Turismo accesible, una opción para reactivar el sector
Por: Camila Moreno Camargo
Agencia ANADOLU
Bogotá, 21 de enero_ RAM_ Uno de los sectores más afectados por la pandemia del coronavirus (COVID-19) a nivel mundial ha sido el del turismo. Fue Zurab Pololikashvili, secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT), quien en su última declaración de 2020 aseguró: “Estamos casi al final de lo que ha sido el año más desafiante en la historia del turismo. Casi de la noche a la mañana, la pandemia llevó al turismo mundial a un completo estancamiento”.
Las cifras de la OMT son claras: entre enero y diciembre de 2020 las llegadas de pasajeros internacionales cayeron 72%, “contribuyendo al peor año registrado en la historia del turismo”.
Además, en 2020 los destinos turísticos del mundo recibieron a 900 millones menos de visitantes internacionales entre enero y octubre frente al mismo período de 2019, lo que equivale a una pérdida de USD 935.000 millones “en ingresos de exportación por el turismo internacional, más de 10 veces la pérdida en 2009 por el impacto de la crisis económica mundial”.
La crisis del sector turístico mundial ocasionada por el coronavirus podría reflejarse de esta manera en una pérdida de USD 2 billones en el producto interno bruto (PIB) mundial, según la OMT.
Aunque las estadísticas del turismo durante el año pasado todavía no están consolidadas, la OMT asegura que el total de las llegadas de pasajeros internacionales podría caer entre 70% y 75% en 2020. Lo anterior significaría que el turismo mundial habrá retrocedido a las cifras registradas en 1990, “con 1.000 millones menos de llegadas y una pérdida de cerca de USD 1,1 billones en ingresos por turismo internacional”.
Varias de las razones para estas preocupantes cifras recaen directamente en las medidas restrictivas que los Gobiernos se vieron obligados a adoptar para detener el avance de los contagios de coronavirus entre la población.
Entre ellas se encuentran el cierre de fronteras y de aeropuertos, las cuarentenas estrictas y el distanciamiento social. Sin embargo, también existen otras como la caída de los índices de confianza de los consumidores y el miedo de muchas personas a contagiarse en un avión o en un transporte terrestre.
Entre enero y octubre de 2020, la región más afectada por la caída del turismo fue Asia y el Pacífico, con un retroceso del 82% de las llegadas de viajeros internacionales. Esto se puede explicar debido a que fue en China donde se descubrió el virus, que se propagó rápidamente por sus países vecinos. Le siguen Oriente Medio (-73%), África (-69%) y los continentes europeo y americano (-68%).
Las cifras de recuperación del sector tampoco son alentadoras: si bien la OMT asegura que gracias a los avances de los planes de vacunación el turismo va a ver un repunte en el segundo semestre de 2021, regresar a las cifras que el sector logró en 2019 podría tomar hasta cuatro años.
Hacia un turismo sénior, accesible e inclusivo
“2021 podría ser un año crítico para el reinicio del turismo. Los cimientos están ahí para que esto sea un punto de inflexión. Es un momento para dirigir nuestro sector hacia una mayor sostenibilidad e inclusividad y para realizar su enorme potencial (…). No podemos desperdiciar esta oportunidad”, señaló Pololikashvili en su discurso de fin de año.
La inclusión y la accesibilidad son factores clave en la reactivación del turismo. La primera se refiere a integrar a las actividades turísticas a personas o poblaciones que son consideradas como minoría.
Por su parte, la segunda habla de la posibilidad que tienen las personas de disfrutar de las experiencias turísticas de manera segura y autónoma. Juntas brindan nuevas líneas de negocio o de fortalecimiento de los servicios ofrecidos en el sector para los adultos mayores.
Como a cualquier otro grupo de edad, a los mayores de 60 años les gusta salir de vacaciones, viajar, salir de paseo y cambiar de ambiente. Sin embargo, los planes turísticos que ofrece el mercado no siempre están adaptados a sus necesidades.
De acuerdo con la segunda parte de la Guía de Turismo Accesible, publicada por Elevator y el Programa de las Naciones Unidas Erasmus+, entre los mayores beneficiarios del turismo accesible se encuentran los adultos mayores con impedimentos relacionados con la edad.
Lo importante de este tipo de turismo es que al adaptar ciertos aspectos para lograr la inclusión de los adultos mayores, se le están entregando facilidades a otros grupos poblacionales de acceder al producto o servicio ofrecido. Es decir, amplían su público objetivo. “Además, se trata de un mercado leal y en crecimiento que aporta ventajas competitivas y nuevas oportunidades a las empresas. Los servicios accesibles tienen el potencial de atraer a más clientes potenciales, aumentar la calidad del servicio y fortalecer la imagen”, según la publicación.
La Guía también destaca que otros de los beneficiarios son las personas con discapacidades motoras, auditivas, de visión o de habla y discapacidades cognitivas, y “niños, mujeres embarazadas, personas con alergias, asma y otras enfermedades crónicas, personas con lesiones, cuidadores de personas con discapacidades, personas con cochecitos de niños o con maletas y extranjeros, entre otros”.
Una inversión para el negocio
Hacer turismo con accesibilidad no significa necesariamente gastar grandes sumas de dinero. De acuerdo con la Guía de Turismo Accesible, hay maneras sencillas de lograr cambios que generan impacto: capacitar a los empleados, mejorar la iluminación y contar con ayudas técnicas y equipos para alquilar o prestar en caso de ser necesario, como sillas de ruedas, sillas para que las personas se sienten en la ducha y elevadores de sanitario.
La cadena hotelera Scandic es un ejemplo de éxito del turismo accesible. Ellos llaman a su modelo ‘Diseño para todos’, que se refiere a “que una habitación adaptada debe estar igual de bien diseñada como cualquier otra habitación, con soluciones inteligentes que pasan casi desapercibidas excepto por aquellos que realmente los necesitan”.
Por ejemplo, teniendo en cuenta las necesidades de niños y personas en sillas de ruedas, los hoteles Scandic cuentan con ganchos, espejos y mirillas a dos alturas.
También tiene camas de altura ajustable y son, junto con los baños, espaciosas. “Otros ejemplos podrían incluir una recepción más baja o un ordenador de invitados en el vestíbulo a una altura conveniente. Nos aseguramos de aportar nuestro conocimiento de la accesibilidad al diseño y la construcción en una etapa temprana. Las habitaciones de hotel para los huéspedes con discapacidades solían parecerse más a un hospital pero hoy los huéspedes apenas notan alguna diferencia”, asegura la empresa hotelera en su página web.
Algunos de los hoteles accesibles también tienen habitaciones amigables con las personas alérgicas. Entre los estándares que se tienen en cuenta para este tipo de habitaciones se encuentran que esté prohibido fumar y la entrada de animales con pelo.
Las habitaciones se encuentran, además, en un piso o corredor diferente a donde hay animales (algunos hoteles permiten la entrada de perros de asistencia médica).
Otros estándares incluyen que los dormitorios no hayan sido pintados en los últimos tres meses, que tengan pisos de madera, que los tejidos, el colchón y las almohadas sean de material sintético, que la ropa de cama y las toallas siempre se laven con un detergente no perfumado y ecológico, y que los productos de baño sean inodoros y antialérgicos.
La Guía de Turismo Accesible asegura que son muchos más los beneficios al invertir en turismo accesible e inclusivo, pues los costos de adecuación se ven recompensados con el aumento en la participación de mercado.
La publicación explica que “es importante comprender que el turismo accesible está dirigido a los viajeros con necesidades de acceso, pero beneficia a todos los viajeros». »
«Tomar medidas para mejorar la accesibilidad tendrá un impacto positivo en la calidad de su oferta y, por lo tanto, en su competitividad. Las empresas que son accesibles atraerán a más huéspedes, porque atienden a una gama más amplia de huéspedes. Estas personas rara vez viajan solas, están acompañadas por un miembro de la familia y/o un compañero para dar apoyo. Si están satisfechos con la oferta que reciben, lo más probable es que den una buena reseña de las instalaciones a sus amigos y hay una gran posibilidad de que vuelvan al lugar”, resalta.