martes diciembre 17 de 2024

El Ojo del Halkón Estamos en la sin salida

Por: Rubén Darío Mejía Sánchez

BOGOTA, 13 de octubre de 2019 RAM_ Recuerdo hoy a un periodista español en una de sus visitas a Colombia, decía y con sobrada razón que definitivamente vivíamos en el país de las maravillas de Macondo y que esos cien años de soledad, de Gabriel García Márquez no podían cerrar capítulo sino tener continuación.

No entendía mi colega y amigo, como era que en Colombia hubiera tanto dinero y tanta riqueza y al mismo tiempo tanta pobreza, lo que no nos atrevimos a responderle por una simple y llana razón, porque nosotros mismos no entendemos.

Acabamos de terminar una semana con una serie de episodios que se han sucedido en el campo judicial y político, dignos para que un novelista escriba algo, sin tener que apelar mucho a la ficción, porque los hechos a relatar son reales.

Si no fuera por el manejo que le dan algunos medios de comunicación a lo sucedido, muchas cosas se conocerían, pero de verdad es que las falsas noticias y la monopolización tiene fregado al país que cada día está más desinformado.

Ya lo que voy a decir es llover sobre mojado, nadie entiende como el INPEC dejó volar a la señora Merlano, cuando los protocolos son tan estrictos y cuando una persona pide una cita médica va un gran número de personal de esa institución para escoltarlo y cuidarlo, y hasta en varias ocasiones van a los extremos que salen, a pesar de ir para donde el médico, esposados los detenidos que van a la diligencia. Pero lo que vimos de verdad fue una camaradería, normal que el odontólogo haya estado formal y atento, porque era su paciente, pero una cosa que se tiene en cuenta de los protocolos penitenciarios, es que mientras que la familia hable con el detenido debe estar uno de los guardianes, mínimo al lado, pero aquí hicieron las cosas como Pedro por su casa.

La justicia colombiana y la seguridad penitenciaria del país han quedado en ridículo ante el mundo, en donde los memes y caricaturas han ocupado los primeros lugares y así es cuando decimos que es verdad que vivamos en el mundo de Macondo, la señora desapareció como por arte de magia, su hija le dice que no se entregue y dicen que nadie sabe donde está, cuando la verdad es que debe de ser mucha gente la que sabe de su paradero.

No pasará mucho tiempo para que se conozca que la señora está en una de las islas paradisiacas de América o del mundo y como en Colombia todo se olvida, esto no pasa de ser mas que un episodio de la vida real colombiana.

Se habla de corrupción, corrupción y corrupción, palabreja que ya está desgastada, porque la corrupción es el fenómeno predominante de lo que está sucediendo en el país y se encuentra corrupción en los estamentos del Estado, en los sectores políticos y hasta en el sector privado, como es el caso de Odebrecht y en Colombia no ha pasado nada.

Estamos en pre elecciones regionales, se habla de corrupción, mas corrupción y corrupción, pero se sabe quiénes son los que compran votos y los que ponen el dinero en la mayoría de campañas en las diferentes regiones del país; pero todo el mundo se hace el de oídos sordos y no le dan importancia al asunto o no hablan de eso para no meterse en camisa de once varas, como decía mi abuelo.

Da pena que unos pocos sinvergüenzas estén dañando una campaña en donde se cuenta con candidatos de alta calidad y que quieren hacer las cosas bien, cuya labor se ve empañada por lo malo que hacen los demás y por la infiltración de dineros de dudosa procedencia, como en el caso de narcotráfico, de paramilitarismo y de grupos disidentes y alzados en armas.

El Gobierno dice que todo está controlado; pero no, hay mucho por hacer y como dicen las señoras, hay mucha tela de donde cortar.

Se acabó el peso de los partidos, ya ningún partido tiene la fuerza y el numero de seguidores para poder elegir sus candidatos y es cuando aparecen las coaliciones y uno puede ver a candidatos con el respaldo de dos, tres, cuatro, cinco y mas partidos, asunto que se vuelve muy delicado, porque si es difícil responder a un solo partido, como en el caso del Centro Democrático y el Gobierno Duque, que se puede decir en el tema que nos aborda.

Si la gente no creía en los partidos, ahora sí que menos y ya no hay candidatos seguros a ganar, sino que hasta el final se pueden presentar grandes sorpresas, aunque hay regiones en las que los caciques de siempre se hacen al poder y eligen a su gente.

Se habla de la compra de votos, maña existente desde hace mucho tiempo a la cual no se le ha podido poner freno y esto porque no hay una justicia que trate a todo el mundo con el mismo rasero.

Álvaro Uribe ante la Corte Suprema de Justicia, es noticia aquí y en cualquier parte, por el solo hecho de ser un expresidente de Colombia ahora senador de la república, pero la gente de a pie no está segura de lo que vaya a suceder; pero esperan que se conozca la verdad, si es culpable o inocente de los delitos que se imputan.

Yo no estoy de acuerdo con los medios de comunicación y algunas personas que condenan a quienes están ante los estrados judiciales, porque solo los jueces tienen la última palabra y como está establecido nadie es culpable, hasta que no se le demuestre lo contrario.

No estoy defendiendo al expresidente Uribe, estoy diciendo que se debe respetar el debido proceso, pero sin trampas, sin tratar de hacer justicia y manejar los asuntos de otra manera, solo por el hecho de ser un expresidente y hombre público; porque como lo he dicho en otras oportunidades, la justicia debe ser para todos y no simplemente para los de ruana.

La monja que respaldaba al expresidente en el momento de entrar al Palacio de Justicia, salió mas falsa que una moneda de cuero y por lo que se ha conocido una persona que abusaba de la necesidad ajena, pidiendo para darle a los pobres cuando lo que iba era a vender, así fuera a precios mas bajos, pero es deshonesto.

Dicen que la ley es la ley y la justicia es la justicia, clamo justicia no solo en el caso de Álvaro Uribe Vélez, sino en la de tantas personas vinculadas a procesos judiciales y privadas de la libertad a quienes no se les ha resuelto su situación jurídica, siendo muchas de ellas inocentes.

Voy a decir algo que no se si me lo van a entender, pero para mi manera de pensar, el presidente Duque anda muy mal en su política internacional, porque ese enfrentamiento con Venezuela es cada día mas grave y se acordarán de mi que así como están las cosas no se va a llegar a ningún lado, porque Maduro es un hueso duro de roer y da la sensación que en más de una oportunidad se está dejando a Colombia solo en esa tarea de tratar los problemas de los hermanos venezolanos.

No entendemos la posición del Canciller Carlos Holmes Trujillo, ese tono guerrerista y de policía cuando habla de temas como derrocar a Maduro y exigirle a Cuba la extradición de los jefes del ELN, no está bien para un diplomático y recordemos que Colombia ha sido ejemplo en el manejo de su diplomacia.

Vuelvo y repito, el presidente Duque tiene mucho que hacer y tiene con que hacerlo, todo por el buen del país, porque con excepción de unos pocos funcionarios que lo rodean, la mayoría son idóneos en su trabajo.

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