Esteban Jaramillo: Frases, a las patadas
No me disgusta Mondragón en medios, porque guste o no, con profundidad o sin ella, dice sus frases como le nacen, espontáneas, a su estilo.
Fuí el primero en darle un micrófono para ir al aire y no me arrepiento, a pesar de tener con él, algunas diferencias.
Fue en la Final de Copa Libertadores, River Plate-América por allá en el 96, en transmisión conjunta de Caracol y RCN, cuando jugaba en Independiente. No desagradó. Quizas él no lo recuerde.
Tampoco repruebo a Córdoba, a quien dirigí en un espacio nocturno en Claro. Habla desde su experiencia, como la mayoría de los ex futbolistas convertidos en opinadores, aunque no es profundo.
No me disgusta Mondragón en medios, porque guste o no, con profundidad o sin ella, dice sus frases como le nacen, espontáneas, a su estilo.
Fuí el primero en darle un micrófono para ir al aire y no me arrepiento, a pesar de tener con él, algunas diferencias.
Fue en la Final de Copa Libertadores, River Plate-América por allá en el 96, en transmission conjunta de Caracol y RCN, cuando jugaba en Independiente. No desagradó. Quizas él no lo recuerde.
Tampoco repruebo a Córdoba, a quien dirigí en un espacio nocturno en Claro. Habla desde su experiencia, como la mayoría de los ex futbolistas convertidos en opinadores, aunque no es profundo.
Sus ataques a Tévez, en los últimos días, son admitidos por lealtad al club, del que es histórico y reconocido. Son él, el Chicho y Bermúdez, el patrón, mote que se ganó en las canchas por su temperamento, los mejores colombianos en la historia de Boca Juniors. Tambien, al aire, van de frente.
Bedoya, aunque inactivo, habla siempre sin tapujos.
El tino a nadie deja indiferente. Tiene gracia y sus frases desopilantes a muchos deja boqueabiertos.
Desde su trinchera verdolaga, Aristizabal, dice cosas.
Lo mismo Valenciano, que tiene lenguaje y crea opinion porque conoce, aunque no se libera de los desfases.
El Pibe balbucea y payasea.
Todos, con excepciones, ya entienden qué opinar no es ofender o agredir, algo muy típico de los periodistas deportivos tradicionales.
No escasean por ahí los botafuegos de medios, que llegaron del futbol echando humo por la boca. Que convierten una cabina de radio o tv en un cuadrilátero, para dirimir sus conflictos del pasado, con vulgaridad, revanchas, o broncas. Son cultores de la ordinariez en las réplicas. Algún trauma traen, el que ya muchos conocen.
Desde la argentina llega la voz de Diego Latorre. A mi juicio el mejor, porque empalagoso se volvió Sebas Domínguez, intentando despojar del trono egocéntrico a Niembro, fuera de concurso, Liberman y Varsky. Es muy bueno en sus opiniones, este último. En nuestro medio tienen sus caricaturas, o sus réplicas.
Lo digo como lo pienso, porque algo entiendo de esto.
EJO