El Ojo del Halkón Del afán no queda sino el cansancio
Por: Rubén Darío Mejía Sánchez
Bogotá, 06 marzo de 2021 RAM_ Los abuelos de nuestros abuelos fueron bastante sabios, lo que no quiere decir que los abuelos de esta época no lo sean; nos ponemos a recordar y a tener en cuenta tantas enseñanzas y dichos que hoy se cumplen al pie de la letra.
A estas alturas queremos que las cosas se den como nosotros queremos y no dejamos que la misma naturaleza sea la que cumpla cada una de las etapas de la vida y lo podemos ver porque antes cuando éramos niños queríamos ser mayores y ahora que somos mayores quisiéramos ser niños.
Pensaba descansar este fin de semana y dejar descansar a mis lectores, pero un hecho que sucedió en la mañana del sábado me hizo pensar y recapacitar sobre esas enseñanzas de los abuelos que siempre dijeron que «del afán no queda sino el cansancio» queriendo decir con esto que todos los hombres tratamos de adelantar las situaciones y no esperar un trámite, como por ejemplo: Todos nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos, cómo es lo natural en todo ser viviente; pero para allá no va mi cuento, sino que nacemos, vamos creciendo, primero vamos al jardín, luego a la escuela, más tarde a la universidad y por fin logramos un título, quienes hemos podido ir a la universidad o quienes logran sus metas en sus trabajos sea en el campo o en otras tareas cotidianas que le van a servir mucho en el futuro y que son igual de valiosas a un título profesional salido de una academia; pero muchas veces nos queremos saltar esos tiempos de la vida y eso es un gran error, eso no puede ser.
Para muchos amantes del fútbol y principalmente quienes lo tienen como una fuente de grandes entradas fue el acabose la noticia del día de hoy del acuerdo entre la FIFA y la Conmebol sobre el aplazamiento de las eliminatorias para el mes de marzo con miras a Qatar 2022, y todo porque hasta este momento cuando se trata de dar libertades y dejar que cada quien tome las medidas necesarias para cuidar su vida y no caer víctima del covid-19, es un escándalo que las actividades deportivas, culturales y sociales sean tomadas con cuidado no sólo por los dirigentes deportivos sino por algunos gobiernos responsables en el mundo.
Podemos ver por ejemplo que en Colombia algunos dirigentes deportivos están exigiéndole al Gobierno Nacional que se les deje entrar aficionados a las diferentes competencias sin darse cuenta que la irresponsabilidad existente en muchos sectores hace que el virus se propague y que mejor hay que esperar como dice una propaganda publicitada por el mismo Gobierno para después no tener que lamentar, y regresar tranquilamente a los estadios y escenarios deportivos sin poner en peligro a nadie.
Está bien que llegó la vacuna, pero más que nadie sabemos que la vacuna no es el remedio total sino una prevención para evitar que el virus se sigue propagando y que la situación sigue más complicada, pero desde que el Gobierno dijo que de todos dependía cuidarnos, nos hemos relajado y es así cuando vemos que hay grandes aglomeraciones, fiestas familiares y lo peor fiestas clandestinas sin tomar ninguna de las medidas para evitar males peores.
Es bueno que se esté reactivando la economía del país y que el trabajo vuelva a darle un respiro a las personas que estaban pasando por situaciones bastante delicadas y que estuvieron en más de una oportunidad sin cómo pagar sus necesidades básicas y tener las tres comidas diarias. Porque no debemos de olvidarnos que hubo familias que no tenían sino una comida al día por falta de entradas de las personas responsables de estos menesteres.
Sabemos que la situación económica está bastante delicada en todos los sectores del país, en especial en la clase media que es donde más se ha sentido este problema de la pandemia, porque como es sabido, la clase media es el motor que sostiene y dónde está la clase trabajadora está la fuerza de la economía del país.
En Colombia hemos caído en una falta gravísima y es todo hacerlo pensando en la política, no en la política buena, sino en la politiquería y para todo queremos atacar a quién hace las cosas bien y sólo respaldamos a quienes hacen las cosas mal. Es cierto que se ha perdido la confianza en las instituciones, nadie cree en la justicia, en el gobierno y en quienes están al frente de los destinos del país en ninguno de los sectores; eso tiene un porqué y es simple y llanamente porque hemos perdido la confianza y esa confianza no se consigue tan fácil de nuevo de la noche a la mañana.
Ese cuarto poder como se ha llamado al periodismo ha dejado hace mucho de ser lo que era, de ser respetable y creíble, porque algunos medios de comunicación se han dedicado a publicar noticias que no son o simplemente a callar cuando se han cometido injusticias con el pueblo y en especial con los líderes sociales y la clase trabajadora.
No estoy de acuerdo con ningún grupo político, pero sí esperaría que los políticos fueran más responsables y en especial quienes están en el gobierno y los llamados Padres de la Patria para que cumplieran con el trabajo al que se han comprometido por el bien de quienes los han elegido y no simplemente para llenar sus arcas y vivir una vida mejor.
La alternancia en la educación es de suma importancia según mi humilde opinión y es porque los niños y los jóvenes necesitan relacionarse con las demás personas y no estar aislados cómo les ha tocado hasta este momento y para ello creo que es el momento de contar con personal responsable, idóneo, que esté al frente del cumplimiento de las medidas para evitar que el contagio le haga mal a los estudiantes y a los propios profesores.
Una alternancia con responsabilidad debe de llevarse a cabo y el Gobierno no debe tomar medidas a las carreras sólo por cumplir los deseos de un sector económico, que en muchas oportunidades no es responsable sino que piensa en que el manejo de sus negocios y sus arcas no deben ser afectadas por lo que está sucediendo. Creo que sí somos responsables en cada una de las medidas que tomemos. Podemos salir avantes de esta situación tan grave, sacar al país adelante con ese coraje que siempre nos ha caracterizado a todos los colombianos a nivel internacional.
Da tristeza leer algunas noticias, unas ciertas, otras sesgadas sobre lo que está sucediendo en el país y de ver que muchas veces queremos tapar con un dedo la presencia del sol y me refiero exactamente a decir que en Colombia no está pasando nada cuando la violencia se ha fomentado y cada día los campesinos y los más pobres son los más afectados, impactando esto el costo de los alimentos por la inmigración que debe de haber, luego de que se les exige que deben de dejar las tierras.
La guerra nos hace mucha falta hasta el punto de que para muchos de nuestros dirigentes no pueden vivir sin que el país viva en conflicto y que de esta manera puedan demostrar su poder y la importancia de cada una de las cosas que hacen. No puede haber Paz si no se le ayuda a las personas a tener un buen trabajo, si no se ayuda para que puedan los niños y los jóvenes ir a los colegios y las universidades o por lo menos a tener una educación digna y mucho menos si no hay una salud que se dé a todos los sectores y en especialmente a las personas mayores de edad.
Es un verdadero calvario reclamar una medicina ante las EPS o ante cualquier entidad de salud del Estado, para todo hay que hacer fila, para todo hay que esperar y nunca se llega a la solución, hasta el punto de vista que se atreven a dar citas médicas con tres o cuatro meses cuando ya la persona no puede esperar más.
Sólo desde mi nido, puedo seguir creyendo en un país grande, trabajador y honrado, quiero pedirle a sus dirigentes tanto en el Gobierno Nacional como Local que sean responsables y que ahora el asunto de la vacuna no se politice cómo se ha visto en algunos sectores del país y que se cumpla con responsabilidad para que podamos decir un día que el covid-19 fue algo de la historia amarga de Colombia y del mundo.
Amigos del fútbol y amigos del deporte, he trajinado como periodista cubriendo eventos nacionales e internacionales por más de 52 años y aprendí de mi abuelo que cuando ellos tuvieron que emigrar de Europa por los problemas de las grandes pandemias y la guerra, tuvieron que aprender que todo debe de darse a su tiempo y no olvidemos como dice el libro sagrado que hay tiempo para reír, hay tiempo para llorar, hay tiempo para trabajar, hay tiempo para divertirse y hay tiempo para morir.
Muchos de los que ya estamos mayores lo único que deseamos es dejar un futuro digno a quienes nos van a reemplazar en esta carrera de la vida y quienes hemos tenido una profesión por muchos años, que quienes sigan nuestros pasos lo hagan con profesionalismo, con amor y responsabilidad.
Por eso alguien dijo en una oportunidad qué Colombia es el mejor vividero del mundo, por su riqueza natural y por la calidad de sus gentes. Es bueno demostrar que no todo se ha perdido y que aún tenemos fe y deseos de salir adelante.