La lengua contra la historia
Bogotá, 25 de abril _ RAM_El tiempo ha demostrado que, aunque celebrada con júbilo, por lo luchada y legítima, la Copa Libertadores que tituló al Once Caldas, dejo secuelas poco reconfortantes.
Hay quienes creen que alguna maldición tuvo aquella conquista. La peor víctima el profe Montoya quien hoy, inmóvil, es ejemplo de vida.
Vivieron conflictos serios otros jugadores y muchos malversaron lo conseguido para terminar como empezaron: sin un peso.
Disquisiciones abundan sobre las campañas recientes. El público cree que, con ellas, se deshonra aquella bella historia.
Montoya para el club, hoy no existe. Y pocos les siguen la huella a las figuras de entonces.
En el pasado, Jairo Quintero, emprendedor y líder como dirigente, llevó el equipo a la cima, pero, en sus narices se cocinó la caída.
A flote salieron, como consecuencia, los conflictos con los futbolistas por traiciones, deslealtades, e incumplimiento.
Uno de ellos el partido homenaje al entrenador, que los nuevos directivos se rehúsan a cumplir. No es un contrato firmado por ellos, pero la sensibilidad con el técnico campeón de América, en su estado actual, crea un compromiso afectivo y moral.
En los últimos días Valentierra, ídolo preferido, soltó la lengua denunciando que “jugó casi gratis” en el éxtasis del título y la copa*.
Una queja retardada e injusta, porque él aprobaba y firmaba sus jugosos contratos.
Qué vida llevaban y qué lujos se daban, a propósito.
*Entra Valentierra a la rocambolesca tendencia actual de futbolistas aireando a su acomodo, con beneficio propio, los hechos pasados de sus vidas deportivas, manchando sus entrenadores o sus clubes.
Incluso sus juergas desenfrenadas y sus locuras de alcoba, las convierten en anécdotas*.
Esteban J.