El Freddy Rincón que conocí
BOGOTA, 16 abril de 2022_RAM_
La vida de Freddy Rincón no se resume en una frase, una anécdota, un llanto con lamentos, un minuto de silencio o en un sentido mensaje de despedida.
Freddy fue un negro feliz.
Un futbolista de culto, que hizo del juego un baile. Portento físico, con fragancias de crack, celebridad de estadio y leyenda que el público admiró.
Un amigo con calidez, de enorme corazón. Un niño mayor que hablaba poco, entre guiños y sonrisas.
Su partida agiganta sus recuerdos.
Freddy, un calidoso con el balón, con correcta interpretación del juego, seductor con toques exquisitos, de tranco largo y potente remate. Jugador de todo el campo, un tractor “con gasolina de avión”.
Padre de varios hijos, hombre de muchas mujeres que disfrutaron de su arte en el amor, con sus devaneos ardientes, como desenfrenado Don juan.
Parrandero incontrolable. Amante de las cámaras, pese a su timidez. Boxeador activo para subsanar conflictos personales que desde el diálogo no tenían solución.
De el no solo el túnel irreverente, de ensueño, ante Alemania para el gol explosivo en el mundial, o su influencia notable en la selección Colombia en épocas de brillantez. Los goles ante Argentina en el 5-0, sus brazos en alto como capitán para celebrar el título del primer mundial de clubes con Corinthians en Brasil, la admiración con halagos de compañeros, entrenadores y adversarios o el deseo de Zagalo, cinco veces campeón mundial, para nacionalizarlo y alinearlo con Brasil.
También el rechazo a su calidad en el Real Madrid, el racismo de sus hinchas y la incompetencia de quienes allí lo dirigieron.
En él hubo mucho más.
Recuerdo su arranque en Santa fe, de la mano de Pinto, su mentor, con parada fugaz, dando saltos entre la pobreza digna y la opulencia voraz, al lado de el Tren Valencia y Juan Reyes, quien, tan bueno como él, se perdió en los laberintos de la noche por falta de pasión al competir, la que a Freddy le sobró.
Su amor declarado por el Cali, su paso por América con medio pie afuera porque sus sueños estaban por Europa, lo que, además, lo llevó a rechazar ofertas de Boca Juniors y River Plate.
Como lamento su partida, porque siempre lo admiré, porque además y lo digo con orgullo, fui su amigo, el que nunca olvidaré.
Su vida está en el esplendor del silencio eterno. “Se va la vida…se va y no vuelve.” Esteban J.
Esteban Jaramillo Osorio
Twitter: @estejaramillo