El Ojo del Halkón Precaución y no pánico
Por: Rubén Darío Mejía Sánchez
BOGOTA, 08 de marzo de 2020 RAM_ Es el momento de cumplir con todas las medidas de precaución recomendadas por los médicos, la Organización Mundial de la Salud y las entidades del Estado que le han puesto el ojo a la llegada del Coronavirus, una de las tantas epidemias que ha tenido que sufrir la humanidad.
Tenemos que ser conscientes que para algunos de los mandatarios del mundo esto no es cosa de tener cuidado, porque se creen protegidos, quien sabe por que clase de dioses y porque creen que son superhumanos que no pueden llegar a ser afectados por esta clase de epidemias.
Precaución y no pánico es lo que se debe de tener, en una de las tantas entrevistas que hicieron los medios de comunicación luego de conocerse la llegada del Coronavirus a Colombia, a pesar de las preguntas capciosas de los periodistas, el Director del Hospital San Ignacio de la capital colombiana fue muy franco y explicito en sus declaraciones y con toda la amabilidad del caso, sin necesidad de regañar a nadie, le pidió a los medios de comunicación que tuvieran cuidado con las informaciones, para evitar el pánico entre la sociedad.
Recordaba el galeno una frase de un gran pensador, de quien él no recordó el nombre y yo ahora no lo recuerdo, y fue de una conversación con un personaje con la muerte, hablaba de una epidemia que llegó en una época y cuando este personaje se encontró con la epidemia le preguntó: “¿y usted a que viene? Y dijo, a llevarme quinientas personas” y después de un tiempo se volvieron a encontrar y le preguntó “¿Por qué usted me mintió?, me había dicho que se llevaba quinientas personas y se llevó más de cinco mil” y esta respondió, “Yo me llevé quinientas y los demás se los llevó el pánico”.
En estos casos hay que tener mucho cuidado, como decía anteriormente hay que tener precaución y cumplir con las recomendaciones de las autoridades sanitarias y no actuar con displicencia, porque cuando se recomienda el lavado de manos, estar a distancia de personas que tienen síntomas gripales o problemas respiratorios, se cree que se está exagerando y lo han tomado como chiste cuando se pide no saludar de beso y apretón de manos para evitar la transmisión del contagio.
También se ha pedido que niños y personas mayores, lo mismo que quienes sientan algunos de los síntomas anteriores no asistan a grandes aglomeraciones como por ejemplo, asistir a las iglesias y uno de los ejemplos lo dio la iglesia Católica para explicar que uno de sus ritos especiales como es el de la comunión no se dé de la mano a la boca sino de la mano a la mano y que si alguno de los sacerdotes tiene síntomas de resfriados, atienda las confesiones con tapaboca o deje de hacerlo.
Muchos creen estas medidas exageradas porque valen mas los fanatismos religiosos y no se dan cuenta que los líderes religiosos están apoyando las medidas de los gobiernos y autoridades sanitarias para evitar que esto sea más grave y se convierta en una verdadera pandemia.
Por lo que se sabe hasta el momento, solo hay una persona infectada del virus en Colombia, las personas allegadas a ella salieron libres de todo pronóstico, al igual que los colombianos traídos desde Wuhan por el Gobierno Colombiano en una misión humanitaria.
Hay que evitar las irresponsabilidades de algunos medios de comunicación que sin estar plenamente informados dan alertas como el sábado anterior, cuando se habló de otro infectado, lo que fue negado por el Ministerio de Salud.
Estamos de acuerdo con lo ordenado por el presidente Duque, de dejar solo un vocero para hablar de este tema y es únicamente el Ministerio de Salud el vocero autorizado de cada una de las informaciones que deben de transmitir los medios de comunicación.
Los cuidados son muy claros, el lavado de manos, tomar bastante líquido, no hacer ejercicio físico en lugares donde haya contaminación y tener el mayor cuidado para los niños y las personas mayores de 60 años, y como decíamos anteriormente tengan síntomas de resfriados o de enfermedades respiratorias.
Muchas veces no nos importa lo que está sucediendo en el mundo y a nuestro alrededor, porque creemos que eso nunca nos va a llegar y es cuando recuerdo a un poeta que decía algo que era bastante claro y doloroso: No me importa que maten policías, porque yo no soy policía; no me importa que maten líderes sociales porque no soy líder social; no me interesa que asesinen políticos, porque no soy político y mucho menos que exterminen campesinos, porque no soy campesino; pero ahora me están matando a mi y de verdad que me interesa.
Hay que tener solidaridad, enseñar y orientar las personas y concientizar a quienes creen que lo que está sucediendo es un asunto populachero y un cuento chino del Gobierno, y no es ningún cuento chino, es la cruda realidad de una epidemia que ha cobrado miles de vidas en el mundo, a pesar de que en nuestra América no sean muchos los casos y principalmente con desenlaces fatales.
Colombia debe estar preparada y dice estarlo para que esta epidemia ni siga llegando al país y tome bastante fuerza, pues a pesar del trabajo mancomunado del Gobierno y de las entidades de salud, no se puede creer que estamos blindados, porque tenemos unas zonas limítrofes bastante amplias con países donde hay personas diagnosticadas con este virus, como Ecuador y Brasil, y otro lugar de mucho cuidado, precisamente ahora por asuntos de la migración que a pesar de estar sufriendo este flagelo tienen contacto con personas llegadas de China y estoy hablando de Venezuela, un país donde la salud está herida de muerte, en donde no hay programas de protección y mucho menos para contrarrestar una enfermedad tan grave como esta.
Alguien preguntaría como el Chapulín Colorado, “Y ahora quien podrá ayudarnos” y la respuesta es muy clara, somos nosotros mismos tomando medidas serias y cumpliendo con las instrucciones de aseo y de alimentación, para evitar que el virus siga llegando al país y se expanda.
Según las autoridades, hasta el momento solo hay una sola persona infectada, que no muestra mucha gravedad, porque ha sido controlada y sigue monitoreada en su propia casa por las entidades del Estado y medicas del país.
Hay que tomar medidas, cumplir las indicaciones que se dan, no tomar esto como un juego de niños o una fábula, sino como algo muy serio que podemos evitar con responsabilidad.
Hay que evitar el amarillismo y sembrar el pánico, porque la responsabilidad de quienes informen es dar a conocer las noticias claras y en las voces de autoridades responsables que no hablen por hablar sino que expliquen desde el punto médico lo que está sucediendo.
Sabemos que los colombianos hemos salido de cosas bastante delicadas, que a pesar de los problemas que tiene el sistema de salud, se cuenta con grandes profesionales y que trabajando juntos podemos evitar que suceda algo de lo que tengamos que lamentarnos mas adelante.