domingo noviembre 17 de 2024

Duras de matar

Esteban Jaramillo Osorio

A propósito de la Copa América.

Corren las chicas futboleras con el balón, el que manejan con la destreza que muchos futbolistas de la rama profesional, envidian.

Con los libretos antiguos que el futbol resultadista rechaza. En defensa de las fintas con velocidad, las gambetas como argumento, las emociones naturales, no fingidas y el espectáculo sin especulaciones.

Como era el rock…O como es. Puro, enérgico, dominante.

Atraen, distraen, deleitan y disfrutan, desplazando el interés por la burguesía del futbol masculino que se juega, en ocasiones, sin  profesionalismo.

Cambiaron el rechazo por el flechazo y tocaron los corazones futboleros con el juego que practican.

Con ellas el baile del balón es un canto a la libertad, con exigencia activa a los derechos secuestrados por la chocante tendencia a minusvalorarlas, por quienes viven obnubilados por el negocio.

Son sus sueños de grandeza que se hacen realidad, después de manchas con descrédito,  rechazos continuos y discriminaciones. Por eso grandes figuras miran expectantes y a distancia la copa América con sus efectos, porque por encima de sus habilidades prevalecen los vetos.

Miran con simpatía, a las chicas, los periodistas.

Lograron ellas, con esfuerzo, los espacios en las primeras páginas de los medios deportivos, incluidos los televisivos, donde gozan de amplio cubrimiento. 

Ya era hora

Juegan cada partido como si fuera el último, porque es la lucha por sus vidas, su sueños y sus metas que no se limitan solo a ir al mundial, a los olímpicos o a los Panamericanos. Es el deseo inmenso de ganar reconocimiento y respeto.

El futbol femenino ya no es solo un susurro. Es la lucha continua por las reivindicaciones, que han gozado en los últimos tiempos de la ferviente adhesión desde las gradas, a pesar de los aplausos hipócritas de quienes sacan pecho solo cuando compiten.

Las chicas del futbol…duras de matar. Esteban J.

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