domingo noviembre 17 de 2024

Thomas Pidcock ganó la etapa 12 en el Alpe d’Huez, Vingegaard sigue líder

El ciclista británico Thomas Pidcock (INEOS grenadiers) ganó este jueves 14 de julio la etapa 12 del Tour de Francia que contó con un recorrido de 165.1 kilómetros con final en el histórico Alpe d’Huez. ©A.S.O. / Pauline Ballet

Carlos de Torres

Alpe D’Huez (Francia), 14 jul (EFE).- El británico Thomas Pidcock (Ineos), campeón olímpico de bicicleta de montaña, puso su nombre en el libro de oro del Alpe D’Huez con un triunfo en solitario que le permitió suceder en el palmarés a su compañero y compatriota Geraint Thomas, mientras que los favoritos firmaron tablas en una jornada alpina en la que el danés Jonas Vingegaard (Jumbo Visma) mantuvo el maillot amarillo.

No hubo revolución en la etapa reina del Tour 2022, ni venganzas, ni tácticas devastadoras. Hubo marcaje entre Vingegaard y Pogacar, el esloveno lo intento dos veces cerca de meta y el líder aguantó sin apuros. Mientras eso sucedía marchaba directo a la gloria Thomas Pidcock, un chico de 22 años nacido en Leeds que afronta su segunda carrera grande.

El medallista de oro de BTT en Tokio 2020, firmó una hazaña en solitario que le permitió pasar a la historia de una cima mítica como la del Alpe D’Huez, una exhibición que cerró con un tiempo de 4h.55.24, a una media de 33,5 km/hora. Primer triunfo en el World Tour y segundo como profesional, ya que se impuso en la Flecha Brabanzona en 2021.

Pidcock entró en meta moviendo la cabeza en gesto de incredulidad, como ganador de la duodécima disputada que salió de Briançon hasta el Alpe D’Huez, cima que estrenó hace 70 años el mítico Fausto Coppi. El británico entró en meta 48 segundos delante del sudafricano Louis Meintjes (Intermarché) y 2.06 minutos sobre el cuádruple ganador del Tour Chris Froome (Israel Premier Tech), de nuevo entre los mejores.

La esperada batalla por la general no existió. Vingegaard salvó una etapa clave sin ningún agobio. Entró en el grupo de Pogacar, Thomas, y Enric Mas a 3.23, sin fisuras. Sí perdió tiempo Bardet, 19 segundos sobre el líder; también Adam Yates, 38, y Nairo Quintana 1.20 minutos. El colombiano fue el más perjudicado entre la jerarquía.

Vingegaard salió del examen como un líder sólido y creíble, y saldrá de los Alpes como favorito número 1. Pogacar no tuvo opción de remontar un solo segundo, pero recuperó la segunda plaza, a 2.22. Geraint Thomas es tercero a 2.26 y Bardet bajó a la cuarta a 2.35. Quintana ocupa la sexta plaza a 3.58, y Enric Mas noveno a 9.32.

Jumbo al mando en Galibier y Croix De Fer    

Etapa reina, tres puertos de categoría especial y ambiente de locura general después del espactáculo en el Granon. Muchos motivos para ese ambiente desatado. Fiesta nacional en Francia, meta en Alpe D’Huez e incertidumbre ante un nuevo Tour que surgió del Granon. ¿Va a consolidar Vingegaard su jersey amarillo?, ¿Habrá venganza de Pogacar?, herido en su orgullo y en lo deportivo por la afrenta sufrida 24 horas antes.

La etapa no pudo ofrecer algo mejor de entrada que la segunda subida al Galibier, pero por una vertiente diferente a la ascendida la víspera. Una subida interminable de 23 km al 5,1 con la cima a 2.642 metros de altura. Por el techo del Tour 2022 pasaron 7 hombres en fuga con el francés Anthony Pérez al frente. Tranquilidad en el pelotón, cuyo decorado era diferente. Ahora iba de amarillo Vingegaard, rodeado de sus subalternos del Jumbo Visma.

En el km 60 se unieron a la fuga el cuádruple ganador del Tour Chris Froome, con voluntad de demostrar que aún tiene ciclismo en sus piernas, y su compatriota campeón olímpico de BTT Tom Pidcock, con sus aros tatuados en el brazo representando al Ineos, otro equipo con presupuesto a justificar en el Tour.

En la Croix de Fer (Especial, 29 km al 5,2%), otro puerto añejo del Tour, con 75 años de historia, toda la subida se hizo como quiso el Jumbo, tirando a bloque, sin sobresaltos, y mirando de reojo algún síntoma de debilidad de Pogacar. Cerca de la cima, con la pancarta a 2.067 metros, tensó Van Aert para probar al personal, sin consecuencias.

La fuga, ilusionada en su proyecto, coronó el puerto con el italiano Giulio Ciccone al mando de 5 fugados con una ventaja reducida a 4.30 minutos. A diferencia de la etapa del Granon, desde el inicio en Briancon la tranquilidad en el sector de favoritos fue absoluto. El Jumbo era la locomotora, Pogacar iba a rueda, y cero ataques. Vingegaard navegaba blindado por sus subalternos. Compás de espera.

Pidcock un gigante en Alpe D’huez, tablas entre favoritos

Camino del Alpe D’Huez (Especial,13,8 km al 8,1) se mostró inquieto Tom Pidccok, anunciando sus inquietudes. Las sospechas de confirmaron con un ataque del inglés desde lejos. Arrancó a 10 de la cima y ya nadie le volvió a ver el dorsal. Enorme subida por el puerto más prestigioso del Tour, el de las 21 curvas, dedicadas a cada uno de sus héroes.

Pidcock resistió animado por los más de 400.000 aficionados que pusieron color al escenario natural más grande del mundo, donde se desata la locura entre gritos, banderas de todos los países. Un auténtico circo, un carnaval donde anima Batman, Supermán, un emperador romano o algún político importante.

Hasta arriba, sufriendo, apretando los dientes a cada pedalada. Subió como la espuma el chaval, con tiempo incluso para encestar un bidón en una papelera con precisión de triplista de basket. Era su día y abrazó la gloria, convirtiéndose en el ciclista más joven de la historia en ganar en Alpe D’Huez.

Por detrás viajaba la alta jerarquía. El Jumbo tiró de estrategia desde la superioridad numérica. Van Aert tensó al inició del puerto, 2 kilómetros a tope el maillot verde. Luego le relevaron Kruijswick, Roglic y Kuss, hecho un titán el americano. Pogacar no se atrevía ni a respirar en ese decorado, pero le queda orgullo.

El esloveno atacó a 4,5 de meta, pero Vingegaard frenó en seco al doble ganador del Tour. Los rivales se soltaron, incluido Mas, pero un parón volvió a juntar a los hombres de la general, menos a Bardet y Quintana, que perdieron comba.

Todo bajo control para el líder, quien volvió a detener otra ofensiva de Pogacar a 2,4. No había manera. Ahora el indestructible era Vingegaard, un líder de verdad, poderoso, y con un equipo que le permite transitar con tranquilidad. Ahora camino de los Pirineos el Tour entra en una nueva fase. El duelo danés-esloveno anima la fiesta.

Este viernes la decimotercera etapa saldrá de los Alpes para la jornada que unirá Le Bourg D’Oisans con Saint Etienne a través de 192,6 km ondulados, con dos puertos de tercera (Cota de Brié y de Saint Romain en Gali) y uno de segunda (Col de Parmenie, 5,1 km al 6,6). Día para aventureros en fuga. EFE.

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