El positivo de Yates pone en aprietos al Giro de Italia
El corredor británico Simon Yates, del Mitchelton-Scott. REUTERS/Christian Hartmann
Giovinazzo, Italia, 10 oct (Reuters) – El Giro de Italia sufrió un serio varapalo el sábado con la retirada del británico Simon Yates después de dar positivo por el nuevo coronavirus cuando ha transcurrido una semana de la competición.
Yates, uno de los favoritos a ganar la prueba, dio dos resultados positivos en la séptima etapa del viernes después de mostrar una fiebre «muy leve» durante un control rutinario, según dijo su equipo, el Mitchelton-Scott.
El resto del equipo se sometió posteriormente a pruebas y todos los miembros dieron negativo, y los organizadores (RCS) permitieron que el equipo australiano continuara la carrera, según el Mitchelton-Scott.
«Yates desarrolló síntomas muy leves en las horas siguientes a la séptima etapa de ayer. El equipo médico de Mitchelton-Scott pidió inmediatamente una prueba rápida que indicó un resultado positivo. Más tarde se hizo una segunda prueba, RT-PCR, que ha confirmado el resultado positivo», dijo el equipo en un comunicado.
«El joven de 28 años fue aislado en su habitación individual durante el proceso y está siendo transportado de forma segura por una ambulancia preparada para un período de cuarentena en el que el equipo puede ofrecer sus mejores cuidados. Sus síntomas siguen siendo muy leves.
Yates, que ganó la Tirreno-Adriático en el período previo al Giro, era 21º en la general, a 3:52 minutos del líder de la general, el portugués Joao Almeida, después de perder más de tres minutos en la primera etapa de montaña.
Los corredores del Giro, que dura tres semanas, permanecen en una burbuja biosegura cuando no están en la carretera, al igual que sucedió en el Tour de Francia, que terminó el 20 de septiembre. Ningún corredor dio positivo de COVID-19 durante el Tour de Francia.
Las carreras de élite se reanudaron en agosto después de un paréntesis de cuatro meses y medio, pero el reciente resurgimiento de COVID-19 en Europa ha obligado a las autoridades locales y a los organizadores a cancelar carreras, como la neerlandesa Amstel Gold Race, que estaba programada para el sábado, y la clásica París-Roubaix, que debía disputarse el 25 de octubre.
