, música considerada como propia de las clases bajas. Y del papel que jugó Lucho Bermúdez para conciliar esta discusión y poner a bailar a todas las clases sociales de la época al ritmo de sus cumbias.
Otro ejemplo de lo que se escuchará en esta charla es la historia de cómo el mapalé, ese frenético baile caribeño, cambió de ser una tonada que los pescadores usaban en el agua mientras trabajaban para convertirse en una danza en la playa, entre hombres y mujeres, a manera de cortejo, acompañados de tambores africanos.
Porro, bullarengue, guabina, bambuco, currulao, pasillo, vallenato: la lista de géneros autóctonos es interminable, pero además de hacer un recorrido por la identidad musical del país con sus ritmos tradicionales, los expertos integrarán el pasado y el presente con los géneros modernos.
Todo esto, en el marco de conmemoración de los 200 años de la República, lo que le reconoce a la música el privilegio de ser una de las principales expresiones de la vasta diversidad colombiana y de tener una función integradora entre regiones tan diferentes.
La charla tuvo lugar el jueves 25 de abril a las 7:00 p.m. en el Pabellón 5A de Corferias.