Leicy, Linda y Mayra, la ‘santísima trinidad’ colombiana en la Copa América
Ovidio Castro Medina
Bogotá, 19 jul (EFE).- Leicy Santos, Linda Caicedo y Mayra Ramírez constituyen la fuerza ofensiva de la selección colombiana que viene de menos a más en la Copa América femenina de la que son anfitrionas y con la que toda la plantilla sueña desde ya en el partido de la final.
Leicy, quien lleva el número diez, jugó a pie limpio, en equipo de niños porque de niñas no había. Convenció a su familia de que la apoyaran para ser lo que quería, y hoy brilla con luz propia en Atlético de Madrid.
Su habilidad con el balón, la visión del campo y la rapidez mental le abrieron un espacio en el fútbol femenino de Colombia y España, a donde llegó en 2019.
Atrás quedaron las épocas difíciles, esas en las que le tocó en su natal Lorica, en el departamento caribeño de Córdoba, jugar «a pie descalzo, porque no tenía zapatos para hacerlo».
Los que han vivido cerca de ella destacan de Santos su compromiso, disciplina, compañerismo, talento, su afán de superación, de llegar a ser la mejor con juego limpio y respeto por las rivales.
Hace pocas semanas Leicy dijo que sus metas más inmediatas eran ser campeona de la Copa América, así como volver a un Mundial y los Juegos Olímpicos.
Superando escollos
Para ser futbolista profesional no la tuvo fácil.
El primer escollo fue su mamá, Diana Herrera, a la que no le cabía en la cabeza que su hija fuera futbolista.
Pero tuvo en su papá, Elizaith Santos, a su aliado más incondicional. Al fin y al cabo él fue jugador de fútbol, aunque no llegó a destacarse en el país.
En sus primeros años Leicy jugó en campeonatos locales de niños. Se destacó por la facilidad para amarrar la pelota a sus botas, deshacerse de rivales y asistir a sus compañeros mejor ubicados para marcar los goles.
A los 12 años en la calurosa Lorica y sus alrededores sabían que Leicy era buena jugando fútbol y por eso un conocido de su papá le aconsejó enviarla a Bogotá para que tuviera más oportunidades.
Un año después llegó al Club Besser que buscaba talentos. No fue fácil. Otro amigo de su papá la alojó en su vivienda pero el lugar de entrenamiento quedaba al otro lado de la ciudad. Eran, mínimo, dos horas de viaje para ir y otras dos para regresar a casa.
No importaba. Estaba progresando y pronto se destacó entre el grupo de niñas que allí se daba cita para ganarse un puesto. Animada por eso le pidió a su familia que se mudaran a Bogotá.
Con la familia a su lado, Santos progresó más rápido y fue convocada a la selección de Bogotá y con tan solo 13 años fue llamada para integrar la selección colombiana sub’17.
Luego vinieron las selecciones sub’20 y, en 2014, y después recibió el primer llamado a la selección absoluta. Tenía 18 años.
Ella, que se declarada admiradora de Lionel Messi y de la brasileña Marta, ausente de esta Copa América por lesión.
Desde entonces, ha jugado la Copa Mundial de 2015, los Juegos Panamericanos de 2015 y 2019, que les deparó la medalla de oro; así como la Copa América de 2014 en la que perdieron la final, y los Olímpicos de 2016.
«Es lo mejor que tenemos»
También acaparan flashes Linda Caicedo, una jovencita de 17 años dueña de una endiablada gambeta, goleadora por excelencia, de la que sus técnicos y colegas -hombres y mujeres- alaban su condición técnica y despliegue en el campo.
Uno de ellos es Faustino Asprilla quien proclamó: «Estamos al frente de un fenómeno mundial. Es impresionante a lo que juega. Está en un proceso de aprendizaje, pero parece que tuviera más años porque entiende muy bien el juego; cuando tiene que ser colectiva lo hacer o ser individual».
Asprilla no duda en afirmar que «es de lo mejor» que tiene en este momento el fútbol en Colombia. La jugadora que tanto le atrae es figura del Deportivo Cali.
Al lado de Santos y Caicedo esta suerte de ‘santísima trinidad’ del fútbol femenino colombiano la completa Mayra Ramírez, una jugadora potente en el frente de ataque y capaz de definir un partido sola.
De la Copa América Ramírez, de 23 años, saldrá a España en donde la espera El Levante Femenino que alcanzó un acuerdo con la delantera colombiana para las próximas tres temporadas. EFE