Acción climática: las prioridades del Grupo Banco Mundial en relación con el clima
Planeta tierra con datos visuales en el espacio que representan CO2 y otras imágenes relacionadas con el clima.
Washington, 31 de octubre,2021_ RAM_Para hacer frente al cambio climático se necesitarán grandes transformaciones sociales, económicas y tecnológicas, muchas de las cuales son costosas y requerirán inversiones importantes. Para lograr nuestros objetivos climáticos, será fundamental integrar el clima y el desarrollo y encontrar proyectos en los países que aborden la mitigación y la adaptación, al tiempo que se canalizan las fuentes y estructuras de financiamiento apropiadas hacia esos proyectos, de modo tal de maximizar el impacto.
Esta es una meta compleja tanto desde el punto de vista del financiamiento como de los proyectos; para lograrla, se deberán tomar como base diagnósticos sobre mitigación y adaptación que muestren la trayectoria de las emisiones, las principales vulnerabilidades y las intervenciones climáticas más adecuadas. Estos son los pilares del nuevo Plan de Acción sobre el Cambio Climático del Grupo Banco Mundial, que pusimos en marcha en abril de 2021. Nos hemos comprometido a elevar nuestra meta de financiamiento climático al 35 % del total de los compromisos en los próximos cinco años, alinear nuestros flujos de financiamiento con los objetivos del Acuerdo de París y lograr resultados que integren el clima y el desarrollo.
La comunidad mundial se ha comprometido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y a tomar más medidas para adaptarse al cambio climático. En este sentido, vemos países que dan a conocer sus objetivos de reducción de GEI a través de las contribuciones determinadas a nivel nacional; financistas e inversionistas que proclaman la alineación de sus flujos de financiamiento con los objetivos del Acuerdo de París; países y empresas que establecen objetivos de cero emisiones netas, y anuncios, como el que formuló China recientemente, en los que se indica que no se construirán nuevas centrales eléctricas alimentadas a carbón en el extranjero.
Al mismo tiempo, se incrementan los subsidios a los combustibles fósiles, los impuestos al carbono son demasiado leves, y rara vez se toman decisiones audaces para desmantelar las centrales eléctricas a carbón ya existentes y detener la construcción de otras nuevas. Muchos activos de infraestructura se construyen con estándares obsoletos, o sin ningún estándar en absoluto, y debido a la falta de gestión, continúa el desarrollo urbano en zonas de riesgo, como llanuras inundables y áreas costeras.
Por otro lado, aún carecen de acceso a la energía 760 millones de personas, muchas de las cuales viven en los países más pobres y son responsables de menos de la décima parte de las emisiones mundiales de GEI. Estos países necesitan crecer y desarrollarse con mayor rapidez, con bajos niveles de carbono y de un modo resiliente. También requieren grandes inversiones en medidas de adaptación y gestión de riesgos, ya que suelen ser los más afectados por fenómenos meteorológicos extremos y desastres naturales.
«En nuestro Plan de Acción se da prioridad a la adaptación porque el cambio climático y los desastres naturales afectan desproporcionadamente a las poblaciones más pobres y vulnerables».
En esta serie de informes climáticos (i) sobre la Vigesimosexta Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CP 26) se describen las prioridades clave de nuestro Plan de Acción. Hemos incorporado a nuestro conjunto de diagnósticos básicos los informes sobre el clima y el desarrollo de los países, cuya elaboración ya está en marcha en 25 países. Estos informes proporcionarán datos importantes y diagnósticos que permitirán identificar y priorizar medidas para reducir significativamente las emisiones de GEI y fortalecer la capacidad de adaptación y la resiliencia.
La acción climática debe estar liderada por los propios países; por tal motivo, en nuestro Plan de Acción se pone el énfasis en el apoyo a las contribuciones determinadas a nivel nacional y a las estrategias a largo plazo, con el propósito de ayudar a los países a establecer nexos más adecuados entre sus compromisos climáticos y sus objetivos de desarrollo.
En nuestro Plan de Acción se da prioridad a la adaptación porque el cambio climático y los desastres naturales afectan desproporcionadamente a las poblaciones más pobres y vulnerables. Nuestro análisis muestra que el cambio climático puede empujar a más de 130 millones de personas a la pobreza para 2030 y provocar la migración de más de 200 millones para 2050 . En consecuencia, es crucial invertir en iniciativas de adaptación para ayudar a los países y las empresas a generar mayor resiliencia.
En cuanto a las transiciones de los sistemas, nos centramos en los que producen más emisiones: energía, manufacturas, transporte, agricultura y uso de la tierra, y ciudades. Dado que el sector de la energía es responsable de las tres cuartas partes de las emisiones mundiales, en nuestro Plan de Acción ponemos énfasis en la transición energética: brindamos apoyo a los países y a los clientes del sector privado para que dejen de lado los sistemas con alto contenido de carbono implementando una transición justa.
La acción climática requiere que intervengamos en un amplio espectro de actividades, que incluye el apoyo a las políticas, la creación de un entorno propicio para la inversión, el desarrollo y el diseño de proyectos y, lo que es más importante, el financiamiento de las iniciativas. Asimismo, exige establecer correspondencias entre las diferentes fuentes de capital (comercial, en condiciones concesionarias y donaciones) y el componente apropiado de cada proyecto y, cuando corresponda, combinar diversas fuentes.
En un momento en que el mundo analiza formas para aumentar el financiamiento climático, es esencial elaborar proyectos de alto impacto y considerar los parámetros del intercambio entre proveedores y usuarios de capital climático. A fin de lograr que el financiamiento disponible logre resultados de alto impacto, serán cruciales las asociaciones, los esfuerzos de coordinación —incluso a través de plataformas nacionales— y la formulación de modalidades innovadoras para reunir recursos de las fundaciones privadas y las empresas que buscan cumplir con sus compromisos de cero emisiones netas.
«El cambio climático puede empujar a más de 130 millones de personas a la pobreza para 2030 y provocar la migración de más de 200 millones para 2050».
El Grupo Banco Mundial es una plataforma sólida para ayudar a los países en desarrollo a poner en práctica sus prioridades climáticas y de crecimiento. Somos el mayor proveedor de financiamiento climático para estos países: en los últimos cuatro años, proporcionamos un promedio anual de más de USD 21 000 millones.
Pero iremos aún más allá. Nos hemos comprometido a suministrar USD 25 000 millones anuales en promedio (sin contar los fondos movilizados) durante el período que abarca el Plan de Acción, del ejercicio de 2021 al de 2025, a través de proyectos y programas transformadores que reduzcan las emisiones de GEI, fomenten la adaptación, disminuyan la pobreza y la desigualdad, y mejoren los resultados de desarrollo. Abordar el cambio climático es una tarea urgente, y nuestro enfoque permite traducir las aspiraciones en acción.