El Ojo del Halkón Los retos del Fiscal
Por: Rubén Darío Mejía Sánchez
Bogotá, 15 de febrero_ RAM_ Después de muchos ires y venires la Corte Suprema de Justicia dio a conocer el nombre del nuevo Fiscal y hasta esta semana el Presidente Duque posesionó a Francisco Barbosa en ese cargo, quien en su primer llamado fue pidió al Contralor y al Procurador que apoyen una inhabilidad ante una eventual aspiración política.
Se venía rumorando que el Procurador General de la Nación, Fernando Carrillo estaba aspirando a la Presidencia de la República, lo que quería decir que estaba politizando su trabajo desde el máximo organismo del Ministerio Público. Ante estos rumores y a la invitación del Fiscal Barbosa Carillo respondió que el no era candidato a nada y que solo estaba cumpliendo con su gestión.
Se habla mucho de la crisis de la justicia, del papel de los jueces y en especial de la Fiscalía, que en los últimos años ha cometido una serie de errores como ente investigador y acusador, haciendo que cuando los procesos llegan ante el juez, se caigan por no tener los soportes necesarios y es por eso que la impunidad sigue campante, en especial, porque al no tener los soportes, las acusaciones muchos que han infringido la ley quedan en libertad por los ya conocidos vencimientos de términos; asunto que conocen como dedillo los abogados defensores que son unos maestros en hacer aplazar las diligencias y que los tiempos no se cumplan, para lograr la libertad de los defendidos.
Viendo este panorama tan oscuro se puede uno preguntar sobre la firmeza y carácter del nuevo Fiscal General de la Nación que tiene varios retos para cumplir y que sobre el escritorio de su despacho reposan muchos asuntos judiciales que deben de resolverse, porque se puede decir que los fallos en las últimas administraciones han sido grandes por la politización y el favorecimiento a algunos de los condenados.
El ciudadano de a pie espera firmemente en una buena labor del Fiscal Barbosa, para que no se siga dando el fenómeno que en Colombia la justicia es solo para los de ruana.
Dijo Barbosa que son varios los puntos en los que se debe detener para trabajar y responder a las inquietudes del pueblo colombiano.
El Fiscal se comprometió a trabajar por la protección de los líderes sociales, de crear mas oficinas de la Fiscalía en los sectores más apartados del país, a priorizar los casos y a buscar investigaciones que lleven ante los jueces que estén, como decía anteriormente, con soportes para conseguir de esta manera fallos correctos.
También dice el Fiscal que incrementará los despachos en donde se tratan asuntos del narcotráfico y contra las estructuras criminales con ese delito y se fortalecerá el trabajo para perseguir y castigar el lavado de activos.
Se compromete también a no tolerar el feminicidio ni la discriminación, tanto a las mujeres como a las minorías, ni contra los pueblos indígenas y una de sus preocupaciones será que ni un crimen por discriminación social, política, religiosa y de género se queden en la impunidad y que haya castigo para quienes cometan delitos relacionados con estos sectores.
También hubo mucha expectativa por la posición del nuevo fiscal en cuanto a la JEP y en su discurso de posesión dijo que busca que haya una relación armónica y sin contratiempos con la Jurisdicción Especial para la Paz, que según su opinión cumple con una función atada a la justicia transicional y la Fiscalía General de la Nación mantendrá sus competencias en el ámbito de la justicia ordinaria.
Como vemos, el Fiscal Barbosa entró a poner la casa en orden, pero desde todos los sectores lo que más esperan y le exigen es que no se siga politizando la justicia y que se castigue por igual al delincuente común que al de cuello blanco.
Porque no hay que desconocer que el país ha sufrido las consecuencias porque se ha tenido justicia únicamente para los de ruana y parece que cuando se hiciera justicia, se pensara en que quienes le ha faltado a la ley no son de la misma clase sino unos de menos clase y otros intocables.
Cuando se habla de división de poderes, se pide que tanto el poder Ejecutivo como el Legislativo y el Judicial ocupen sus puestos y que no haya intervención de un lado o de otro, principalmente que la justicia esté independiente de las opiniones políticas y del mismo Gobierno.
Hay que dar un compás de espera, de eso estoy seguro al nuevo jefe del Ente Acusador, como lo he respondido cuando me piden opiniones sobre los nuevos mandatarios departamentales y locales; pero de una cosa si estoy seguro, que estaremos muy atentos a lo que pide el ciudadano común y corriente y que está acosado por la acción de los vándalos, tanto por la corrupción, por el narcotráfico como por los delitos comunes que tiene atemorizada la población.
No es justo que un delincuente que acaba de hacer un asalto en la calle sea retenido por las autoridades policiales y dejado en libertad por falta de soporte de la Fiscalía y la acción de los jueces. Muchos de estos delincuentes saben y tienen sus mañas para recuperar la libertad y volver a las calles y sembrar el terror.
En cuanto a la corrupción, hay que tomar medias y recordar, como creo que lo hará el señor Fiscal de investigar y llevar ante los jueces a los delincuentes de cuello blanco que se creen intocables por los cargos que tienen en el Estado.
Hemos conocido gente que siendo funcionarios de un banco se robaron una cantidad de dinero y se les dejó en libertad simplemente porque no había pruebas, mientras que un ciudadano por necesidad toma seis libras de queso para llevar alimento a su familia y se le condena a 48 meses de prisión y conste, no estoy justificando ninguna de las dos actuaciones porque al fin y al cabo son delitos pero si la manera de hacer justicia en los dos casos.
Antes de escribir esta columna, quien había sido nombrado como Vicefiscal General, Juan Francisco Espinoza, le agradeció al Fiscal por su nombramiento y le anunció que declinaba aceptar el cargo por asuntos netamente personales; aunque en los mentideros políticos se habló de investigaciones en su contra, a lo que el Fiscal respondió que era por asuntos personales y que más adelante se diría el porqué de ello.
No se enfrenta al Fiscal Barbosa a dirigir un ente que sea muy fácil de manejar, porque como lo dije antes, debe de poner la casa en orden y lo más importante es conseguir nuevamente que la ciudadanía vuelva a creer en la justicia y principalmente en la Fiscalía, que ha perdido credibilidad por la politización de la misma.
Señor Fiscal, en sus manos están las investigaciones y las acusaciones a quienes han cometido delitos y a que se aclaren las situaciones de quienes no tienen que ver y son inocentes.