Vingegaard y Pogacar se citan en la batalla de Pirineos
Carlos de Torres
Carcasona (Francia), 18 jul (EFE).- El pelotón del Tour descansó en el entorno de Carcasona echando cuentas para objetivos variopintos. El danés Jonas Vingegaard entrará en Pirineos con el cartel de claro favorito y defenderá su maillot amarillo a capa y espada, el esloveno Tadej Pogar tratará de derrocarlo en las cimas de Peyragurdes y Hautacam, y el español Enric Mas, décimo en la general, buscará un triunfo parcial con el calor como principal aliado.
La jornada de descanso fue recibida como agua de mayo por los corredores del Tour. El desgaste de 2 semanas de carrera y el calor ya han llevado al limite a la mayoría. Todos pasaron la tarde- noche del domingo controles Covid y algunos equipos, como el Movistar controles sanguíneos antidopaje por parte de la UCI.
Pirineos espera el duelo estelar Vingegaard-Pogacar
Las calculadoras, los detalles de las etapas, de los puertos, se pusieron sobre la mesa. También las estrategias. Unos para defender lo que tienen, como el Jumbo con el maillot amarillo de Vingegaard; otros, como el UAE de Pogacar, viendo la forma de recuperar la prenda que el esloveno ha ganado dos veces. El resto, buscando ideas para mantener una plaza en el podio o lograr una victoria de etapa.
El primer juez será la montaña pirenaica. La carrera entra en sentido opuesto al de la segunda jornada de reposo. Vingegaard dio la vuelta a la tortilla en el Granon, aguantó en Alpe D’Huez y no se ha dejado arrebatar un solo segundo por Pogacar, a quien mantiene en la general a 2.22.
Vingegaard es el favorito número 1. En poco tiempo ha aprendido a mandar en carrera, y a servirse de un potente equipo, aunque debilitado por la pérdida de Roglic y Kruijswij, lo que equipara la formación a 6 respecto a su oponente UAE de Pogacar. El plan del danés y del Jumbo no es otro que el primer escalón en París, y tácticamente la ventaja le permitirá jugar en modo conservador.
Por su parte, Pogacar, herido en lo deportivo y en el orgullo tras el batacazo del Granon, se encuentra tocado, pero en ningún caso hundido. El joven de Komenda, de 23 años anuncia zafarrancho de combate, y su único objetivo sigue siendo celebrar en París su tercer Tour consecutivo.
Habrá gresca en las jornadas de Peyragudes y Hautacam entre dos equipos, Jumbo y UAE que, afectados por Covid o caídas, han igualado fuerzas, lo que aporta mayor interés al desenlace de la carrera. De esa lucha en río revuelto habrá ganancia de pescadores. Algunos podrán aprovechar el lío para buscar, bien una etapa o afianzar un puesto en la general.
La lucha de los actores secundarios
Vingegaard entra en la recta final del Tour con 2.22 minutos sobre POgacar y 2.43 respecto al británico Geraint Thomas (Ineos), ganador del Tour 2018. Son los inquilinos del podio. Más alejados están Bardet a 3.01, Adam Yates a 4.06, Nairo Quintana a 4.15 y Enric Mas, quien cierra el top ten a 9.58 minutos.
El español, quien ya ve el podio imposible a 8 minutos del tercer escalón, confía en aprovecharse «del duelo entre Jumbo y UAE, la implicación del Ineos, y del calor como aliado en las jornadas pirenaicas», que según afirmó, «pueden ser caóticas».
Es evidente que tras la etapa de transición del martes ya no habrá rincón donde esconderse. En Pirineos ofrecen terreno para atacar, de lejos, de cerca, para las alanzas, el aprovechamiento de peleas ajenas. Los actores buscarán su escenario para representar su papel de la mejor forma posible.
Peyragudes, Hautacam y el reloj serán los jueces
«Los Pirineos con calor pueden ser un caos», subrayó Enric Mas. Un vaticinio que podría comenzar el miércoles con la etapa entre Saint-Gaudnes-Peyragudes, corta, de 130 km, pero con 4 cuatro puertos desafiantes.
Para empezar hay que afrontar el Col d’Aspin (1a, 12 km al 6,5 %), para continuar con el Hourquette d’Ancizan (2a, 8,2 km al 5,1), seguido del Col de Val Louron-Azet (1a, 10,7km al 6,8) y el último de Peyragudes (1a, 8 km al 7,8), directo a meta.
Con las piernas tocadas el jueves convendría rezar un poco en Lourdes antes de poner rumbo a Hautacam, última opción para los escaladores que precisen marcar diferencias. Tres puertos, 2 de categoría especial y uno de primera consecutivos ofrecerán grandes emociones.
El Col d’Aubisque (Especial; 16,4km al 7,1) abrirá la escalada, para seguir la carrera por el Col de Spandelles (1a, 10,3 km al 8,3) y terminar en Hautacam (Especial; 13,6 km al 7,8).
Bajando de Pirineos habrá una jornada para velocistas en Cahors, un día antes de la crono de 40,7 km entre Lacapelle Marival y Rocamadour. Puede resultar una jornada de infarto, que recuerde a aquella de 2020, cuando en la crono de La Planche des Belles Filles un tal Tadej Pogacar arrebató in extremis el Tour a Primoz Roglic.
Una semana crucial, con todos los ingredientes para que sea emocionante y vibrante. En París, el domingo, el maillot amarillo de la 109 edición de la «Grande boucle», se dará un buen homenaje. EFE