El Ojo del Halkón Buen ejemplo a pesar de todo
Por: Rubén Darío Mejía Sánchez
BOGOTA, 1 de diciembre de 2019 RAM_ Aunque haya sectores que se nieguen a aceptar lo que ha sucedido en Colombia en los últimos días, hay que ser claros, se ha vivido un verdadero caos en el ámbito social, en el transporte, el comercio ha perdido y si vamos a ver todo el país ha perdido.
Hubo un joven muerto, el que pasará a la historia y al olvido, porque uno de los defectos graves de los colombianos es que no tenemos memoria o que queremos tapar el sol con las manos y no reconocer las cosas que están sucediendo.
Se han oído comentarios de un lado y del otro, pero nos damos cuenta que en la parte política estamos bastante mal, porque algunos dirigentes políticos han salido a decir bobadas y a no reconocer lo que esta sucediendo y con sus declaraciones en vez de hacer bien, tratan que el malestar crezca cada día más.
No estamos acostumbrados a reconocer nuestros errores, sino que siempre le echamos la culpa a los demás, y lo digo, porque lo que ha sucedido es causa de una situación que se ha venido presentando desde hace mucho tiempo por la irresponsabilidad de gobiernos anteriores que han prometido a los ciudadanos y nunca les han cumplido; pero ahora ya las cosas no aguantaron y explotaron, y a pesar de la conformidad de un sector de la población otro dijo no, no aguantamos mas y salieron a protestar de manera pacífica y con los cacerolazos que han sido un verdadero ejemplo de cómo decir que las cosas andan mal.
Es irresponsable que un ex presidente de la República, como el señor Andrés Pastrana Arango salga públicamente a hablar de un golpe de estado y señale directamente a otro ex presidente, por el solo hecho que no haya buena relación entre ellos y si nos damos cuenta en más de una oportunidad las salidas de Andrés Pastrana y Ernesto Samper en temas nacionales han sido falsas, hablan sin fundamento, sin tener bases en lo que dicen, sin pensar el mal que hace todo eso.
Una congresista del Centro Democrático criticaba al presidente Duque porque éste trataba de dialogar y es cuando entendemos porque mas de uno es enemigo del proceso de paz y es simplemente porque aquí interesa mas la guerra que la convivencia.
Hay momentos en que hay que ceder y que hay que comprender a los demás. Hay dos partes en conflicto, el Gobierno y el pueblo y esto no se soluciona sino mediante el diálogo y como lo decía en una columna anterior, hay que escuchar y no simplemente oír y a pesar de la censura a esa columna por algunos medios de comunicación que reciben la información de nuestra agencia de noticias, quiero ser claro que estaré diciendo la verdad, porque no tengo intereses políticos y mucho menos patrones que me impidan decir las cosas como son.
Se comenzaron unas conversaciones, llamadas “La Conversación Nacional”, la que creo que empezó mal, porque no eran las reuniones primero con los amigos del Gobierno y luego con quienes estaban exigiendo; porque por lo general uno no debe de hablar primero con sus amigos, sino con quienes tiene el conflicto.
Eso de pensar que la situación se va a arreglar a la fuerza es una gran equivocación, a la fuerza no se doman las fieras y mucho menos se llega a un acuerdo, porque nadie funciona a las malas y se han notado algunas voces, gracias que han sido pocas, que piensan que es por el lado de la represión que las cosas van a volver a su orden.
Creo que se han tocado temas a pesar de ser importantes, que no son la coyuntura de las exigencias que se están haciendo, porque el pueblo está pidiendo que se mejore la situación económica, que haya empleo, que se presten los servicios de salud como deben de ser y que haya una buena educación y buen trato para los educadores.
Mientras el DANE dice que suben las cifras de desempleo, el Director del Departamento Nacional de Planeación sale a decir que las cosas han mejorado, lo que quiere decir que las palabras del técnico “Pacho” Maturana siguen vigentes, cuando según su apreciación, perder es ganar un poco.
Aquí no está el palo para cuchara, para decir que debe de perderse la institucionalidad, lo que hay es que corregir y no estoy de acuerdo que el ESMAD deba desaparecer, lo que debe de tener es una formación que lleve a respetar los derechos humanos, que respete a los que protestan libremente y que no crean que por llevar un uniforme que los protege, puedan atacar al pueblo indefenso como lo hemos visto en el transcurso de estos días.
A pesar que un grupo grande de la prensa colombiana está de lado del Gobierno, la prensa ha sido objeto de ataques por parte de la Policía Nacional, como en el caso de Barranquilla y si protestamos contra esto también por los que hablan en las redes sociales lo que no es, y que hacen amenazas contra los periodistas, como en el caso de Eduardo Maldonado de Caracol Televisión a quien lo han amenazado personalmente y a su familia, porque creen que en los informes dijo lo que no dijo y es porque el odio que existe en algunos sectores de la población no deja escuchar ni oír las cosas como son.
Maldonado en el tiempo que lo conozco ha sido un periodista íntegro, serio en sus apreciaciones y ha hecho una de las carreras brillantes basada en la libertad, en la verdad y en la objetividad.
Este paro nacional que fue para el 21 de noviembre y que se ha denominado 21N no se tuvo cuidado por parte del Gobierno y de las autoridades, porque se creyó que era un asunto de unas oras y no de mas de diez días, con el agravante del anuncio de otro nuevo paro nacional el 4 de diciembre próximo.
Los colombianos son un pueblo bastante calmado y no se parecen a los ecuatorianos, peruanos y chilenos que han puesto en peligro la democracia de sus países o que mejor la han defendido sacando a los mandatarios y políticos qe ellos consideran que no están cumpliendo; pero ahora ya no aguantaron mas y es cuando vemos gente de todas las edades saliendo a protestar en todo el país.
No estoy hablando que la solución esta en la salida del presidente Ivan Duque, estoy hablando que es necesario que cumpla con su plan de gobierno en el campo social y no dedicarse tanto a reforzar la guerra porque creo que si se hubiera dedicado a no amenazar y a cumplir con el proceso de paz desde un comienzo, las cosas ahora serían diferentes.
Con asombro escuche cuando me leían esta semana una nota del periódico El Espectador sobre la división del partido de gobierno, en donde se están peleando por las lentejas o mejor por los puestos y la mermelada que el Jefe de Estado dejó de dar en algunos sectores y se puede decir que han llegado momentos en que Ivan Duque está viviendo como lo escribió García Márquez “Cien años de soledad”.
Titulo esta columna “Buen ejemplo a pesar de todo” porque a pesar de los brotes de violencia, del caos y del vandalismo de un pequeño sector de delincuentes, que no tienen derecho a llamarse ciudadanos, los ciudadanos de bien han salido con altura a pedir sus derechos y a protestar sin violencia para que se les de lo que ellos creen que han ganado como gente de bien.
Hay muchos que se llenan de temor y no es para menos; pero es bueno levantar la voz para exigir respeto a los derechos.
Ahora solo queda esperar que la muerte de Dilan Cruz, no quede en la impunidad, que no se salga a decir que era un revoltoso y un delincuente más, cuando por lo menos, por lo poco que se ha conocido, era un buen muchacho y un excelente estudiante, pero por cosas del destino se cortó esa vida en plena primavera.
Espero Además que los diálogos iniciados por el Gobierno tengan en cuenta a todos los sectores, porque todos han perdido y hay que tomar en serio a los organizadores del paro para escucharlos con el tiempo suficiente y saber a ciencia cierta en qué se basas sus exigencias.
Los organizadores del paro también deben de ser sinceros y responsables, porque el pueblo o mejor la gente de a pie no va a aguantar más sufriendo las consecuencias del transporte, la oportunidad que se le da a los desadaptados para que forman el caos u que no se pueda trabajar, poniendo en peligro el sustento económico de sus familias.
Nota final: He visto tantas cosas durante estos cincuenta años de vida periodística y de setenta y un de edad que a veces no me asombro para nada, aunque soy sensible y como periodista he visto suceder tantas cosas y he visto que tantos colegas se han ido de esta vida terrenal por asunto de la guerra que hemos tenido que vivir los de nuestras generación desde que nacimos hasta este momento, pero una tarde-noche temblé, me sentí desubicado a leer una sentida columna, del escritor, periodista y político Gustavo Alvarez Gardeazabal, columna que tituló simplemente “Adiós” y en donde dice que no volverá a escribir mas columnas de opinión, porque está decepcionado, porque está amenazado y porque ya no tiene fuerza a sus setenta y cinco años de edad y yo diría que simplemente porque teme por su vida y nadie ha reaccionado al respecto, porque así como Alvarez Gardeazabal muchos han tenido que dar un paso al costado en un país que importan mas los temas de farándula que de fondo para las gentes, porque simplemente aquí, como decía al comienzo, “no pasa nada”.