Trump presenta nueva demanda en su desafío electoral
Por Andy Sullivan
WASHINGTON, 11 noviembre (Reuters) – La campaña del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, avanzó el miércoles con su estrategia para intentar frustrar la victoria de Joe Biden en la elección del 3 de noviembre, mientras el exvicepresidente se centraba en poner los cimientos de su futuro gobierno.
El equipo el mandatario republicano acudió a una corte federal para intentar impedir que Michigan -un disputado estado del Medio Oeste que ganó en 2016 pero perdió ante Biden según proyecciones de los medios- certifique los resultados. Trump tuvo unos 148.000 votos menos, o 2,6 puntos porcentuales, según los totales extraoficiales del voto en Michigan.
Trump se ha negado a conceder su derrota ante del demócrata Biden y, en su lugar, ha presentado demandas en estados clave para intentar respaldar sus acusaciones sin fundamento sobre un extenso fraude electoral. La demanda de Michigan incluyó también acusaciones de mala praxis en el sufragio.
Jake Rollow, portavoz del Departamento de Estado de Michigan, dijo en un comunicado que la campaña de Trump está promoviendo acusaciones falsas para erosionar la confianza pública en los comicios del estado.
«Esto no cambia la verdad: las elecciones de Michigan fueron celebradas de forma justa, segura y transparente, y los resultados fueron un reflejo preciso de la voluntad popular», afirmó Rollow.
Destacados legisladores republicanos y otros aliados de Trump han respaldado la estrategia del presidente, afirmando que tiene derecho a disputar los resultados electorales. La demanda fue presentada un día después de que Biden calificó como «vergonzosa» la negativa de Trump a conceder su derrota.
Los jueces han descartado ya algunas de las demandas y expertos legales creen que el litigio tiene escasas posibilidades de cambiar el resultado electoral.
Biden logró el sábado la victoria tras ganar varios estados disputados y superar los 270 votos necesarios en el Colegio Electoral. El demócrata lideraba el voto popular por al menos 5 millones de sufragios, mientras algunos estados siguen contando papeletas.
Día de los veteranos
Biden y su esposa Jill visitaron un memorial de la guerra en Filadelfia para conmemorar el Día de los Veteranos el miércoles.
Trump colocó una corona de flores en la Tumba del Soldado Desconocido en el Cementerio Nacional de Arlington, en Virginia, a las afueras de Washington. Fue su primera aparición pública -aparte de sus salidas para jugar al golf- desde la conferencia que ofreció el jueves en la Casa Blanca, en la que realizó acusaciones no fundadas sobre fraude en los comicios.
En publicaciones en Twitter el miércoles, el mandatario siguió adelante con sus argumentos sobre fraude, refiriéndose a «una montaña de corrupción y deshonestidad», al tiempo que cargó contra las encuestadoras. «¡Ganamos!», escribió.
Biden goza de una ventaja más estrecha en Georgia -otro estado que Trump ganó en 2016- y habrá un recuento. La campaña de Trump hizo público lo que describió como pruebas de que se usaron varios muertos para depositar votos ilegales en Georgia.
El secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, dijo en una conferencia de prensa que el estado realizará un recuento manual de todas las papeletas, algo que podría comenzar esta semana. Según indicó, los resultados estarían certificados antes del plazo del 20 de noviembre.
Casi el 80% de los estadounidenses, incluida la mitad de los republicanos, cree que Biden fue el ganador legítimo, según un sondeo de Reuters/Ipsos publicado el martes.
Preparándose para gobernar
Biden planea reunirse con sus asesores el miércoles para seguir preparando su llegada a la Casa Blanca.
Ha nombrado expertos en finanzas, comercio y regulación bancaria para un equipo de transición que incluye desde demócratas tradicionales a activistas progresistas, reflejando el debate que vive su partido sobre cómo abordar el cambio climático, la desigualdad de la riqueza y otros asuntos.
El gobierno de Trump no está cooperando con el equipo de Biden, que no ha podido trasladarse aún a oficinas del gobierno federal ni recibir fondos para contratar personal.
Trump instaló también a personas leales en altos cargos del Pentágono esta semana, tras despedir al secretario de Defensa Mark Esper, lo que podría facilitar potencialmente el uso de tropas para responder a posibles protestas.