jueves julio 18 de 2024

La CIDH concluye que la respuesta del Gobierno a las protestas se basó en «uso desproporcionado de la fuerza»

Antonia Urrejola,presidenta de la CIDH, en rueda de prensa presento informe tras su visita a Colombia

Recomienda al Gobierno separar a la Policía y al ESMAD del Ministerio de Defensa y limitar la participación de las FFAA en tareas de seguridad

Washington, D.C., 07 de julio _ Europa Press _ La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha presentado este miércoles el informe tras su visita a Colombia en el marco de las protestas antigubernamentales, en el que concluye que la respuesta del Gobierno se basó «en el uso excesivo y desproporcionado de la fuerza, en muchos casos, incluido la fuerza letal».

Después de casi un mes desde la visita del organismo al país latinoamericano para verificar denuncias de violaciones de Derechos Humanos, la CIDH ha informado de sus conclusiones y ha compartido las 40 recomendaciones que ha trasladado a la Administración colombiana.

En este sentido, la comisión ha explicado, en una rueda de prensa desde Washington, que recibió un total de 2.908 solicitudes para dar testimonio de los cuales finalmente se logró contar con 302 declaraciones individuales y colectivas, con más de 500 personas implicadas.

La presidenta de la CIDH, Antonia Urrejola, ha resaltado que las manifestaciones han sido, en su mayoría, pacíficas –un 89 por ciento–, mientras que ha informado sobre graves violaciones a los Derechos Humanos, entre las que ha denunciado violencia de género y discriminatoria, contra periodistas y misiones médicas, así como un uso indiscriminado de armas de fuego contra manifestantes.

«La Comisión ha podido constatar que en reiteradas ocasiones, así como en diversas regiones del país, la respuesta del Estado se caracterizó por el uso excesivo y desproporcionado de la fuerza, en muchos casos, incluyendo la fuerza letal», ha criticado.

Otra de las acusaciones que ha podido constatar la comisión es la «violencia étnico-racial», para resaltar que organizaciones de la sociedad civil han afirmado que «al menos 82 personas afrodescendientes habrían sido objeto de represión por parte de la fuerza pública», mientras que en Cali y Yumbo, «de las 39 personas fallecidas, once serían de ese origen racial».

También ha puesto de manifiesto la preocupación del organismo ante la presencia de discursos estigmatizantes, «que propician un acelerado deterioro del debate público, es especialmente preocupante cuando provienen de autoridades públicas», recoge ‘El Tiempo’.

En cuanto a los «cortes de ruta», acepción con la que la CIDH se refiere a los bloqueos, ha indicado que las consecuencias de los mismos han supuesto un «profundo malestar y agotamiento de algunos representantes del Estado, cuerpos policiales y parte de la sociedad», derivado de «serias afectaciones particulares y colectivas». Entre estas consecuencias, algunas de las cuales han sido graves y han atentado contra la vida, ha condenado la muerte de dos bebés que no pudieron ser trasladados a centros de atención debido a los bloqueos.

No obstante, esto no debería llevar a que «el Estado desatienda su deber de tolerar cierto grado de perturbación con respecto a esta modalidad de protesta», un comportamiento que puede «contribuir al escalamiento de la tensión social» o puede «obstaculizar la gestión del conflicto social desde la perspectiva del diálogo».

En este sentido, ha recordado al Gobierno que «las personas manifestantes tienen la libertad de elegir la modalidad de su protesta», y que, por tanto, «no puede imponer restricciones a priori que la desnaturalicen».

Tras la visita, la CIDH ha instalado en Colombia un Mecanismo Especial de Seguimiento en Materia de Derechos Humanos y ha trasladado al Gobierno 40 recomendaciones, entre las que destaca la promoción y fortalecimiento de «un proceso de diálogo genuino» que permita escuchar a todos los sectores, así como «garantizar y respetar el derecho a la protesta».

Una de las recomendaciones más destacadas ha sido la que aconseja separar a la Policía Nacional y el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) del Ministerio de Defensa a fin de garantizar una estructura que consolide y preserve la seguridad con un enfoque ciudadano y de Derechos Humanos, y evite toda posibilidad de perspectivas militares».

En referencia al ESMAD, cuyas actuaciones han sido ampliamente criticadas a lo largo de las protestas que iniciaron el 28 de abril en contra de una reforma tributaria que finalmente el Gobierno retiró, la CIDH también ha recomendado limitar su actuación a «casos estrictamente necesarios». También ha sugerido que la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad sea «extraordinaria, subordinada y complementaria».

«La Comisión continuará monitoreando el desarrollo de las protestas, así como el seguimiento de las recomendaciones», ha ultimado Urrejola.

Las manifestaciones contra el Gobierno de Duque comenzaron hace más de dos meses en contra de una reforma fiscal presentada por el Ejecutivo y que ya fue retirada, a lo que se ha añadido una batería de demandas sociales que han hecho que los colombianos sigan saliendo a las calles.

En cifras oficiales, al menos una veintena de personas han fallecido en el marco de las movilizaciones, en las que se han visto imágenes de vandalismo y disturbios y se ha denunciado una fuerte represión policial que ha llevado a la comunidad internacional a insistir en el respeto de los Derechos Humanos.

Comunicado

Washington, D.C. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presenta las observaciones y recomendaciones de su visita de trabajo a Colombia realizada del 8 al 10 de junio de 2021, las cuales tienen por objetivo contribuir con la consolidación del diálogo como mecanismo para la superación de la conflictividad social.

La CIDH destaca que las observaciones y recomendaciones que se presentan adjuntas a este comunicado, están basadas en los estándares del sistema interamericano de derechos humanos relacionados con el derecho a la protesta, el uso desproporcionado de la fuerza, la violencia sexual y de género, el enfoque étnico-racial, el uso de la figura de traslado de protección y desaparición de personas, el uso de facultades disciplinarias, asistencia militar y la aplicación de la jurisdicción penal militar, la protección a periodistas, a la libertad de expresión y el acceso a internet, entre otros.

En tal sentido se presenta un relevamiento del contexto país en el cual se iniciaron las protestas, se enfatiza el llamado al diálogo para superar el conflicto social, así como las investigaciones con debida diligencia, el enfoque integral que permita sancionar a responsables de las violaciones a los derechos humanos identificadas y reparar a las víctimas; la protección a periodistas y las misiones médicas.

Se resalta que el Estado de Colombia y la sociedad en su conjunto tienen una oportunidad única para revertir la situación actual hacia una nueva etapa de participación ciudadana. Esto mediante un diálogo efectivo e inclusivo para abordar las demandas legítimas de la población, con el máximo respeto a los derechos humanos y en el marco democrático del Estado de Derecho.

Para la elaboración de las observaciones y recomendaciones, la CIDH tuvo en cuenta la información recibida antes, durante y después de la visita por parte del Estado, organizaciones de la sociedad civil y diversos sectores. Adicionalmente, consideró la información recibida mediante los testimonios recabados durante la visita. Al respecto, la Comisión Interamericana destaca que recibió un total de 2.908 solicitudes para brindar testimonio, de las cuales se logró recabar, priorizando criterios de representatividad y diversidad, al menos 302 testimonios de forma individual y colectiva, lo que implicó escuchar a más de 500 personas; además, dichos testimonios fueron debidamente registrados, sistematizados y analizados. La metodología utilizada para la toma de testimonios priorizó el diálogo, la privacidad, seguridad y confianza para las personas entrevistadas.

Cabe destacar además que, en la visita de trabajo, la Comisión sostuvo reuniones con autoridades de las distintas ramas del poder público y órganos de control, a nivel nacional, departamental, distrital y municipal. Asimismo, se reunió con diversas víctimas de violaciones de derechos humanos, personas defensoras, colectivos de mujeres, afrodescendientes, indígenas, periodistas, representantes de movimientos sociales, gremios empresariales y agentes de la fuerza pública. Del mismo modo, se reunió con la representante de la Oficina de las Naciones Unidas, y representaciones del cuerpo diplomático.

La Comisión Interamericana manifiesta nuevamente su solidaridad con todas las víctimas de violaciones a sus derechos humanos en el contexto de las protestas y sus familias, es necesario rendir un homenaje a quienes perdieron la vida, las mujeres víctimas de violencia sexual, las personas que fueron heridas y víctimas de lesiones oculares, las personas desaparecidas; recalcando la importancia de la justicia y reparación para ellas y ellos será imprescindible en el reconocimiento de la dignidad humana y para avanzar en un proceso de reconciliación social, diálogo y reafirmación del Estado social de derecho.

Asimismo, la Comisión anuncia la instalación de un Mecanismo Especial de Seguimiento en Materia de Derechos Humanos para Colombia que contribuya a la consolidación de la paz en los diversos sectores de la sociedad.

La delegación de la visita de trabajo de la CIDH estuvo conformada por su Presidenta, Comisionada Antonia Urrejola, los Comisionados Joel Hernández y Stuardo Ralón, la Secretaria Ejecutiva, Tania Reneaum Panszi, la Secretaria Adjunta de Monitoreo, Promoción y Cooperación Técnica, María Claudia Pulido, el Relator Especial para la Libertad de Expresión, Pedro Vaca, e integrantes del equipo técnico de la Secretaría Ejecutiva y de la Relatoría de Derechos Económicos Sociales, Culturales y Ambientales, quienes visitaron las ciudades de Bogotá, Cali, Tuluá, Buga y Popayán.

La Comisión reitera su agradecimiento a Colombia por la apertura al escrutinio internacional, los diálogos constructivos mantenidos, el abundante suministro de información y la voluntad de entablar vías de cooperación técnica. Del mismo modo, expresa su gratitud a la confianza brindada por las víctimas de violaciones de derechos humanos, las organizaciones de la sociedad civil y la ciudadanía colombiana en general. También expresa su gratitud a la MAPP-OEA por el apoyo proporcionado durante la realización de la visita.

La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.

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