viernes noviembre 15 de 2024

Ante todo, lo verdad

Por Esteban Jaramillo Osorio

BOGOTA, 13 enero,2022_RAM_ Hace un año, en su enésimo fracaso, el Once Caldas “huía hacia atrás” entre promesas de un Dream Team que resultó sonoro fiasco.

Como catarsis, hoy mueve el mercado con raciocinio, incorpora jugadores con mayor juicio, pero pocos con el rótulo de estrella o como garantía plena de su calidad diferencial.

Nutrida fue la lista propuesta por el entrenador Corredor, en la que figuraron destacados futbolistas del medio, inaccesibles por el presupuesto.

Se optó, entonces, por incorporar como fichaje estrella a Torijano, defensa central de cualidades reconocidas; se garantizó el regreso de Juan David Rodríguez, de facultades valoradas; se retuvo a Juan David Pérez y a punto está el delantero centro, con alternativa entre Ortiz, el costarricense que anduvo por Millonarios y Vuletich cuyo representante lo hace, por sus desmedidas pretensiones, esquivo para los equipos colombianos.

Los restantes fichajes, crean dudas. Marlon por su edad, aunque con la experiencia que da su amplio recorrido; Banguero por su inactividad, Valdez por su falta de gol en las últimas temporadas, Bárbaro por su escaso brillo en el pasado y Córdoba por su inexperiencia.

Los jóvenes de la cantera, como propuesta, parecen ser una seria alternativa para un entrenador que, a diferencia de los recientes, mira las divisiones menores con atención y aprecio.

De ellos el más aventajado es Beltrán, un medular creativo, zurdo y hábil, formado en las canchas barriales, con experiencia en Europa, porque a los restantes, y eso denuncia debilidades en el trabajo formativo, les falta fortaleza mental para competir en niveles superiores y muestran fallos cuando no tienen el balón.

Lo anterior indica que las fuerzas básicas tienen que renovar su trabajo y que no son como, sin cordura se afirma, las mejores de Colombia. Baste mirar cuantos jugadores promueven Tolima, Cali, Millonarios, Envigado, Nacional, e incluso Junior.

Evidente es que la afición no aprueba a los dirigentes, así se diga lo contrario desde micrófonos subalternos o miedosos, o desde la cúpula directiva donde, por costumbre, se le da la espalda a la verdad.

No obstante, hay razones para confiar en el proceso, porque a Corredor, hasta ahora, se le ve transparente, con razones sólidas para creer en sus elegidos y en su proyecto. Con tolerancia expectante, una vez más, frente a Tulio Castrillón quien es el eje del proyecto desde su poltrona de presidente.

Dice, Corredor, que conoce a Bárbaro, creativo zurdo, porque lo tuvo y eleva las expectativas por Valdés, quien alguna vez fue goleador. Pero no oculta su preocupación por que le falta un medio de marca polifuncional para actuar de zaguero central, como alternativa.

Son varias las razones que mueven las emociones del hincha a expresar su respaldo con el abono. Siempre, así se oculte, hay confianza… hay esperanza. Quizás la más prosaica es que muchos de ellos encuentran como desahogo el insulto desde la tribuna cuando no aparecen las victorias. Pagar para agraviar.

Es tiempo de debate, sin condicionamiento de los resultados, mientras comienza el torneo que muestra clubes con destacados refuerzos, intimidantes desde la prensa partidaria.

Pero preferible es un equipo de obreros y no uno de lujos, sin ensamblaje, dominado por los egos, que piensa en ser campeón, pero no en cómo lograrlo. Esteban J.

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