El Once Caldas, escoba en mano
Por Esteban Jaramillo Osorio
Escoba en mano, arranca el nuevo proyecto Once Caldas. El desplome en la Liga, vaticinado por muchos, deja huellas. Con escrúpulo se mira a quien dejar y a quien despedir. No es el mismo cuidado que se tuvo en la conformación de la nómina para la presente temporada, cuando el presidente afrontaba delicados problemas de salud. Nada tuvo que ver en los contratos de los jugadores.
Bodhert eligió apuntalado en sus conceptos técnicos; los dirigentes le aprobaron lo que pidió. Desde su llegada muchos de sus recomendados y protegidos fracasaron y, como de costumbre, después de corto ciclo se marcharon.
La ilusión se evaporó. El entrenador no evolucionó y evidentes fueron sus limitaciones creativas.
El juego no para y es necesario, de inmediato, la puesta en marcha de un plan novedoso de renovación, que reanime a los hinchas, poniendo freno a los rumores que dan como segura la salida de jugadores clave. Rodríguez Rico y Ortiz permanecen.
Se busca un defensa central, aunque garantizada esta la continuidad de Correa y Peralta. Un lateral izquierdo por el alto costo de renovación de Velasco, un extremo derecho por las dudas sobre la continuidad de Kevin Londoño, un creativo por la marcha de Nieto, un nueve con talla y gol y un extremo izquierdo. Ya hay candidatos y gestiones adelantadas.
En la proyección de futbolistas de la cantera, se asoman promesas como Ferrín, se estanca Alejandro García y en observación esta Carreazo por el freno busco a su crecimiento.
Queda una duda que solo el técnico puede resolver: ¿Por qué Carbonero es titular y goleador de la selección juvenil, camino al mundial, y en el Once Caldas es suplente de suplentes?