«La Patria» centenaria y José Restrepo Restrepo
Por Augusto León Restrepo
Bogotá, 22 de junio _ RAM_ Hace cien años, a la hora en que ustedes leen este artículo, comenzó a circular por la calles frías y tranquilas de Manizales el diario La Patria. Me imagino que los voceadores del periódico -voceadores siempre han existido- despertaron del sueño reparador a sus moradores con sus voces gruesas y sus pregones: «¡La Patria, con importantes noticias!». Había nacido el 20 de junio de 1921, el medio escrito que durante estas diez décadas está ligado con indisoluble atadura a la historia de la ciudad y del departamento y de los territorios que identifican como una gran unidad geográfica a la región cafetera.
La historia minuciosa de su existencia, la han venido recapitulando dos brillantes escritores, Jorge Emilio Sierra y Hernando Salazar Patiño, en el diario digital Eje 21, lo que me dispensa de aludir a ella. Pretendo, de manera exclusiva, evocar en forma sucinta mi paso por La Patria, como columnista, Subdirector y Director. Y evocar con profundo agradecimiento y admiración, la figura de José Restrepo Restrepo, quien desde 1940 fuera su dueño y Director, hasta el 17 de abril de 1978, día en que recibí la comunicación mediante la cual me designó como su sucesor, dignidad que he considerado como el más alto honor que se me haya conferido en la vida. Y que me permitió, hasta unos meses después de la muerte del Dr. José, el 27 de noviembre de 1979, ejercer a plenitud, bajo su amistoso mando y consejo, el más bello y peligroso oficio, como lo es el periodismo.
Desde mi llegada a La Patria como Subdirector, el 22 de junio de 1976, hace 45 años, hasta que se produjo el fallecimiento del Dr. Restrepo, recibí de su parte lecciones y orientaciones, como jamás he recibido de alguien en mí ya larga trayectoria vital. Sin ruborizarme manifiesto que fui leal a ellas, lo que me permitió cumplir a cabalidad el difícil desempeño que me encomendó. En largas y largas conversaciones telefónicas, y personales, cuando venía a Manizales, pude disfrutar de su magnífico sentido del humor, de su bonhomía existencial, pero más de la claridad de sus pretensiones para lo que fueron las causas más cercanas a su corazón, la ciudad de Manizales y su Partido Conservador. En ellas y para ellas, su legado será perenne y de obligatoria misión y cumplimiento por parte de sus herederos y de quienes somo devotos seguidores de sus predicados.
Que también fueron consignas para el ejercicio de la política. Pero para abstenerme de enunciar conceptos a este respecto me exoneran los textos sobre José Restrepo Restrepo que se han escrito y divulgado, como la «Semblanza de un Patricio», del veterano columnista de La Patria, José Jaramillo Mejía y los múltiples perfiles de su figura dibujados por las plumas más selectas de la intelectualidad caldense y nacional. Y es que pretendo ser intimista en mi reconocimiento para con La Patria. Y corto, como recomendaba el Dr. Restrepo, que deben ser los artículos de un diario.
Para concluir entonces diciendo que mi homenaje a La Patria, con ocasión de su centenario, se confunde con el homenaje a la memoria de mi Maestro y mentor periodístico, el Dr. José Restrepo Restrepo, quien fuera su propietario durante cuarenta años y también su Director egregio. Y que más enaltecedor y diciente que transcribir este párrafo de Fernando Londoño Londoño, con el que silencio mi voz agradecida y con el que me identifico en toda su extensión: «Un merecido y justo elogio de José Restrepo Restrepo puede escribirse para lectura de un minuto, con solo apretujar en dos renglones una paradojal serie adjetiva de sustantivas excelencias: virtuoso, ilustrado, inteligente, discreto, afable, patriota, imaginativo, sereno, puntual, valiente, disciplinado, progresista, cívico, gentil, paciente, decidido y generoso.» Este es el José Restrepo Restrepo que yo conocí y al que hoy recordamos como prominente figura de la caldensidad e inspirador del hoy su sueño centenario, el diario La Patria de Manizales.