miércoles diciembre 18 de 2024

Las opciones de Trump de revertir la victoria de Biden se reducen tras recuento en Georgia

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, da un discurso desde el Rose Garden de la Casa Blanca en Washington, Estados Unidos. REUTERS/Carlos Barría

Por Trevor Hunnicutt y Joseph Ax

Washington 20 nov (Reuters) – El quijotesco empeño del presidente Donald Trump por anular los resultados de las elecciones del 3 de noviembre recibió otro golpe el viernes cuando un recuento confirmó que había perdido Georgia, mientras que el ganador, el presidente electo Joe Biden, llenó más cargos para su gobierno entrante en Estados Unidos.

Biden, un demócrata, se prepara para asumir el cargo el 20 de enero, pero el republicano Trump se ha negado a aceptar su victoria y está buscando la manera de invalidar o anular los resultados en varios estados, alegando un fraude electoral generalizado.

El secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, asfixió aún más el esfuerzo de la campaña de Trump cuando confirmó que un recuento manual y una auditoría de todos los votos emitidos en el estado habían determinado que Biden era el ganador.

«Las cifras reflejan el veredicto del pueblo, no una decisión de la oficina del secretario de estado o de los tribunales, ni de ninguna de las dos campañas», dijo a los periodistas Raffensperger, partidario de los republicanos y de Trump.

Con la puerta aparentemente cerrada de golpe en Georgia y castigado por una serie de derrotas en los tribunales, el equipo de Trump está depositando sus esperanzas en conseguir que las legislaturas controladas por los republicanos en estados en disputa, y donde ha ganado Biden, no tomen en cuenta los resultados y declaren vencedor a Trump, según tres personas familiarizadas con el plan.

Por ahora se centra en Michigan y Pensilvania, pero incluso si ambos estados se vuelcan hacia el presidente, tendría que anular la votación de otro para adelantarse a Biden en el Colegio Electoral.

Un evento tan extraordinario no tendría precedentes en la historia moderna de Estados Unidos. Trump no sólo necesitaría que tres legislaturas estatales intervinieran contra el recuento de votos tal y como se realiza actualmente, sino también que esas acciones fueran respaldadas por el Congreso y, casi con toda seguridad, por el Tribunal Supremo de Estados Unidos.

Sin dejarse intimidar por las bajas probabilidades, Trump se reunía el viernes en la Casa Blanca con los líderes legislativos del estado de Michigan, el jefe de los senadores estatales, Mike Shirkey, y el presidente de la cámara, Lee Chatfield, ambos republicanos, según una fuente de Michigan.

Los dos legisladores escucharán lo que el presidente, que solicitó la reunión, tiene que decir, dijo la fuente. Shirkey dijo a un medio de comunicación de Michigan a principios de esta semana que la legislatura no nombraría una segunda lista de electores.

Al llegar al Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington, Shirkey y sus colegas fueron recibidos por un enjambre de manifestantes. Algunos llevaban carteles que decían «vergonzoso» mientras que otros cantaban «certifique los resultados» y «respete a los votantes de Michigan». Un manifestante preguntó: «¿Qué te ha prometido Trump?».

La representante Debbie Dingell, demócrata de Michigan, calificó la reunión como «totalmente inapropiada» en una conferencia de prensa con otros legisladores del estado y prometió que los demócratas se resistirán a cualquier intento de anular la victoria de Biden.

Biden, que cumplió 78 años el viernes, siguió sentando las bases de su gobierno, nombrando a Louisa Terrell como directora entrante de la oficina de asuntos legislativos de la Casa Blanca, el principal enlace con el Congreso, y anunciando otros nombramientos.

Posición legal desesperada

Hasta ahora, los intentos de Trump de revertir el resultado de las elecciones de este mes mediante demandas y recuentos han tenido poco éxito. A pesar de los contratiempos, su campaña no ha abandonado sus esfuerzos legales y ha prometido presentar más demandas.

Los abogados del presidente argumentan que la Constitución de Estados Unidos otorga a las legislaturas, en lugar de a los gobernadores de los estados y a los secretarios de estado, la autoridad final para designar a los electores. Los republicanos controlan las legislaturas de Michigan, Pensilvania y Wisconsin.

Los estados fueron los pilares de la victoria de Trump en las elecciones de 2016, pero Biden ganó en los tres por márgenes aún mayores que los de Trump hace cuatro años. Las esperanzas de Trump de seguir siendo presidente están condenadas sin ellos.

El asesor legal de la campaña de Biden, Bob Bauer, dijo que la campaña de Trump estaba en una «posición legal desesperada».

«Ninguna legislatura estatal en la historia de nuestro país ha hecho nunca lo que Donald Trump aparentemente está instando a que la legislatura del estado de Michigan haga, que es ignorar los resultados de un voto popular», dijo Bauer a los periodistas. «No se puede hacer».

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