LA CANTALETA
Gustavo Álvarez Gardeazábal
Siempre creí que Fernando Vallejo iba a pasar a la historia como el más exquisito escritor del idioma. Su dominio de verbos y subjuntivos, de arcaísmos y gramática pero sobre todo la pureza verbal y la finura en la redacción, lo evidenciaban muy superior a quienes fuimos sus congéneres.Voy a tener que cambiar de opinión y revisar mis criterios sobre sus libros del pasado.Fernando Vallejo va a pasar a ser el creador de un género literario único e irrepetible: la cantaleta. Casi igual a como Valle Inclán, el novelista español de la generación del 98 que creó “el esperpento” como un genero novelístico.Vallejo lo que ha hecho es irlo construyendo peldaño a peldaño,con metodología de paisa avaro hasta llegar a su culmen: “las memorias de un hijueputa”.
En este libro,que no puede leerse como novela ni mucho menos como memorias,Vallejo logra combinar la esquizofrenia de su personaje, el dictador de Colombia,con la suya propia, sin ayuda de litio y recordando a pedacitos su pasado,agrediendo a golpes su presente y entregando el alma de su personaje al creador,que es él y que parecería estar escribiendo las horas en el reloj que se le desbarata en su casa blanca de Laureles.
Obviamente el autor supera a su creación. Los recuerdos de Vallejo en el tono cantaletosamente atosigante son superiores a los de su personaje el dictador, que manda fusilar a Gaviria y a Pastrana y a cuanto expresidente se le acomode en su mira perdida.Pero él también fusila con cargas de metralla repetida a Vargas Llosa, al poeta Jota Mario y a Abad Faciolince, a quien termina proclamándolo como autor de las tetas sin paraíso de Gustavo Bolivar.
No se cuántos lectores de Vallejo puedan terminar de leer su libro.Yo lo hice y he quedado abrumado de la capacidad esquizofrénica de su prosa,todo lo traspapela en una sola larga y monocorde cantaleta.
facebook/gustavoagardeazabal/
Publicado en Diario ADN, junio 14 2019
Audio: https://www.spreaker.com/user/8676384/2019-06-13-19-49-09-computer-record