jueves julio 18 de 2024

Recordando a doña Teresa González de Paz

25 abril, 2022 Generales

-Teresa Gonzalez de Paz-

BOGOTA, 25 abril de 2022_RAM_ El pasado 7 de abril pasó lo que debe de pasar en cada ser humano y es que se termina el período de ese paso rápido por la Tierra, ese día dijo un Hasta luego no un adios una gran mujer, una gran madre, una gran amiga y una gran consejera, hablo de la señora Teresa González de Paz.

Doña Teresa fue de esos seres que pasaron por este mundo haciendo el bien, aconsejando y dejando una gran huella en cada una de las cosas que hizo.

Tuve la oportunidad de conocerla por su amistad con su familia, principalmente con su hija Yolanda, a quién nos une una gran amistad, no solo con ella sino con toda su familia de quienes tengo unos grandes recuerdos.

No es fácil escribir sobre estos temas, por eso me limitaré a publicar una reflexión que me pareció bastante profunda e importante para el momento, escrita por uno de los sobrinos de doña Teresa, Adolfo León Gómez Gonzalez y en el que hace una gran radiografía de quién fue ese gran ser humano.

A la familia Paz González va un abrazo y sé que al recordar los grandes valores de su señora madre les satisface más que nada y les da tranquilidad y paz en estos momentos, que no son tan fáciles en la vida del ser humano.

Este es el texto de Adolfo León Gómez Gonzalez:

TIA TERESA, tu persistencia y tu entrega fueron un ejemplo en nuestro andar

Parodiando al pensador podemos afirmar:

La muerte no nos roba los seres que queremos…

Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo.

La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente”.

Tía Teresa, es muy triste hablarte y que no nos respondas, no escuchar tu nota jocosa y tu risa contagiante que hacía parte de tu carácter y que nos permitieron pasar instantes agradables. No sentir tu estimulante humor ni oír tus chistes del vibrante color que da la naturaleza, nos pone nostálgicos. Ya no será posible, pero ten presente que muchos de esos pasajes quedarán por siempre para seguir riendo y mantener vivo tu recuerdo.

La vida es un instante que pasa y no vuelve; comienza con un fresco amanecer, y como un atardecer sereno se nos va. De nosotros depende que cuando el sol de nuestra vida se despida del cielo llamado “historia”, coloreé su despedida, con crayones que sean los recuerdos bonitos que guarden de nosotros las personas que vivieron a nuestro lado.

Tu hermana Maura, lo siente, y dice: “TERESA, hermana, hoy cierras el capítulo de tu vida”.

Cuando comenzaste este libro, todo era tuyo, te lo puso Dios en las manos, podías hacer de él lo que quisieras: un cuento, una broma, un enojo, una oración.  Podías, pero hoy ya no puedes; ya no es tuyo, ya lo has escrito, ahora es de Dios, te lo va a leer en la grandeza de su Reino con todos sus detalles. Ya no puedes corregirlo. Ha pasado al dominio de la eternidad.

Tía, la vida te enseñó:

A disfrutar del amor,

A confiar en tus fuerzas,

A enfrentar tus miedos,

A entusiasmarte,

A gozar de lo que hacías,

A reír, a sufrir y pasar momentos inciertos, actuando con entrega en lo que te comprometías,

A caer por los tropiezos y volver a levantarte,

Te enseñó a pedir ayuda,

A tomar tus propias decisiones,

A amar, a ser buena esposa, hermana, hija, madre, abuela, tía, suegra, cuñada, amiga,

A irradiar cariño, afecto y hermandad, cualidades que te eran propias.

La vida te enseñó a ser una buena amiga de ti misma, porque cuando reías sentías placer.

Te enseñó a ser una gran mujer, luchadora, vehemente, a no desvanecer ante la adversidad.

Hoy, Dios te recibe en el cielo con respeto, porque fuiste buena, bondadosa, espiritual, amorosa y sacrificada. Te entregaste a los tuyos y a los demás…,eso te hizo grande.

Has comprado el pasaje para estar junto a Mario, junto a tus padres y hermanos -nuestros abuelos y tíos-, junto a tus cuñados; para reunirte con Esperanza –Panchita- que te espera en el cielo y que aquí su esposo Gustavo, sus hijos Luisa Fernanda y Gustavo Adolfo, quienes aún sufren con su ausencia,  lloran tía querida tu partida, aceptándolo como una bendición del Creador que te colma de felicidad al permitirte seguir reuniéndote en familia. Pero queremos hacerte un encargo: LLÉVALES A LOS ABUELOS, A LOS TÍOS, A LA PRIMA, MUCHOS RECUERDOS Y NUESTRO INMENSO AMOR, QUIENES REBOZARÁN DE ALEGRÍA CUANDO TE VEAN.

Gracias por los días maravillosos que pasamos, por los logros que obtuvimos y por las frustraciones que nos circundaron. Te vamos a extrañar, pero no para siempre; nos volveremos a encontrar para seguir disfrutando de tus anécdotas, de tu alegría, de tu bondad y de tu consejo.

Gracias por los días maravillosos que pasamos, por la acogida que nos brindaste, por los logros que obtuvimos a tu lado.

Gracias a la vida al poner en nuestro andar a seres especiales como tú.

Que Dios nos de fortaleza, nos proteja y nos colme de bendiciones en estos momentos angustiantes.  Para tus hijos, mis primos, Niyireth, Edgar, Graciela, Yolanda, Teresa y Gerardo, para nuestra madre Maura, tus nietos, bisnietos, sobrinos, yernos, nueras, cuñadas y para nuestra familia, tus amistades y vecinos, así como para quienes vivieron cerca de ti en los últimos años, compartiendo alegrías y tristezas, matizadas con las sonrisas que te eran propias y que hoy se apagan, un saludo fraterno y solidario.

Tía Teresa, junto a mi madre, mis hijos León Felipe, Gustavo Adolfo y Juan Pablo, mis hermanos  Fernando, Sara, Edith Consuelo, María Eugenia, nietos, sobrinos, primos y junto a Gloria Esperanza, se nos quiebra la voz para decirte gracias por los días vividos; por los instantes que pasamos en familia gozando de tu presencia, por ser tan especial con nosotros.

Que descanses en paz, te quise y te querré por siempre.

ADOLFO LEON GOMEZ GONZALEZ

Bogotá D.C., 7 de Abril de 2022

Share Button