EE.UU. entrega 160 millones de dólares para implementar acuerdo de paz
Bogotá, 13 de mayo_ RAM_ El Gobierno de Estados Unidos anunció este lunes la entrega de 160 millones de dólares a Colombia para implementar el acuerdo de paz con las exguerrilla Farc, informó Usaid.
Estos recursos se destinarán para «la implementación de la paz» y «formalizar tierras» en zonas azotadas por medio siglo de conflicto armado, dijo el administrador de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), Mark Green, en rueda de prensa en Bogotá.
«Estos recursos van para trabajo importante, para la implementación de la paz, para promover la reconciliación, para ayudar en las comunidades rurales, mejorar la seguridad de los ciudadanos y fortalecer la protección de los derechos humanos», agregó.
Green hizo el anuncio durante la oficialización de una enmienda de un acuerdo binacional mediante el cual Estados Unidos ha entregado 754 millones de dólares a Colombia para programas de desarrollo socioeconómico, agregó Usaid en un comunicado.
El presidente, Iván Duque, indicó por su parte que los recursos serán destinados principalmente a los proyectos productivos de excombatientes de la exguerrilla comunista que se acogieron al histórico acuerdo de paz de 2016.
Pero también buscarán «cerrar brechas» en el acceso a servicios y la comercialización de productos en regiones aisladas, así como en la mejora de la seguridad en zonas donde tenían presencia las Farc, afirmó.
El anuncio del desembolso de recursos adicionales para la paz se da en un contexto de fricción entre los dos países, aliados históricos en el combate al narcotráfico y a las guerrillas.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha criticado con severidad el alza récord de narcocultivos en Colombia, que según la ONU alcanzaron las 171.000 hectáreas sembradas en 2017. Y exige medidas a Colombia so pena de reducir las ayudas.
Pero Duque, que llegó al poder en agosto con la promesa de modificar el pacto con los rebeldes, ha lanzado un estricto plan antidrogas que incluye el endurecimiento policial contra el consumo interno, así como la revaluación de la aspersión con glifosato, una iniciativa aplaudida por Estados Unidos.
