El Ojo del Halkón Sensatez
Por: Rubén Darío Mejía Sánchez
Bogotá, 01 mayo de 2021 RAM_ Es imposible tapar el sol con un dedo y no darnos cuenta de que Colombia vive uno de los momentos más difíciles en los últimos años.
Sabemos que todos somos responsables de lo que está sucediendo y debemos de ser claros, porque unos por el deseo de figurar y otros por demostrar su poderío y su gobernabilidad mal enfocada han llevado al caos al país en estos últimos días, principalmente por las protestas que se han presentado en contra de la reforma tributaria.
Nos decían cuando estábamos jóvenes que no se le debe de echar más leña al fuego y nos damos cuenta de que cuando lo que está sucediendo es más complicado el gobierno en pleno sale desafiando y diciendo que la reforma tributaria sigue y que se hace únicamente lo que el Gobierno diga y las reformas que él considere pertinentes, cuando este es el punto que ha desatado la furia de los colombianos que han salido a la calle a protestar por la situación económica que vive el país en este momento.
Sabemos que se le ha dado la oportunidad a los grupos disidentes y alzados en armas, lo mismo que a los grupos delincuenciales para que hagan de las suyas infiltrando las manifestaciones pacíficas de unos ciudadanos que piden que se respeten sus derechos y que se les dé la oportunidad de trabajo y que no se les quite más el dinero que tienen pagando impuestos que muchas veces no se sabe que están haciendo con ellos.
Pero qué se puede esperar, cuando el pueblo grita de hambre y un grupo de congresistas sin interesarle lo que opinen viaja a los Estados Unidos a una reunión que ellos dicen es importante por ser un tema como la migración, cuando muchos de ellos no saben ni siquiera del tema.
La responsabilidad en este momento es de todos, no estamos diciendo que sea únicamente del Gobierno, el Gobierno debe de tomar en cuenta que el pueblo no quiere una reforma tributaria en un momento tan difícil como el que se atraviesa y los oportunistas que han aprovechado la situación para formar el caos y hacer que cada día la muerte, la violencia y los desmanes aparezcan y se vuelvan la nota importante de cada día.
Los medios de comunicación debemos también ser responsables en el momento de informar y ser imparciales en lo que decimos para que no nos muestren como los que estamos sólo de acuerdo con un sector, sino que debemos de mirar de lado y lado quién es el que tiene la razón.
No tiene la razón el Gobierno queriendo insistir con la reforma tributaria. No tienen la razón los delincuentes y quienes han tratado de sembrar el terror en un pueblo que sólo quiere trabajar y salir adelante.
Sabemos que se puede evitar, las centrales obreras deben de buscar diálogos con el gobierno aunque crean que las puertas están cerradas, para buscar el bien de todos y no dar la oportunidad que los malos sean los amos y señores de estas protestas, que no han sido programadas sino para protestar en contra de una medida del gobierno y no para sembrar el terror.
Esta no es la forma de protestar, esta no es la forma de buscar soluciones, porque lo más seguro es que mientras que no haya un diálogo nacional, las cosas no van a funcionar y mientras que se pongan oídos sordos de parte y parte va a ser el verdadero caos lo que va a ser cada día el tema para que los colombianos de bien traten de esconderse de una situación tan difícil como la que se está viviendo.
Sabemos que estamos en un momento electoral, pero no deben los partidos políticos de utilizar esta situación para conseguir sus votos, que si vamos a mirar el resultado más adelante es que va a ser el fracaso porque el pueblo les va a dar la espalda por lo que está sucediendo.
No es sacando todos los militares y a toda la Policía a la calle cómo se soluciona el problema, es dando oportunidades de trabajo, no quitándole a los ciudadanos el dinero que se ganan por medio de los impuestos, no es acabando con la clase media que es la que más produce y la que sostiene la economía del país.
Leía una caricatura en el día de ayer que me llamó mucho la atención que decía, «no opino, porque corre peligro mi vida», eso no debe ser en un país donde decimos que la democracia es la que está gobernando y lleva por el camino del bien a la gente que, si quiere trabajar y que quiere demostrar sus capacidades de valores, de honestidad y de trabajo.
Da tristeza ver los informes en la televisión colombiana, da tristeza porque no se ve si no violencia y que se está acabando con lo principal que se tiene, da tristeza que se le dé oportunidad a los violentos, da tristeza que hagamos oídos sordos al clamor del pueblo y da tristeza que debamos de enfrentar a la policía con los ciudadanos en un momento tan difícil.
Nos da tristeza la muerte de cualquier miembro de la policía o del ejército, nos da tristeza la muerte de cualquier joven y debemos de saber algo, por lo general en esta revuelta y en estas situaciones los que pagan son los inocentes y no quiénes deben de pagar sus consecuencias por lo que están haciendo.
Daba tristeza ver cómo los violentos atacaban las entidades bancarias, los edificios en el día del paro cuando los trabajadores que estaban ahí, que son como cualquiera de nosotros, pedían que se les respetarán sus vidas.
Somos demasiado insensatos, hablamos cada día, que se debe de tener la reactivación económica, estamos en pleno pico de la pandemia, cuando sabemos que la gente no es responsable para tomar sus medidas de seguridad, cuando sabemos que bien o mal se está tratando de aplicar la dosis de la vacuna en medio de un caos en el momento de asistir a los lugares de vacunación.
Hablamos que la actividad deportiva debe de llevarse adelante cada día, sabemos qué los deportes de grupo son un peligro muchas veces para la sociedad que trata de cuidarse para que la pandemia no ataque cada día más y lo que no se tiene en cuenta es que no son los deportistas sino los violentos y los malos hinchas del deporte que van y siembran el caos gritando al frente de los estadios y los escenarios deportivos creyendo que esto es bueno para el país, resulta que los que están es sembrando cada día más violencia y haciendo que se ponga en peligro la vida de las personas.
Señor presidente, desde mi nido le suplicó escuche, el pueblo no está en este momento en condiciones de aceptar que haya una nueva reforma tributaria. Son muchos los lugares donde se están muriendo de hambre, conocemos personas que no es como dice el DANE que se come una comida diaria sino que hay personas que ni siquiera una comida diaria tiene.
Sabemos que hay personas que están ahogadas por las deudas, sabemos que muchas personas están sin saber qué hacer con el estudio de sus hijos y para cumplir sus compromisos.
Pero se pone uno a mirar cómo ha cambiado Colombia. Ya no vemos a ese colombiano humano que era colaborador y que ayudaba a los demás, la mayoría nos hemos vuelto ingratos, nos hemos vuelto egoístas y no pensamos en nadie sino en nosotros mismos, sin darnos cuenta que el hambre y las necesidades están alrededor de nosotros.
Hay que castigar a los violentos, hay que hacer justicia, pero una verdadera justicia y que la justicia no vaya a ser únicamente, como siempre sucede en este país que es únicamente para los de ruana.
Las centrales obreras deben de ser conscientes que el país no aguanta más una nueva protesta porque esas infiltraciones que los malos están haciendo, causa mucho mal a cada una de las actividades del país en este momento que se debe de trabajar y se debe de sacar al pueblo adelante de todas estas necesidades y estas cosas que están sucediendo.
Muchas personas se quieren abastecer por miedo de lo que pueda suceder el día de mañana, no todos pueden hacerlo porque no cuentan con el dinero y las ayudas por parte del gobierno no han sido como dice el Gobierno, porque sabemos que hay pequeñas empresas que no han tenido la colaboración del Gobierno y que hay personas que de verdad necesitan la ayuda y no les ha llegado, porque las bases de datos están mal hechas y se les está dando ayuda a quienes no la necesita.
Hablamos de héroes de la patria y no estoy de acuerdo que los héroes de la patria sean solo los que van a la guerra; son los médicos y enfermeras que trabajan y luchan para atender a las personas que acuden allí para que se les atienda porque están contagiados con el COVID o simplemente porque necesitan hacerse una prueba o porque necesitan la vacuna; yo mismo fui testigo esta semana cuando me colocaron la primera dosis de la vacuna, desde el portero, la señora del aseo y el personal médico demostraron la humanidad y el deseo de colaborar y de estar pendiente en cada uno de los pasos que se estaban dando en ese momento que para mi era bastante importante.
Sólo me queda decir que doy las gracias a todo el personal que considero son los verdaderos héroes de la patria.
No acabemos con lo bueno que tenemos, Colombia es un país de gente buena, de gente trabajadora y honesta, no se debe atropellar desde ningún punto de vista. Reconocemos el trabajo que hace el gobierno en algunos sectores, también nos damos cuenta de la politización que hay y de quienes quieren sembrar el caos.
Decía que todos debemos de poner, como decía el profesor Mockus, es la oportunidad de cada uno poner de lo que tiene para salir adelante, el gobierno, las centrales obreras y los propios ciudadanos.
Hay que tener responsabilidad, mucha gente no respeta las medidas de bioseguridad y no sabe que está poniendo en peligro su propia vida y la de sus semejantes, principalmente la de su familia. No sé dónde quedó la responsabilidad que siempre ha caracterizado a los colombianos de bien.
Nunca creí tener que escribir después de muchos años cosas como estas, en donde uno se siente incapaz cuando mira los medios de comunicación y cuando se da cuenta de la realidad que está sucediendo.
No seamos insensatos, seamos claros en lo que hacemos y decimos y escuchemos para que nos escuchen, no seamos tercos, busquemos soluciones.